Terrorismo
La cárcel francesa más cercana a España se queda sin etarras
Sólo quedan 18 pistoleros en centros penitenciarios galos, entre ellos los últimos cabecillas de la banda
Una de las cárceles francesas, la más cercana a la frontera española, Mont de Marsan, se ha quedado sin etarras, con la puesta en libertad de Ekaitz Sirvent, alias “Eki”.
Sirvent ( Ordizia, 1979) fue detenido en abril de 2009 en la estación parisiense de Montparnasse en un tren en el que había viajado hasta la capital francesa desde el suroeste del país. Cumplía condena de 18 años de prisión impuesta por tentativa de extorsión de fondos en la última campaña masiva del llamado “impuesto revolucionario” de ETA hasta dos años antes de su cese oficial en marzo de 2011. Considerado jefe del aparato de falsificación desde 2008 en el momento de su arresto, estuvo encuadrado en la oficina que gestionaba el chantaje a los empresarios.
Con la puesta en libertad de este individuo, quedan en cárceles francesas 18 terroristas, la mayoría de ellos en Lannemezan, a 330 kilómetros de la frontera. Entre ellos están Javier Abaunza; Jakes Esnal (del “comando francés); Garikoitz Azpiazu, “Txeroki”; Iñaki Esparza Luri, “Ana”; Ibon Fernández Iradi, “Susper”; Aitzol Iriondo; y Mikel Carrera Sarobe, “Ata”. De los más peligrosos que han militado en ETA.
A 425 kilómetros, en Muret, está Jon Parot, también del “comando francés”; a 795 kilómetros, Iciar Moreno, en Rennes; y en Reau Sud Francillen, a 925 kilómetros, Izaskun Lesaka, Ainoa Ozaeta e Irache Sorzábal, la última cabecilla del “aparato político”.
En España, no hay ningún terrorista en cárceles al sur de Madrid y los que aún quedan en centros próximos al País Vasco y Navarra son acercados aprovechando la coyuntura de cada momento.
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