Policías recuerdan a EE UU que ETA no se ha arrepentido de sus crímenes

La Confederación Española de Policía (CEP) ha remitido una carta a la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, en la que le insta a que su país reconsidere la decisión de dar de baja a ETA del listado de bandas terroristas extranjeras que elabora el Departamento de Estado y en el que había permanecido durante casi un cuarto de siglo tras su inclusión, en agosto de 1997.

En este sentido, el sindicato recuerda en su misiva que “esta medida ha generado una honda preocupación en el colectivo de policías nacionales de nuestro país” al no existir una labor pedagógica previa que explique “el motivo de una decisión que afecta a una banda terrorista que ha asesinado a más de 850 personas -20 de ellas, menores de edad- de entre las que el colectivo de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad representa más de la mitad del total”,; en el caso de Policía Nacional son 149 los compañeros asesinados por diferentes comandos.

Aunque esa decisión sea revisable cada dos años, CEP insta a la embajadora de Estados Unidos en España a que “pueda convertirse usted en la voz de los policías nacionales españoles, así como del conjunto de las víctimas y sus familias, y trasladar a la Administración Biden que, desde el respeto, tenemos la firma convicción de que no se dan todavía las circunstancias para dar de baja a la banda terrorista ETA del listado FTO”.

En este sentido, CEP recuerda varias circunstancias a tener en cuenta, pese al anuncio de cese de la actividad de ETA de octubre de 2011 o el de la finalización de su propia existencia formal, en mayo de 2018. En primer lugar, llamamos la atención sobre el hecho de que todavía hay sin esclarecer hasta 379 asesinatos cometidos por ETA y que está pendiente la detención y/o enjuiciamiento de los autores materiales y de los jefes terroristas que dieron la orden de cometerlos.

También recordamos que existe un colectivo de presos de ETA que no ha mostrado un arrepentimiento sincero de sus crímenes sino que se han limitado a formalizar instancias estandarizadas para, ajustando al máximo los términos de su supuesto arrepentimiento, acceder a grados penitenciarios más beneficiosos o ser acercados a prisiones de País Vasco y de Navarra. Igualmente,

CEP recuerda que hay decenas de etarras refugiados en diferentes países y que en el caso de Sudamérica encuentran cobijo y protección en lugares como Venezuela o Cuba. Situación que se suma a la organización de homenajes y recibimientos en sus municipios de origen a aquellos terroristas que quedan en libertad tras cumplir condena, convertidos en una suerte de festivales de exaltación terrorista y ofensa a las víctimas.

También recuerda que en País Vasco y Navarra operan diferentes organizaciones que forman parte de la denominada izquierda abertzale disidente y que constituyen la herencia ideológica y política del terrorismo. “Mantienen la defensa de postulados radicales y violentos, sin duda evocadores de épocas pasadas en las que el asesinato, la amenaza y la persecución de inocentes era habitual por parte de ETA y de su entorno social”.