Corrupción
Los «canales» que llevan al PP a ver una caja B en el PSOE
Las informaciones que llegan a Génova consolidan esa tesis y un «otoño caliente». Por eso citan en el Senado a Sánchez
Después de rodear con el dedo el detonador durante casi un año y medio, Alberto Núñez Feijóo lo pulsó ayer. Al fin. «Se acabó la huida», le dijo a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados durante la sesión de control, donde le comunicó, cara a cara, que su grupo lo sentará en el «banquillo» del Senado, en la comisión de investigación que pone la lupa sobre el «caso Koldo» y otros escándalos de corrupción que salpican a su Gobierno, su partido y su entorno personal. Por primera vez en democracia, un jefe del Ejecutivo en ejercicio tendrá que someterse a un tercer grado parlamentario por la corrupción.
Fuentes de Génova aseguran que el paso está medido. Y el «momentum» elegido no es casual. «Los hechos que hay encima de la mesa ahora mismo» constatan la teoría que llevan semanas difundiendo en el entorno de Feijóo: un «otoño caliente» de la corrupción que puede hacer saltar todo por los aires. El último informe de la UCO ha supuesto el impulso definitivo que esperaban.
La fotografía de un sobre con el membrete del PSOE y un fajo de billetes en su interior, el conocimiento de «pagos en B» a José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García Izaguirre, la jerga empleada por los miembros de la trama para referirse al dinero. «Soles, lechugas, folios, chistorras». En el PP ven muy posible que, la próxima semana, el juez del Tribunal Supremo abra una pieza separada que «investigue el sistema de pagos en Ferraz».
De forma paralela, según adelantan desde las filas populares a LA RAZÓN, presionarán a los socialistas para que «justifiquen los pagos» a sus dirigentes. Para el PP resulta clarificador el silencio de Óscar López, ministro de Transformación Digital y antaño jefe de gabinete de Sánchez, cuando en una entrevista le preguntaron si él también recibía pagos en metálico por sus gastos y dio la callada por respuesta. «¿Por qué manejaban tanto dinero en efectivo? ¿Por qué no demuestran los tickets y los extractos bancarios?». Todos los indicios, aseguran los populares, apuntan a una misma dirección: la existencia de una «caja B».
«La financiación ilegal sobrevuela» el PSOE
Resultó llamativo que, en el Pleno de este miércoles, la portavoz del PP, Ester Muñoz, le dijera en varias ocasiones a María Jesús Montero, vicepresidenta primera, responsable de Hacienda, número dos del PSOE y candidata en Andalucía, que «la financiación ilegal sobrevuela» otra vez por su formación. Y recordó que la primera condena por financiación ilegal en la democracia fue al PSOE, por el «caso Filesa».
En el PP repiten sin cesar esas dos palabras: «Financiación ilegal». Y en el Gobierno las niegan con la misma insistencia. Lo que está claro para el entorno de Feijóo es que el calendario judicial, cada día que pasa, se le complica más al Gobierno. Sánchez acudirá al Senado después de que Ábalos y Koldo repitan en el Supremo y antes de que dé comienzo el juicio al fiscal general del Estado. Para entonces, «el ruido» que hay en los medios lleva a los populares a afirmar que habrá un nuevo informe de la Guardia Civil fuera del horno. Y que el señalado será Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial. Tanto por los trapicheos en la compraventa de mascarillas en los tiempos de la pandemia, como por su presunta implicación en «la trama de hidrocarburos».
En la cúpula popular niegan manejar información privilegiada y aseguran que el «vaticinio» de Miguel Tellado el pasado viernes, cuando horas antes de ver la luz un informe lo anunció, fue puro azar. Casualidad o causalidad, lo cierto es que en el PP ven el horizonte más que complicado para Sánchez y, por eso, han decidido redoblar su oposición. Hasta el punto de, ahora sí, recurrir a un comodín que tenían en la chistera y que se resistían a utilizar.
Había muchas dudas internas, por tratarse de un hecho inédito. Pero la actitud de Sánchez ha sido decisiva. «Él ha dejado que los expresidentes del PP pasen por el Congreso y varias veces. Romper la institucionalidad te lleva por delante». Ahora la incógnita es quién preguntará al presidente del Gobierno. Si la portavoz del grupo, Alicia García, o un senador con colmillo afilado y que no se arredre ante el estilo depurado de quien responde con un «ánimo Alberto» a quien le anuncia una citación parlamentaria. Acaba de abrirse el bazar de las quinielas. Algunos barones consultados por este diario señalan a un perfil experimentado y poco aprovechado. Este es Fernando Martínez-Maíllo, que fue coordinador general con Rajoy: «Es bueno y tiene experiencia».