PP

Casado irá «a la yugular» de Sánchez en la investidura

Su objetivo será el presidente pero cerrará espacios a Rivera para competir con su partido por el liderazgo de la oposición.

Casado, ayer, en el Congreso con Esparza, que volvió a ofrecer su abstención a cambio de Navarra / Efe
Casado, ayer, en el Congreso con Esparza, que volvió a ofrecer su abstención a cambio de Navarra / Efelarazon

Su objetivo será el presidente pero cerrará espacios a Rivera para competir con su partido por el liderazgo de la oposición.

Genova empieza a airear que Pedro Sánchez quiere elecciones generales. Ahí explica Pablo Casado la «estrategia partidista y personal» con la que el presidente del Gobierno en funciones está gestionando su investidura. Sin negociación y dejando que pase el tiempo. Si Sánchez le vuelve a llamar al Palacio de la Moncloa, Casado acudirá a la cita, pero para ratificarse en el «no» que ya le trasladó en la última entrevista, a la que, por cierto, se negó a acudir Albert Rivera. «Me va en el sueldo ir si me llaman», puntualizó ayer Casado.

En el último encuentro Sánchez no le pidió nada ni tampoco le planteó negociar un plan de mínimos para intentar conseguir la abstención del PP. La tesis de que el candidato socialista esté intentado forzar nuevas elecciones la justifican en que el PSOE cree que esos comicios les beneficiarían, igual que también vendrían bien al PP, mientras que los grandes perjudicados podrían ser Vox y Podemos. La repetición electoral sostiene también la expectativa de que pueda servir de justificación a Ciudadanos para corregir su veto a Sánchez.

Casado firmó con el presidente de UPN, Javier Esparza, una declaración «por la dignidad de las instituciones» forales y de ámbito nacional», ocasión que aprovechó para exigir a Sánchez que no se manche las manos con los herederos del brazo político de ETA. Para frenar el pacto de los socialistas con los representantes del PNV, Podemos, IU y Bildu, la oferta es la abstención o incluso el voto a favor de los dos diputados que Navarra Suma (UPN) tiene en la Cámara Baja. «En Navarra se juega el futuro de España», sentenció Casado. Sánchez puede jugar la baza de forzar la repetición electoral en la comunidad foral, y de esta manera abrirse una doble salida en clave nacional. No enfada a los independentistas y al PNV al dejar la partida en tablas, y puede presionar a Ciudadanos con el argumento de que no se ha vendido a los de Bildu, como le echa en cara Albert Rivera.

Casado se quejó de que Sánchez haya perdido dos meses en los que ni siquiera se ha preocupado de intentar negociar un programa de gobierno. «Ni ha explicado qué quiere hacer en los próximos cuatro años ni con quién quiere hacerlo». El líder popular acusó también a Sánchez de anteponer sus intereses personales al interés general. Desde el PP recuerdan que las sesiones de investidura se pactan en reuniones de trabajo para decidir un mínimo programa en materia de empleo, justicia, educación o pensiones. «Nada ha hecho Sánchez porque en realidad en lo que está es en seguir una estrategia partidista y personal, y no para los intereses de los españoles», dijo.

Génova anticipa que el discurso de Casado en la sesión de investidura será «demoledor». Además de votar en contra, el líder popular atacará con toda su munición con el tiro puesto en un doble objetivo, Sánchez, como posible rival en unas nuevas elecciones, pero, sobre todo, Rivera. Será el primer gran duelo de esta etapa entre el líder del PP y el líder de Ciudadanos después de la apretada ventaja que el PP consiguió sobre Cs en las generales. Paró el «sorpasso», evitó que Ciudadanos repitiera la ventaja que consiguió en determinadas plazas en las autonómicas y municipales, y adelantó por los dos bandos al partido de Rivera en las europeas. Pero tanto en Génova como en la sede de la formación naranja saben que la gran batalla política de esta legislatura se va a librar en el Congreso de los Diputados.

Ese pulso con Rivera condiciona también los perfiles de los nombramientos que tiene en mente realizar Casado en su grupo parlamentario, e incluso en los ajustes en la dirección nacional.