Casi la mitad de los delitos investigados sobre ETA son de enaltecimiento al terrorismo

La Audiencia Nacional condenó a 38 personas por terrorismo en 2021, de las que 19 eran etarras y otras 19 yihadistas. Si las condenas fueron parejas (y las absoluciones también, 3 en cada caso) no sucede lo mismo en los delitos de enaltecimiento al terrorismo, en los que la Fiscalía advierte: es más fácil conseguir condenas por ensalzar a yihadistas que por enaltecer las proclamas etarras. En este sentido, un 45% de lo investigado sobre ETA actualmente tiene que ver con este delito, según la Memoria de la Fiscalía que se ha hecho pública este miércoles.

Las causas por estos delitos de terrorismo han disminuido ligeramente en el último año (en 2020 representaban el 34,17% del total de las diligencias, frente al 31,86% del siguiente) y la Fiscalía destaca la enorme colaboración con el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO) para evitar duplicidades en pesquisas de la Policía y la Guardia Civil.

Son indagaciones de “enorme dificultad” en las que se emplean medios como el ciberespacio o las redes sociales y que no se limitan únicamente a la intervención de las comunicaciones, sino que se añaden testigos protegidos, confidentes, agentes encubiertos virtuales y personales que complican aún más el escenario de actuación. La política antiterrorista se centra ahora, explica la Fiscalía, en prevenir procesos de captación, adoctrinamiento, radicalización, reclutamiento, adiestramiento, apoyo y cobertura a las células.

De las 44 causas que hay activas en la Audiencia Nacional y que tienen que ver con el terrorismo de ETA, 20 son por enaltecimiento al terrorismo, 9 por integración o pertenencia de armas, otras 6 por humillación a las víctimas y 9 con otro tipo de delitos. Hay que remarcar que estos datos llegan hasta diciembre cuando todavía no se habían reabierto varias de las investigaciones para analizar la actuación de las cúpulas de la banda terrorista en asesinatos como el de Miguel Ángel Blanco o Gregorio Ordoñez. Por su parte, el terrorismo yihadista se lleva el grueso de los casos vivos con 113.

De hecho, en la valoración del riesgo, la Fiscalía señala que “España es un objetivo permanente de la amenaza yihadista”. El análisis de las operaciones contraterroristas desarrolladas durante 2021 confirma que la amenaza persiste. Principalmente se indaga en la radicalización y el adoctrinamiento en prisiones (3 operaciones), seguido del enaltecimiento y la difusión de contenido extremista online (2 operaciones), la captación de individuos (1 operación) y la financiación de la actividad terrorista (2 operaciones). DAESH vuelve a ser la organización terrorista con más detenidos en territorio español y, destacan los fiscales, la convulsa situación de la región magrebí y del Sahel, donde se ha producido un aumento considerable de la actividad terrorista. Los que suelen actuar en España son “actores solitarios” radicalizados.

Más fácil a un etarra que a un yihadista

“En materia de enaltecimiento del terrorismo se aprecia una gran divergencia en los Tribunales a la hora de enjuiciarlos, dependiendo se trate de terrorismo yihadista u otra clase de terrorismo especialmente ETA y GRAPO”, señala la Memoria Fiscal. En el primer puesto la sentencia condenatoria, sobre todo si se basa en el análisis de redes sociales, no resulta complicada. Sin embargo, la Fiscalía señala que “en los otros ha devenido en un delito casi imposible ante las exigencias” de una jurisprudencia que, dice, es todavía abstracta.

En 2021, las diligencias previas incoadas por estos delitos supusieron un 31,86% de las tramitadas en la Audiencia Nacional, una tendencia que sigue bajando. De estas, el 66,08% se trata de terrorismo yihadista, el 25,73% de ETA y el 8% otros grupos.