Defensa
La Armada recupera la hélice del buque insignia «Canarias» para el Museo Naval de Las Palmas
Defensa reclamó la pieza que fue retirada el año pasado del puerto de Santa Cruz de Tenerife por la Ley de Memoria
El último vestigio del buque insignia de la Marina de Guerra española durante casi cuarenta años, el crucero «Canarias», está a salvo. La hélice de la histórica embarcación que en 1980 fue entregada a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y que hasta el pasado 17 de febrero estuvo en la entrada del Muelle Norte del Puerto de Santa Cruz, terminará en el Museo Naval de Las Palmas.
Finalmente ha primado el interés de la Armada, que el pasado mes de abril consultó al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, «una vez que la Junta del Puerto ha decidido que no la quería ya en sus instalaciones», dado el «interés por un bien que tiene valor histórico» que, estas fuentes aseguraban sería empleado «para su exposición pública con fines museísticos», sin concretar entonces destino, para evitar daños en «una obra de ingeniería» que «podría acabar corrompida por el deterioro lógico del paso del tiempo».
El pasado 6 de octubre, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife acordó la restitución al Ministerio de Defensa de la hélice, que había sido retirada de la zona de servicio del puerto en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. La pieza se había incluido en el catálogo provisional de vestigios franquistas de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo insular solicitó su retirada tras el acuerdo al efecto de su Pleno con fecha 30 de abril de 2021.
Los fondos del Museo Naval cuentan ya con el último recuerdo del «Canarias» tras su traslado desde los almacenes del puerto tinerfeño, donde se encontraba desde el pasado febrero.
La hélice, una de las cuatro que tenía el crucero «Canarias», formó parte de un buque de dilatada trayectoria. La construcción se decidió durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, pero no entró en servicio hasta septiembre de 1936, en los primeros compases de la Guerra Civil, periodo en el que combatió en el bando «nacional».
El «Canarias», como buque insignia de la flota franquista, intervino de forma señalada en la guerra, al igual que su gemelo «Baleares», ya que ambos eran los buques rápidos de más poder artillero. Protagonizó también algún otro episodio relevante en la guerra de Ifni –una demostración de fuerza en Agadir para intimidar al Gobierno de Marruecos– hasta su definitiva retirada el 17 de diciembre de 1975.
Aunque varias ciudades, entre ellas Santa Cruz de Tenerife, iniciaron gestiones para lograr su cesión y convertirlo en buque museo, fue desguazado en 1977. Del crucero pesado solo se conservaron un cañón de 120 mm, en Las Palmas de Gran Canaria; la segunda torreta de proa de 203 mm y el mobiliario de la cámara del Almirante, en la Escuela Naval Militar de Marín; la campana del buque, el telémetro y la caña del timón, en el Museo Naval del Ferrol, y la hélice ahora de nuevo en poder de la Armada tras su cesión hace 43 años.
En contra de su eliminación del espacio público se pronunció la Asociación para la Investigación y Protección del Patrimonio Histórico San Miguel Arcángel –firme defensora de la escultura obra de Juan de Ávalos en Santa Cruz también señalada para su desmontaje– y que se congratula del desenlace alcanzado con el apéndice del «Canarias». «Nuestro único interés inicialmente era que no se desguazara y provocamos que la Marina lo recuperara», señalan fuentes de la entidad, embarcada ahora en el objetivo de «un pequeño Museo Naval en Tenerife».
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