Política

Ministerio de Justicia

«Delgado nunca tuvo una buena opinión profesional de Marlaska»

La ministra y Marlaska tuvieron una estrecha relación en los primeros años del juez en la Audiencia, pero luego la relación se enfrió.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, saluda ayer efusivamente en el Senado al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras hacerse públicos los polémicos audios de 2009 en los que se refiere a su ahora compañero en el Gobierno como «maricón». Foto: Rubén Mondelo
La ministra de Justicia, Dolores Delgado, saluda ayer efusivamente en el Senado al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras hacerse públicos los polémicos audios de 2009 en los que se refiere a su ahora compañero en el Gobierno como «maricón». Foto: Rubén Mondelolarazon

La ministra y Marlaska tuvieron una estrecha relación en los primeros años del juez en la Audiencia, pero luego la relación se enfrió.

La ministra de Justicia se esforzó ayer en defender su «estrechísima» relación con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska –con quien coincidió durante años en la Audiencia Nacional y a quien profesa, insistió, respeto «profesional y, también, personal»– tras hacerse públicos nuevos audios de su comida con el ex comisario Villarejo en la que se refiere a él como «maricón». Sin embargo, fuentes del citado tribunal consultadas por LA RAZÓN ciñen esa amistad únicamente a los primeros años del magistrado en la Audiencia, adonde llegó en abril de 2004. «Lola fue muy amiga de Fernando cuando éste llegó, pero luego se fueron alejando, aunque no de forma traumática», recuerdan. De hecho, en octubre de 2009, cuando se celebró la comida que ha puesto contra las cuerdas a la titular de Justicia «ya no había relación alguna entre ellos». De todas formas, no creen que ese desafortunado comentario sobre Grande-Marlaska obedeciera a una enemistad entre ambos.

Mientras duró esa relación afectuosa entre los dos, añaden esas mismas fuentes, «tenían amigos comunes e incluso salían con el mismo grupo, en el que también estaba Baltasar (Garzón)», que abandonó la Audiencia durante quince meses, entre febrero de 2005 y junio de 2006, tras solicitar una licencia por estudios en Nueva York.

Ese «respeto profesional» que asegura profesar la ministra por su compañero en el Gobierno de Pedro Sánchez también es cuestionada por las fuentes del tribunal consultadas por este periódico. «Nunca ha tenido una buena opinión profesional de Fernando, sobre todo en temas antiterroristas», apuntan. Respecto a los vínculos entre Garzón y el magistrado que lo sustituyó al frente del Juzgado de Instrucción número 5, no ofrecen dudas: «Baltasar no tenía una buena relación con Fernando, eso es cierto».

La difusión de las conversaciones de la ministra con Villarejo, Garzón y otros tres mandos policiales han causado perplejidad en la Audiencia Nacional. «Todo el mundo está mosqueado por la filtración –asegura un magistrado– y porque se estén utilizando esos audios para hacerle daño». Y más teniendo en cuenta, añaden, que esas grabaciones «ni siquiera están incorporadas a las causas en las que se investiga a Villarejo».

Una magistrada del citado tribunal se muestra indulgente con el comentario de Delgado de que prefiere «un tribunal de hombres», porque sabe «perfectamente por dónde van». «No creo que lo asegure en un tono discriminatorio, lo que realmente pretende decir es que los hombres son más transparentes». «Me parece peor lo del pobre Marlaska –añade–, y eso que parecían tan amigos. Cuando él era vocal del Consejo General del Poder Judicial y se veían se saludaban muy efusivamente». Y respecto a la familiaridad con los mandos policiales que evidencian las grabaciones lo deja claro: «Yo, desde luego, no concibo esas reuniones», y más tratándose del comisario Villarejo. «A mí ese “pieza” nunca me ha gustado», dice.

Un veterano de la Audiencia Nacional que conoce bien tanto a Delgado como a Grande-Marlaska no pasó ayer precisamente uno de sus mejores días. «Estoy muy triste –reconocía a este periódico–. Me ha sorprendido mucho lo ocurrido. Soy amigo de los dos y no es agradable». «Para Fernando debe ser bastante embarazoso», sostiene pese a las palabras del ministro quitando hierro a lo sucedido. Lo que sí tiene claro es que «cuando haces ese tipo de chascarrillos con alguien lo tienes que conocer», ahondando en esa sensación de familiaridad que evidencia la forma en que se dirigen unos a otros en la comida. En su caso, no pone paños calientes a las palabras de Delgado sobre sus preferencias de un tribunal masculino. «Es un comentario machista», dice. Y aunque, obviamente, no aprecia ninguna relevancia procesal a las grabaciones que han trascendido, sí critica los sucesivos cambios de criterio de la ministra de Justicia. «Lo que pienso que le está haciendo más daño son sus rectificaciones».