
Crónica parlamentaria
Españoles, Franco ha muerto y Sánchez últimamente no se encuentra muy bien
Feijóo desaprovecha la oportunidad y Sánchez abandona a Montero ante los golpes de la UCO.

Han pasado tan solo unos meses (menos de los que podría parecer) desde que Pedro Sánchez acudió al museo Reina Sofía, la plaza que reserva para las grandes ocasiones, y puso en marcha todo ese porrón de actos anunciados para celebrar la muerte de Franco. Decían que era para conmemorar la llegada de la democracia, pero eso no sucedió en 1975 y hay serias dudas de que siga habiendo Gobierno progresista -así lo llaman- para cuando el verdadero aniversario llegue allá por 2028.
Quién le iba a decir a Sánchez ese día, mientras escuchaba la versión apócrifa de Libertad sin ira que cantó Jimena Amarillo y descolocó a tantos boomers como él, que cuando se cumpliera el aniversario de la muerte del dictador, mañana, nadie estaría hablando de Franco sino de él mismo. De la corrupción en su partido, en su familia y en su Gobierno, para ser más exactos. Como pasa con el agua y el aceite, los informes de la UCO pesan más que las cortinas de humo.
Las nuevas averiguaciones de la Guardia Civil han monopolizado la sesión de control al Gobierno de este miércoles. Le han regalado al PP el eslogan de que Sánchez preside "el Gobierno del 2%" y los populares se han dejado la piel (sudar la camiseta lo llama el presidente) para intentar que cale. Eso sí, algunos lo han logrado con más suerte que otros. Pero ahí quedan frases como que "la cloaca es Ferraz y usted la ha llevado a la Moncloa" o que "su moción de censura no fue contra la corrupción, fue para la corrupción de su cuadrilla".
De hecho, el propio Alberto Núñez Feijóo ha desaprovechado la oportunidad de poner al presidente ante el espejo, le ha acorralado poco, y Sánchez ha usado sus minutos para irse sobre la tangente, hablar un poco de Carlos Mazón y de lo bien que va España gracias al PSOE, y asunto resuelto. Luego, han llegado Junts y Bildu y ni siquiera le han preguntado a Sánchez por la corrupción. A Junts le interesan las cesiones a Cataluña y a Bildu, ojo, la no existencia de una selección vasca de diversos deportes.
Para algunos, los asuntos de la corrupción no gustan, claro que no, pero tampoco conviene ponerse tremendos. Para poder seguir poniendo el cazo es necesario que Sánchez siga ahí. Y el presidente lo ha aprovechado para decir que Cataluña va mejor que hace unos años, en parte gracias a Junts, y de las bondades de la pelota vasca, y se ha ido.
Normalmente, el presidente suele quedarse a escuchar y a apoyar con su presencia a sus vicepresidentas, pero hoy no ha sido uno de esos días. Dirán las malas lenguas que por la corrupción, dirán las oficialistas que por la agenda, pero el caso es que María Jesús Montero se ha quedado sola ante el rapapolvo de la oposición. Y después de ella, Félix Bolaños. Y después, el siguiente. Y cada uno ha intentado defenderse como ha podido, en soledad, intentando explicar que el caso de la Diputación de Almería es igual al de Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García. A lo mejor en sus casas les han creído, quién sabe.
El único que se ha librado de los escándalos de la corrupción ha sido el PNV. El PP, a ellos ni mu. Por la gracia de Dios, o porque una cosa es denunciar mordidas y otra muy distinta decir adiós a cinco diputados que quieres que antes o después voten a tu compás. De nuevo, quién sabe.
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