Relaciones diplomáticas
Marruecos resta importancia a las acusaciones de espionaje: “una puñalada en el agua”
Medios próximos al Gobierno de Rabat atribuyen la campaña a quienes no aceptan la normalización diplomática entre ambas naciones
En Marruecos se hacen eco de las insinuaciones, cuando no acusaciones directas, de estar detrás del asunto “Pegasus”, de espionaje de los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y la ministra de Defensa, Margarita Robles. La conclusión es que se trata de “puñaladas en el agua”, sin ninguna base.
El digital Le360, que goza de una excelente información desde instancias gubernamentales y a falta de una reacción oficial de Rabat, se hace eco de las distintas publicaciones que, tanto en España como en Francia, han señalado a Rabat como autor del espionaje por la coincidencia de fechas con el asunto Ghali cuando España acogió irregularmente al jefe del Frente Polisario, y la entrada masiva de inmigrantes en Ceuta.
En cualquier caso, se trata de hechos acaecidos hace un año y, de ser Marruecos el autor del espionaje, se ha esperado mucho tiempo para “explotar” la información obtenida.
Recuerda el digital que la intrusión en los dos teléfonos (el de la entonces ministra de Exteriores González Laya, la más interesante para obtener información reservada no fue objeto de espionaje, según fuentes oficiales españolas) coincidió también con el asunto de los separatistas catalanes y la tramitación de sus indultos.
“Evidentemente, algunos partidos, incluso en Francia, están tratando de encauzar un asunto hacia Marruecos. El restablecimiento de las relaciones entre Madrid y Rabat sobre bases sólidas no es del gusto de todos. El primer bombo mediático de Pegasus en dirección a Marruecos fue solo una puñalada en el agua”.
En julio del año pasado, cuando se acusó a Marruecos de haber utilizado Pegasus para espiar al presidente de Francia, Enmanuel Macron, Rabat reaccionó oficialmente y con actuaciones judiciales. A través de un comunicado oficial, rechazó las informaciones sobre su presunto uso del software israelí, para espiar a políticos y periodistas y denunció una «campaña mediática» contra Rabat.
“Existe una «campaña mediática engañosa, masiva y maliciosa» contra el país y ha incidido en que «rechaza categóricamente estas acusaciones infundadas», según señsaló la agencia estatal marroquí de noticias, MAP
Reclamó a Amnistía Internacional y al consorcio Forbidden Stories, que publicaron el asunto, que presentan «pruebas tangibles y materiales que apoyen sus surrealistas afirmaciones».
«Marruecos es de nuevo objetivo de ataques odiosos que revelan la voluntad de ciertos círculos mediáticos y ONG de ponerlo bajo sus órdenes y tutela, lo que no es posible», ha sostenido, al tiempo que ha adelantado que optará por «la vía judicial» frente a estas «acusaciones falaces».
De hecho, la denuncia contra Amnistía Internacional y Forbidden fue presentada ante el Tribunal Correccional de París. “El Estado marroquí va a acudir a la Justicia francesa inmediatamente porque quiere que se aclaren en su totalidad las declaraciones falsas de estas dos organizaciones avanzan sin mostrar la menor prueba”, indicó su abogado, Olivier Baratelli.
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