Interior

Las demandas de los funcionarios de prisiones para dejar de lamentar agresiones

Formación en defensa personal, ser agentes de autoridad y reubicación de internos son algunas de sus peticiones urgentes a Interior

El perfil medio del agresor a funcionarios de prisiones es el de un hombre menor de 40 años
Una prisión españolalarazon

Los funcionarios de prisiones quieren que la sucesión de agresiones a compañeros vividas el último fin de semana en tres cárceles de nuestro país sirvan para que, de una vez por todas, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior les de una respuesta "inmediata y efectiva" a sus demandas.

Los trabajadores piden, como explica el sindicato Acaip-UGT, que se deje de gestionar desde el Gobierno la seguridad penitenciaria a base de "parches, excusas y olvido institucional".

En primer lugar siempre aparece su histórica reivindicación. Que los funcionarios de los centros penitenciarios sean considerados como agentes de la autoridad, con la consiguiente protección jurídica que acarrea ostentar este status a nivel legal.

Quieren, asimismo, que se revise con urgencia el sistema de clasificación interior y ubicación de los internos más peligrosos para evitar que sean tan frecuentes los episodios de violencia en los que ellos son las víctimas.

Paralelamente, exigen que se implemente un nuevo protocolo integral para garantizar la prevención y eficaz actuación frente a las agresiones por parte de presos.

Como medida de autoprotección en el ejercicio de su puesto de trabajo, la agrupación sindical ve preciso que a los empleados se les dé formación en materia de defensa personal.

El problema lo ve también en que está pendiente un redimensionamiento de las plantillas en las prisiones, dado que, denuncia Acaip-UGT, no están cubiertas las nuevas necesidades en áreas clave como vigilancia, tratamiento y asistencia sanitaria. Hay que recordar que en la cárcel de Valdemoro (Madrid III), en la que este pasado domingo fue agredido un funcionario, no hay ni siquiera un médico.

Por último, echa en falta que la dirección de los centros lleve a cabo una asunción de responsabilidades porque -sostiene- la cúpula ha ignorado informes de peligrosidad sobre aquellos internos reincidentes.