Aznar, a Abascal: “A mí nadie me llama derechita cobarde mirándome a la cara”

El expresidente del Gobierno apela a la unidad del centro derecha en el PP en un acto en Valencia: "No se trata de repartir armas, se trata de juntar votos"

José María Aznar es estado puro. Pletórico. Se presentó como el ex presidente, el estadista, el de los años de bonanza económica, el hombre de Estado y del PP. «Este es mi partido, el PP de Pablo Casado», puntualizó ante un auditorio que escuchaba con deleite las palabras del «resucitado», como él mismo se autodenominó, aunque los «jóvenes me verán como un dinosaurio».

El PPCV abrió la precampaña por todo lo alto. Entre sus objetivos principales está aglutinar al máximo votantes de centroderecha y para cumplir este objetivo estaba ayer Aznar en Valencia. El ex presidente del Gobierno hizo un llamamiento a todos ellos y reivindicó el PP de hoy.

«A mí mirándome a la cara nadie me habla de una derechita cobarde porque no me aguantan la mirada». No fue la única alusión que hizo a VOX, eso sí, sin nombrarlo. «No se trata de armas, sino de juntar votos», remató, para insistir en que el único que garantiza que no gobierne el socialista Pedro Sánchez es el que vaya para Pablo Casado.

Atacó con dureza a Sánchez, dijo que no es de fiar y que su pacto de Gobierno volverá a pasar por negociar con los nacionalistas, incluidos «los cachorros de ETA que no han pedido perdón» y con los comunistas de Podemos. «Nos jugamos el futuro de España» y defendió sin tapujos la necesidad de «disolver el golpe de Estado» asegurando que solo así se podrá avanzar en otras cuestiones para mejora el país, como el empleo.

El legado valenciano

En clave valenciana, esbozó una petición de perdón. Dijo que los políticos «somos seres imperfectos», pero inmediatamente aludió a los avances conseguidos en la Comunitat Valenciana. «Tenemos una hoja de servicios y el que la tenga mejor que la ponga encima de la mesa». Defendió las infraestructuras que llegaron con la planificación del PP, de los resultados económicos o de la política de agua. «Tenéis que estar más que orgullosos, orgullosísimos».

Aznar acabó de meterse al auditorio en el bolsillo cuando acusó al actual Consell de seguir las tesis de los nacionalistas. «No estoy dispuesto nunca a que esta tierra sea un barrio secundario del nacionalismo catalán. No más manipulaciones ni culturales, ni históricos, ni lingüísticas, que no sigan jugando porque esta tierra es fundamental».

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, estaba eufórica por el apoyo que Aznar brindó a su candidatura a la Generalitat y la de María José Català, a la Alcaldía de la ciudad. Durante el acto confesó su admiración por Aznar, pero nombró al resto de presidentes populares. Insistió que el PP es el único que defiende la libertad, la educativa, la lingüística y la económica y atacó con firmeza a los nacionalistas. «No os fiéis de los que prometen el cielo en la tierra porque traen el infierno para todos».