
Interior
Fin de semana negro en prisiones: tres casos de funcionarios agredidos
Amenazas, un puñetazo a una trabajadora en prácticas y lanzamiento de sillas y papeleras. Siempre el mismo escenario: cárceles españolas

Las cárceles de nuestro país han vivido un fin de semana negro. Hasta tres funcionarios de prisiones han sufrido agresiones, que les han dejado heridas físicas o dolencias psicológicas, a manos de internos. Apenas 24 horas han pasado entre un suceso y otro en el que los trabajadores han sido víctimas de actos violentos en sus puestos de trabajo.
La sucesión de malas noticias para los funcionarios de Instituciones Penitenciarias comenzó en la tarde del pasado viernes, cuando un preso del centro Sevilla II (Morón de la Frontera), que sufre problemas mentales, estranguló a uno de sus compañeros y le profirió amenazas. "Te voy a matar. Tú no me vas a violar a mí", le llegó a decir, a gritos, mientras le propinaba una brutal agresión.
El goteo de violencia siguió ya el sábado y, esta vez, el escenario no estaba muy lejos: en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla. Una funcionaria recibió un fuerte puñetazo por parte de un recluso, mientras se llevaba a cabo una subida controlada de los internos del módulo de agudos, que son los que tienen un perfil más peligroso.

Uno de ellos, que ostenta un expediente con numerosos ataques con lesiones a empleados de las cárceles, en un momento dado, corrió hacia esta funcionaria, cuando se encontraba supervisando el cierre del departamento en que se hallaban. Cuando llegó a ella, se abalanzó y le pegó un puñetazo en la cara que llevó a la funcionaria a caer al suelo.
La rápida intervención de los funcionarios que se encontraban más cerca del lugar permitió que el episodio no fuera a más. Separaron al preso de la funcionaria afectada, que estaba en prácticas, para después reducirlo y llevarlo a su celda. Según trasladó el sindicato Acaip-UGT, la víctima, tras lo ocurrido, llegó a los servicios sanitarios en un evidente estado de nerviosismo y con señales de estrés postraumático.
El último suceso a lamentar tuvo lugar este pasado domingo, aunque ya en un centro penitenciario ubicado en otra comunidad autónoma. Dos hombres que cumplen su pena en la cárcel de Valdemoro, conocida como Madrid III, mantuvieron ayer una reyerta.
Tras estallar la trifulca, un grupo de trabajadores acudieron a mediar, pero, en ese momento, uno de los internos arrojó una silla y una papelera, entre otros objetos, a uno de los funcionarios.
Los enseres alcanzaron de lleno al empleado cuando estaba intentando parar el conflicto y sufrió un "fuerte golpe en la espalda y en la mano", lo que hizo preciso que recibiese atención fuera de la prisión, en un hospital. ¿La razón? Como recordaron desde el sindicato CSIF, en Madrid III ni siquiera hay un médico.
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