Sistema PULS

La artillería española recupera su puño de hierro: el primer prototipo de sistema lanzacohetes Silam, con hasta 300 kilómetros de alcance, llegará en diciembre

El Silam llegará al Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña nº63 del Mando de Artillería de Campaña (MACA), con sede en Astorga (León), donde se integrará con las unidades operativas existentes

Prototipo del lanzacohetes Silam, de Escribano y Expal, sobre un camión Iveco 8x8
Prototipo del lanzacohetes Silam, de Escribano y Expal, sobre un camión Iveco 8x8Escribano

El próximo mes de diciembre marca un hito importante para la artillería del Ejército de Tierra español con la llegada del prototipo del nuevo Sistema de Lanzacohetes de Alta Movilidad (Silam). Este proyecto, con un presupuesto de 700 millones de euros, está liderado por las empresas españolas Escribano y Rheinmetall Expal Munitions, y su desarrollo promete modernizar significativamente las capacidades de artillería de España.

El Silam llegará al Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña nº63 del Mando de Artillería de Campaña (MACA), con sede en Astorga (León), donde se integrará con las unidades operativas existentes. El contrato incluye no solo la adquisición de doce vehículos lanzadores con POD/jaulas intercambiables sobre ruedas, sino también sus respectivos vehículos de municionamiento, vehículos de recuperación, alta movilidad para puestos de mando y reconocimiento, radares multifunción, y sistemas UAS de altas prestaciones. También se contempla la formación del personal y el suministro de lanzadores para enseñanza en academias de artillería y logística, junto con medios de instrucción y simulación.

El sistema PULS, diseñado por la israelí Elbit Systems, es la base tecnológica del Silam. Este sistema es autónomo y puede disparar varios tipos de proyectiles supersónicos desde una misma posición, eliminando la necesidad de mover unidades de artillería según el campo de tiro requerido. En el caso español, el Ministerio de Defensa prevé la compra de un lote inicial de 680 cohetes. En concreto, el programa recoge la adquisición de 288 cohetes guiados con alcance de 35 km (144 de fragmentación y otros 144 de penetración), más 16 pod de lanzamiento; 112 cohetes guiados de hasta 150 km (56 de fragmentación y 56 de penetración, y 28 pod; 64 cohetes de hasta 300 km (32 de fragmentación y 32 de penetración), más 32 pod; y 216 cohetes de entrenamiento con alcance de entre 7 y 15 km.

El sistema de fuego, es decir, el lanzador y la munición, junto con los accesorios que permiten la operación, tiene un importe de 414,2 millones (con impuestos), el sistema radar sale por 76,7 millones y los RPAS por 204,6 millones.

La producción de estos cohetes se llevará a cabo en España gracias a un contrato de 300 millones de euros adjudicado a Rheinmetall Expal Munitions. La entrega de estas municiones está programada para realizarse entre 2024 y 2027. Este desarrollo industrial también incluye la fabricación de elementos mecánicos, hidráulicos y electrónicos del lanzador por parte de Escribano, y la integración de sistemas blindados y estaciones de armas.

El plan industrial del Silam busca fortalecer la base industrial y tecnológica de la defensa en España. Empresas como GMV e Iveco España también están involucradas en la integración del sistema lanzacohetes en el sistema de mando y control de artillería Talos del Ejército de Tierra y en la provisión de plataformas de camiones 8x8, respectivamente. Además, otras compañías españolas están participando en el desarrollo y fabricación de diversos componentes, asegurando que una parte significativa del valor añadido del proyecto se quede en el país.

La decisión de optar por el sistema PULS, en lugar de otros como el Chunmoo de la coreana Hanwa o una versión del sistema Astros en alianza con la brasileña Avibras, se tomó después de considerar varias opciones. Esta elección cumple con los requisitos del Mando de Artillería de Campaña (MACA) y responde a las lecciones aprendidas de conflictos recientes, así como a los compromisos adquiridos por España en el marco de la OTAN.

La llegada del Silam devolverá a la artillería española una capacidad perdida en 2011 con la retirada del sistema Teruel. Además de mejorar la precisión y eficacia del fuego indirecto, permitirá alcanzar objetivos más allá de los 300 km, superando las limitaciones de las municiones lanzadas por cañón y adaptándose a las exigencias de los teatros de operaciones modernos.

En conclusión, el proyecto Silam no solo representa una mejora significativa en las capacidades de artillería del Ejército de Tierra español, sino también un impulso para la industria de defensa nacional, con la participación de múltiples empresas españolas en su desarrollo y fabricación. Este sistema proporcionará una capacidad de respuesta rápida y flexible, fundamental en los escenarios operativos contemporáneos.