Entrevista

Salvador Illa: «No vamos a gobernar con ERC porque no somos independentistas. Somos la alternativa»

Asegura que «escuchará» a Aragonès pero descarta un adelanto electoral. Cree que el diálogo «funciona» y pide al president que convoque la mesa de partidos

El máximo responsable del PSC nos recibe en su despacho de la calle Pallars de Barcelona. Después de la entrevista de LA RAZÓN tiene un acto interno para presentar «El año de la pandemia», el libro que ha publicado prologado por Fernando Simón. En plena entrevista llega la noticia: Junts vota dejar el Govern. Illa lo tiene claro: tiende la mano a Aragonés pero cobrará peajes. En la entrevista lo deja claro: Cambray, el consejo de Educación, está en su punto de mira por sus actuaciones contra el castellano; quiere una nueva ley Electoral para Cataluña, la única CCAA que no la tiene; y pactos concretos en materia económica y social para dar sentido a los presupuestos. Más economía, más derechos, y mejorar el autogobierno es su letanía. Nada más salir de la entrevista le dice a su jefa de Gabinete que convoque una ejecutiva extraordinaria para hoy lunes. El viernes Illa no hace declaraciones. Las deja para el sábado en su enésima visita al territorio –Bagà y Berga– porque el viernes el que toma la palabra es el presidente Sánchez desde Praga. «Ahora no tocan elecciones» repite una y otra vez porque la situación económica e internacional no está para experimentos. En el horizonte las municipales y una petición «Barcelona necesita una nueva etapa».

¿El Gobierno de Aragonés está en la UCI después de la salida de Junts?

Ahora, sin duda, está peor que antes. El apoyo parlamentario que tiene garantizado se ha reducido, y el presidente no tiene tampoco la mayoría del apoyo popular. La tiene el PSC, el partido más votado. Esto demuestra su debilidad. A mí lo que me gustaría es saber qué quiere hacer y cómo lo quiere hacer. Las dos cosas. Y lo debe hacer en el Parlament. Y lo hará cuando nombre el nuevo Govern. El PSC le escuchará.

¿Y el PSC qué quiere hacer?

Ahora no es momento de elecciones. Es momento de trabajar, de una vez por todas, pensando en los catalanes, atendiendo a los problemas de los catalanes. Voy a interponer, como siempre he hecho, los intereses generales a los intereses de partido. Las elecciones siempre son buenas, pero siempre respetando los tiempos electorales aunque es verdad que no tenemos un gobierno que gobierne y más débil de lo que estaba. Vamos a ver.

Con 33 diputados, Aragonés debe contar con el PSC.

Por eso quiero escucharlo en el Parlament. Quiero saber qué quiere hacer y cómo lo quiere hacer. Le anticipo que el PSC no va a gobernar con ERC porque no somos independentistas, no compartimos el horizonte independentista de su Gobierno. Los socialistas somos la alternativa ante un gobierno que no ha funcionado, que es más débil que hace un año y medio, y voy a seguir trabajando para construir esta alternativa que quiere centrar sus energías en las instituciones catalanas, garantizando prosperidad, haciendo lo posible para que nadie se quede atrás, y mejorar nuestro autogobierno. Y construir esta alternativa no nos impide tener la mano tendida para que se puedan beneficiar el conjunto de la ciudadanía de Cataluña. Lo llevó diciendo desde el principio. Me ofrecí a negociar los presupuestos del año pasado y me ofrezco ahora porque es lo lógico y lo razonable. Sacar los presupuestos es prioritario, pero hasta ahora siempre se me ha cerrado la puerta porque ERC no quería hablar con el PSC. Hoy, en esta situación, reitero que me ofrezco para hablar de presupuestos porque no podemos perder 3.098 millones de euros que vienen de España.

ERC considera que negociar con ustedes es darles un balón de oxígeno antes de las municipales.

Ahora necesitamos gobiernos fuertes y no erráticos. Hemos tenido un gobierno débil y en confrontación interna permanente. En definitiva, sin gobernar. Toca tranquilidad, mirar hacia adelante y superar los problemas enquistados. El PSC seguirá construyendo una alternativa y no soy ingenuo, pero no quiero pensar que ERC no quiere gobernar. Ahora le toca pensar en los catalanes sin calculadora electoral. Las decisiones no deben estar vinculadas a las elecciones. Hacerlo es un error y la fórmula para acabar fracasando. Esto es lo que ha sucedido en este último año. Como éxito estamos a la cola del desarrollo de las renovables, somos los últimos en presentar un escudo social, tenemos una administración lenta que bloquea inversiones y seguimos renunciando a infraestructuras para Catalunya, en fin las cosas no van. De eso me quejo. El PSC es la alternativa pero me niego a no hablar de los problemas del país.

El PSC defiende el catalán y defender el catalán no es ir contra el castellano.

El curso escolar en Cataluña ha empezado con una legislación que contempla el castellano como lengua vehicular, como lengua de uso curricular. Esto implica que no solo se debe enseñar sino que es una lengua para enseñar, para transmitir conocimientos más allá de lengua y literatura. Con este reconocimiento legal, y la realidad sociolingüística de cada centro, los responsables educativos fijan el nivel de uso de ambas lenguas. Ha habido actitudes de algunos miembros del Govern que no comparto, en particular del conseller de Educación Josep González Cambray porque ha estado más pendiente de azuzar el conflicto que de solucionarlo. Soy adicto a la política de las soluciones y quién juegue con la lengua como un factor divisivo para sacarle un rédito político simplemente se equivoca. Aquí y en Madrid.

¿Este escenario favorece al PSC de cara a las elecciones municipales?

Las municipales son municipales y no deben ser interferidas por la política catalana. Nosotros queremos, y seremos, una alternativa municipal. Nuestro ADN es municipalista. Y las municipales, si queremos hacer un favor a los municipios, deben ser municipales. La conversación debe ser municipal, qué es lo mejor para cada pueblo y ciudad. Tenemos los mejores candidatos para hacerlo.

Jaume Collboni es su alcaldable por Barcelona. ¿Qué consejo le daría?

No me atrevería a darle un consejo como tal. Lo que sí le digo es Jaume: Barcelona ha de abrir una nueva etapa. Lo hemos hablado muchas veces.

Se cumplen 5 años de la manifestación del 8 de octubre…

La manifestación puso de manifiesto que había una parte muy importante, incluso mayoritaria, de ciudadanos que optaba por seguir formando parte de España, que tenían una opinión distinta a la de los independentistas. Fue el reconocimiento de la pluralidad de Cataluña. Para todos los catalanes fueron días complicados. Hemos de pasar página de esta situación. Mirar hacia el futuro. Cataluña tiene muchas potencialidades a nivel económico, cultural, científico…. Mi empeño es pasar página de estos años que no han sido buenos, con respeto a todas las posiciones políticas. Lo que no se puede hacer es imponer unilateralmente un punto de vista y además hacerlo sin respetar la democracia y sin diálogo.

Sin embargo, Cataluña sigue estando bloqueada y ahora con un gobierno en crisis.

La sociedad catalana lo está pasando mal. Quiere abrirse a un nuevo tiempo. Hemos vivido, y vivimos, tiempos muy complejos. Estos días vivimos un ataque a los valores europeos por parte de Putin y Europa tiene que defender sus valores unida. Se han estrechado las relaciones entre los países. La realidad nos está enseñando que hemos de reforzar los lazos de cooperación entre Cataluña y el resto de España, y de España con el resto de Europa. Esta es la opinión mayoritaria en la sociedad catalana. Ahora es el momento de ir juntos.

El PSC lo intentó todo para evitar el referéndum. Montilla e Iceta se vieron con Puigdemont. ¿Quién fue el culpable de que estas mediaciones fracasaran?

No lo sé. Se ha escrito mucho de lo que sucedió en aquellos días. Se lo repito, mi empeño es superar esta situación, mirar hacia adelante, fomentar el reencuentro entre los catalanes y entre catalanes y españoles. En tiempos de cambios muy profundos, debemos poner empeño en lo que nos une y no en lo que nos separa. Las tácticas divisorias son perjudiciales.

Está empecinado en pasar página.

La que está empecinada en pasar página es la sociedad catalana. Es lo que detecto. Hemos de superar esta situación y abrir un capítulo nuevo. La sociedad catalana es la que está empecinada en abrir un tiempo nuevo.

¿Mariano Rajoy se equivocó como dice Díaz Ayuso convocando las elecciones en tres meses?

Juzgar con ojos de hoy lo que sucedió en aquel momento, sabiendo el final, es fácil. Lo que pongo en valor de aquellos días es el diálogo que hubo entre los dos grandes partidos de España, el Partido Popular y el PSOE. Ojalá se hubiera producido en otros momentos, también complicados y más recientes. En aquel momento, el PSOE supo hacer una oposición de Estado. El PP no la ha hecho. No solo en lo referente a Cataluña, tampoco en la pandemia o ante la crisis por la guerra.

Cataluña está presa por el pulso entre Puigdemont y Junqueras. ¿Se deberían retirar de primera línea?

No seré quién les diga lo que tienen que hacer. Lo que sí me parece es que hay que tener una mirada de futuro, no de pasado. Mirar al futuro no quiere decir que tengamos que olvidar. Lo que ha pasado nos debe servir para aprender de los errores y tener una nueva mirada sobre la política catalana.

Una mirada que otros no han cambiado. Carme Forcadell defendió que con las leyes de desconexión no se conculcaron los derechos de la oposición el 6 y 7 de septiembre.

Una de las grandes lecciones que debiéramos haber aprendido es que no hay democracia sin respeto al estado de derecho, con sus normas y procedimientos. Hay una frase del president Tarradellas que dice «Cataluña es lo suficientemente grande para que quepamos todos y para que no sobre nadie». Todo el mundo tiene cabida en Cataluña, pero justamente por eso hemos de respetar nuestro marco de convivencia.

¿No parece que Puigdemont quiera respetarlo cuando reivindica la validez del 1-O?

A mi solo me interesan los referéndums que sirvan para sancionar un acuerdo. No aquellos que sirvan para debilitar y forzar la división de la sociedad civil catalana. Es urgente abrir un diálogo entre catalanes, entre los partidos políticos catalanes, para intentar llegar a acuerdos, buscar consensos, que puedan presentarse a los ciudadanos. Todo lo que vaya encaminado a la división me parece impropio, especialmente en un momento de cambios muy acelerados, muy de fondo, en la economía, en las relaciones internacionales, que presentan riesgos obvios pero también oportunidades. Con mucha claridad: sí a acuerdos y consensos, y sí a votarlos, y no a la división.

Pero, no tenemos mesa de catalanes para llegar a estos consensos.

Me llama la atención que el presidente Aragonés predique el diálogo y no lo practique en Cataluña. Es imprescindible un diálogo entre catalanes, porque es reconocer la pluralidad, que no hay una única manera de ver la realidad ni de enfocar las relaciones con el resto de España. Partimos de posiciones distintas pero hemos de alcanzar un consenso mínimo que nos permita avanzar, no quedar descolgados ni perder las oportunidades tanto en materia económica y generación de oportunidades, medidas sociales para que nadie quede atrás y mejora del autogobierno.

¿Como casa más autogobierno con la posición independentista de amnistía e independencia?

No digo más autogobierno, digo mejora. Somos la única comunidad sin ley electoral y esto solo es culpa nuestra. El autogobierno mejorará con una nueva ley electoral. Aragonés lo ha propuesto y el PSC está dispuesto a colaborar. Por la vía del autogobierno podremos encontrar un consenso en la sociedad catalana. Otro capítulo importante es la financiación autonómica que está pendiente desde el 2014. Los gobiernos del presidente Sánchez han hecho un esfuerzo sin precedentes en materia de financiación. Entre los años 2020 y 2021 las CCAA han recibido 30.000 millones a fondo perdido, pero la reforma se tendrá que abordar. Espero que el gobierno catalán se implique y no aplique la política, incomprensible, de la silla vacía.

Lo veo muy optimista con la financiación autonómica. Antes de las elecciones y la oposición del Partido Popular no parece el mejor escenario.

Ciertamente es complejo, pero es de responsabilidad plantearlo haya elecciones o no. El PP aquí debería hacer oposición de estado. No la hizo cuando se aprobaron los indultos. En estos temas, hay que hacer oposición de estado y a Feijóo no se ve por ninguna parte.

¿Y el traspaso de Rodalies? Lo aprobó el pleno de Política General a propuesta del PSC. ¿Se ve con fuerza para convencer a Pedro Sánchez?

El CEO, el CIS catalán, dice que la satisfacción de los usuarios del servicio de cercanías era de un 7,7 sobre 10. No es una mala nota. Es verdad que el nivel inversor se puede mejorar, aunque también es verdad que se ha mejorado el servicio y su infraestructura para prestar el servicio en mejores condiciones. En 2009, quedó pendiente firmar el contrato programa para que la Generalitat reciba los fondos y retribuya los servicios. Este es el punto nuclear y la solución. La cuestión es saber si algunos quieren solucionar los problemas, o hacer política de los problemas.

¿Tendremos noticias de la Mesa de Diálogo antes del 31 de diciembre?

No soy el indicado para responderlo. La Mesa de Diálogo es entre gobiernos. La Comisión Bilateral va trabajando. La mesa de Gobiernos se va reuniendo. Me consta que se va a buen ritmo, un ritmo correcto. Lo que falta es el diálogo en Cataluña, la mesa de partidos, que Aragonés no convoca y Torra convocó dos veces. Sin un diálogo entre catalanes esto no se va a arreglar. Sin esta tercera pata, el diálogo está cojo.

¿Las pensiones más altas deben subir menos que las más bajas como dice el PP?

Lo importante es que se cumpla que las pensiones se revaloricen acordes al IPC. Esto no lo hubiera hecho un gobierno del Partido Popular.

¿Hay cacofonía en el PSOE sobre los impuestos? ¿Descoordinación?

No. El Gobierno afronta la fiscalidad acorde con lo que se está haciendo en Europa. Solo hay un país que ha abogado por una reducción agresiva de la fiscalidad que ha sido el Reino Unido. Lo justo es que los más tienen más aporten para mantener los bienes y servicios y aligerar a las rentas más bajas. A partir de aquí, existen las competencias autonómicas y cada presidente usa su margen de competencia. Ningún socialista ha bajado los impuestos a los más ricos y siempre se han beneficiado las rentas menores. Las grandes fortunas y los grandes sectores deben arrimar el hombro asumiendo un impuesto temporal para garantizar la seguridad del sistema, el equilibrio de la sociedad ante situaciones complejas de crisis. Esto es patriotismo.

¿Hay margen para bajar los impuestos en Cataluña?

Ahora no es el momento aunque se impone una reflexión.

Aragonés presentó un plan de 300 millones en el Parlament para afrontar la situación. ¿Cómo lo valora?

Es una improvisación. Me sorprendió que no se consultara el plan con los agentes sociales. Es bueno escuchar a los actores. Me parece insuficiente pero el grupo socialista lo apoyará y también el Govern de Cataluña recibirá una propuesta para que lo complemente.