Europa

España pide priorizar el catalán en la UE sobre el euskera y el gallego

Los veintisiete aplazan el reconocimiento sine die ante las dudas políticas, jurídicas y económicas.

Los países de la Unión Europea siguen resistiéndose a reconocer el uso del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales. Tras una reunión de unos 40 minutos este martes, el resto de los países europeos han mantenido sus reservas iniciales y han pedido más tiempo para analizar un tema que presenta numerosos obstáculos tanto jurídicos como económicos y políticos. Para dar un paso de este tipo, se necesita la unanimidad de las cancillerías, algo que parece casi imposible en el corto plazo. Para allanar el camino, España se ha ofrecido a sufragar todos los gastos de traducción e interpretación derivados de este reconocimiento y priorizar el catalán sobre el euskera y el gallego. “Algunos estados miembros han planteado que tres lenguas de una sola vez era algo más difícil y nos hemos abierto a que el idioma cuyos representantes han solicitado con más insistencia la inclusión dentro de la modificación del reglamento y que es hablado por más de diez millones de personas sea el primero en su despliegue”, ha explicado el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares al término de la discusión con sus homólogos.

A pesar de este revés que dificulta la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, Albares se ha mostrado relativamente satisfecho con el resultado de esta cita. Al finalizar el encuentro, ha explicado a los medios de comunicación que ningún país ha vetado la propuesta y que el trabajo para conseguir la oficialidad de estas lenguas continúa, si bien ha rehuido referirse a plazos concretos, a pesar de las preguntas de los periodistas Según sus palabras, a partir de ahora seguirá el trabajo a través de los grupos de trabajo habituales para “avanzar lo más rápidamente posible, canalizar esos comentarios y esas dudas”. El ministro ha comenzado su intervención saludando a los periodistas en las tres lenguas y ha negado que el catalán pueda ser considerada como minoritaria.

Actualmente en el club comunitario las lenguas oficiales están establecidas en un reglamento que se modifica tras cada adhesión de un nuevo país europeo. Esto significa que de las cuatro primeras lenguas oficiales en 1958 (alemán, francés, italiano y neerlandés) se ha pasado a las veinticuatro actuales.

Dentro de las lenguas consideradas minoritarias o regionales, tan sólo el gaélico ha alcanzado este estatus si bien es una lengua reconocida como oficial en todo el país, algo que no sucede con el catalán, el gallego y el euskera. A pesar de esto, el Gobierno se ampara en el artículo 55.2 del Tratado de Lisboa que permite que este texto sea traducido a “cualquier otra lengua que determinen los Estados miembros entre aquellas que, de conformidad con sus ordenamientos constitucionales, tengan estatuto de lengua oficial en la totalidad o en parte de su territorio”. De hecho, España ya ha traducido a las lenguas regionales los Tratados.

La oficialidad del catalán, el euskera y el gallego significaría que “todas las reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE así como de los ministros y las intervenciones de los eurodiputados contarían con interpretación y que todos los actos legislativos y sus resúmenes deberán estar traducidos a estas lenguas así como los Tratados y todo el acervo comunitario (el corpus del Derecho de la Unión durante estos 65 años). Asimismo las ciudadanos que dominen estas lenguas tienen el derecho de comunicarse con ellas en sus contactos con las instituciones comunitarias quienes también deben responder al remitente de la misma forma.

En el caso del gaélico, recibió el reconocimiento de las instituciones europeas en 2007, pero la falta de traductores imposibilitó su inclusión como lengua de pleno derecho. Desde esta fecha hasta el 1 de enero de 2023, se puso en marcha un periodo de derogación que permitía que sólo un número limitado de material legislativo se tradujera al gaélico. Progresivamente las instituciones europeas han ido contratando a más personal para traducir los documentos al gaélico desde las 8.000 personas en 2016 a 46.000 en octubre de 2021. El uno de enero de 2023, el gaélico se convirtió en lengua oficial de pleno derecho tras este periodo transitorio.