Política

Policía Nacional

Dos policías salvan de morir ahogados a dos personas que alijaban droga esta madrugada en La Línea

Cogieron una embarcación y remaron varios metros para salvarlos. Sufrían hipotermia

Imagen de una de las personas recogidas del agua por los agentes
Imagen de una de las personas recogidas del agua por los agenteslarazon

Luchar contra los alijos de hachís, de tabaco y devolver un poco el sentido de autoridad que se había perdido los últimos años en el Campo de Gibraltar son las principales razones por las que, desde hace un año aproximadamente, la Policía Nacional decidió reforzar la seguridad en la zona enviando grupos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de otras comunidades autónomas que se han ido turnando a lo largo de todo este tiempo. Estos días está allí un grupo de Madrid y esta madrugada hicieron una destacada intervención.

Sería cerca de las cinco de la madrugada cuando interrumpieron una descarga en el puerto de La Atunara, en la Línea de la Concepción. Una veintena de personas (las llamadas “collas”) participaban en la descarga de un cargamento principalmente de tabaco (aunque, según fuentes policiales, últimamente esconden algún paquete de hachís) cuando se vieron sorprendidos por agentes de la Policía Nacional. En la embarcación había dos personas que lograron escapar con parte de la carga y de los participantes en la cadena para esconderlo en “guarderías” lograron huir a la carrera. Pero dos de ellos, que resultaron ser padre e hijo, no vieron vía de escape y decidieron tirarse al mar tras forcejear y tratar de tirar al agua a dos policías, según las mismas fuentes. No sabían apenas nadar y las fuertes corrientes complicaron aún más su situación. Al parecer, suelen hacer eso porque esperan que la embarcación (la “goma”) regrese a rescatares en breve espacio de tiempo. En este caso, la urgencia era mayor.

Los agentes comprobaron cómo se estaban metiendo cada vez más dentro del mar por las fuertes corrientes de esa noche. Aunque avisaron a la Guardia Civil, que es el organismo competente para rescates dentro del agua, los policías vieron que la vida de estas dos personas estaba claramente en peligro y decidieron actuar ellos. Tomaron una de las embarcaciones que había en el puerto, un pequeño bote y a remo (el motor, sin la llave, no funcionaba) dos policías llegaron hasta los dos delincuentes. Su estado era delicado: no paraban de vomitar y presentaban una fuerte hipotermia, según los testigos. Así, al llegar a puerto (de nuevo, a remo entre dos agentes) fueron ingresados en el Hospital de La Línea con síntomas de hipotermia. Tras recibir el alta a las pocas horas, fueron trasladados a la comisaría de Policía Nacional de la localidad acusados de desobediencia y atentado a agente de la autoridad, ya que increparon a los agentes y trataron de tirarles al agua, donde finalmente cayeron ellos sin saber a penas nadar, según las mismas fuentes.

También se tramita a través de la Delegación del Gobierno la infracción administrativa que supone el contrabando de tabaco siempre que no supere los 7.000 euros de valor, por lo que nunca llevan más de esta cantidad. El trapicheo con el tabaco sigue siendo uno de los problemas de esta localidad, que lleva enquistado ya muchos años. Un alto porcentaje de familias de La Línea se dedican en mayor o menor medida a este negocio porque socialmente no está mal visto entre ellos. La mayoría se encargan de recogerlo en suelo ya español y transportarlo con motillos a un sitio seguro. Lo sacan de Gibraltar y aunque a veces simplemente lanzar una mochila de un lado a otro de la valle, ayer, como tantas veces, utilizan lanchas que para alijar en la playa que esa noche no cuente con vigilancia policial. Para cerciorarse de los movimientos policiales cuentan con eslabones de la cadena que se encargan de dar avisos por sistemas de comunicaciones o móviles sin posicionamiento GPS. Se llaman “puntos” o “aguadores”. También desde las viviendas particulares -sobre todo el el barrio de El Zabal y La Atunara- encargan de ir avisando por dónde va pasando la Policía y muchas de ellas hasta cuentan con torretas para hacer las veces de mirador.