Poder Judicial

El CGPJ entierra la dimisión en bloque y Bruselas urge la renovación

El debate en el Pleno se ciñe a la renuncia de una vocal progresista, sobre la que Mozo aún no se pronuncia

El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el vocal progresista Rafael Mozo
El presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el vocal progresista Rafael MozoAlberto OrtegaEuropa Press

Mientras los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ni siquiera llegaban ayer a votar en el Pleno la posibilidad de una dimisión en bloque abanderada por el exdiputado socialista Álvaro Cuesta –una iniciativa que ya había naufragado entre los propios consejeros progresistas–, desde Bruselas se volvía a apremiar a España a renovar la institución «con carácter prioritario».

Como antes hizo el comisario comunitario de Justicia, Didier Reynders (con visita a nuestro país incluida), la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourova, volvió a insistir en la necesidad de un relevo que se demora ya desde diciembre de 2018 por la falta de acuerdo entre el Gobierno y el PP. «La Comisión ha recomendado a España que proceda a la renovación del Consejo del Poder Judicial con carácter prioritario e inicie, inmediatamente después de dicha renovación, un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de sus jueces miembro, teniendo en cuenta los estándares europeos», reiteró Jourova desde el Parlamento Europeo, informa Ep.

A esa misma hora, los vocales del órgano de gobierno de los jueces pasaban de puntillas sobre esa renuncia colectiva que puso sobre la mesa Cuesta tras la dimisión anunciada por la también vocal progresista Concepción Sáez (fue elegida a propuesta de Izquierda Unida). Según fuentes del CGPJ, varios vocales dejaron clara su oposición a la dimisión, sobre la que el presidente del Consejo, Rafael Mozo, ni siquiera se pronunció en la sesión plenaria (sin su visto bueno Sáez no puede formalizar su adiós).

"No se ha votado nada de eso"

Planteada como una solución de emergencia para desbloquear la renovación del CGPJ (abocándole a un quórum incierto), la iniciativa fallida solo ha servido para poner de manifiesto la división existente en el bloque progresista, donde tras dos reuniones Cuesta y Sáez se quedaron solos en la defensa de ese portazo a la institución en pro de la esperada renovación que reclama de nuevo Bruselas.

«No se ha votado nada de eso», confirmaban fuentes del Pleno al concluir la reunión, que añadían que algunos vocales sí se habían pronunciado sobre la dimisión de Sáez, dejando claro que, aunque respetan su decisión (aludió a la «insostenible situación» creada por el bloqueo en la renovación), «no se comparten sus motivos». El propio Cuesta –que a día de hoy no ha presentado su renuncia– «ha elogiado su trayectoria y lamentado su marcha» por lo que entiende una merma en el pluralismo del CGPJ.

Pero el exdiputado socialista, apuntan fuentes del bloque conservador, «no ha hecho ni la menor alusión» a esa frustrada dimisión al alimón, «como si no fuera con él y estas dos últimas semanas no hubieran existido», algo que en el sector mayoritario ha causado, dicen, «perplejidad».

Una razón de carácter político "no es admisible"

En el orden del día del Pleno figuraba, a instancia de Álvaro Cuesta, el «análisis de la situación actual» del organismo tras más de cuatro años en funciones, con esa posible dimisión colectiva ya desactivada por el propio grupo progresista horas antes. En realidad, el debate al respecto lo acaparó la renuncia de Concepción Sáez, que dio el paso en solitario el pasado día 13 antes de que el exdiputado socialista promoviera esa especie de catarsis institucional para dejar bajo mínimos al CGPJ y forzar a Gobierno y PP a acordar el relevo.

Los vocales que más críticos se mostraron con ese paso atrás –tanto de un signo como de otro– han puesto de relieve que «no se puede aceptar esa renuncia con la justificación que plantea. Si la razón es carácter político, no es admisible. Esto es un órgano constitucional». Una de las vocales, la progresista Clara Martínez de Careaga, intervino incluso para descartar una posible dimisión.

Ahora, será el presidente en funciones el que decida si acepta o no el adiós de Sáez, que dejaría el CGPJ con 17 integrantes. En el sector mayoritario, muy crítico con la medida impulsada por Cuesta, ironizaban: «Ha tenido su utilidad. Después de esto, alguno ya ha consumido el cupo de tonterías».