Congreso Nacional del PP
Feijóo dibuja un nuevo PP para "ir a por todo"
El líder del PP mezcla en su nuevo organigrama a técnicos, perfiles moderados y también voces para quitar espacio a Vox. En su formación aseguran que "a la siguiente, sí será la vencida"
Desde este viernes y hasta el próximo domingo, en Ifema, Madrid, tiene lugar un congreso nacional que será trascendental para el futuro del Partido Popular. El vigésimo primero. Alberto Núñez Feijóo resultará elegido presidente por aclamación y por segunda vez, para un segundo asalto. El Último. No habrá más batallas contra Pedro Sánchez. Queda una sola bala en la recámara.
Si no logra hacerse con el poder en las próximas elecciones generales, regresará a su Galicia, donde fue virrey durante 13 años. De allí partió un mes de abril de 2022 para reconstruir un partido roto por las guerrillas internas. Puso orden en tiempo récord y, en cuestión de un año, arrasó en las municipales y autonómicas, pero también sufrió el mayor gatillazo que se recuerda en democracia, con una victoria pírrica que le dejó a las puertas de la Moncloa con las maletas en la mano.
Ahora, dentro de su formación nadie pone en duda que a la siguiente, sí que sí, irá la vencida. Con la catarata de escándalos de corrupción que inunda al Gobierno y al PSOE, la dirigencia pepera considera imparable el cambio de ciclo. Las incógnitas son: cuándo y por cuanto margen.
En el mercadillo de opiniones existen todo tipo de teorías: que si la legislatura no llegará a otoño, que será en el primer semestre del próximo año, que en 2027. Sea cuando fuere, el líder popular quiere un equipo «electoralizado». Con las espadas en alto. Por lo que pueda pasar. De ahí el papel que asumirá Miguel Tellado, el próximo secretario general. Tendrá poderes plenipotenciarios. Ayer, el equipo de comunicación del PP comunicó que se hará cargo de Organización, con un «mando único en la gestión de los asuntos internos del partido, la relación con las autonomías y el diseño y la planificación de los procesos electorales».
La segunda persona con más exposición dentro del organigrama será Ester Muñoz, portavoz en el Congreso de los Diputados. Dos generales de carácter combativo y verbo afilado con los que Feijóo quiere ocupar todo el frente en la lucha final contra el «sanchismo». Hay cierto temor en el politburó gallego a que la consecución de escándalos que asfixia a Sánchez acabe relanzando a Vox. El presidente popular ha hecho sus números y calcula que para poder gobernar en solitario necesita diez millones de votos. Por encima de 160 escaños. Todavía lejos de las perspectivas actuales.
Unir a "todo lo que está a la derecha del PSOE"
Los últimos sondeos que obran en su poder apuntan a un crecimiento por el flanco izquierdo, y no por el derecho, donde recupera terreno Santiago Abascal. Para la ansiada «mayoría suficiente» es necesario pescar en ambos caladeros. En realidad, la meta final es protagonizar una nueva reunificación de la derecha, como en su día José María Aznar, que ensanche lo que se conoce como la «base social» con «todo lo que está a la derecha del PSOE».
A fin de persuadir a electores de cada casa, Feijóo actualizará el ideario del PP con una única ponencia política que se ha redactado con la ambigüedad suficiente como para poder contentar a las distintas sensibilidades de la formación. El resultado final: 888 enmiendas al texto, cuando antaño, en anteriores congresos, se contabilizaban por miles. Lejos de definir cuál es la postura del partido en cuestiones sociales que tradicionalmente despertaban suspicacias entre los dirigentes más moralistas, caso del aborto, la eutanasia o la gestación subrogada, el presidente popular ha optado por una fórmula ingeniosa: enterrar debates que pudieran reabrir viejas heridas.
Tampoco ha querido definir la relación que el PP puede tener con terceros. El único límite establecido para sellar un pacto con otro partido es la Constitución. Aunque, en este punto, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, pidió añadir un párrafo que clarifique otra línea roja: nada de «pactos de gobierno con aquellas fuerzas que incluyan entre sus objetivos subvertir el orden constitucional». A última hora de este jueves, ambas partes sellaron un acuerdo con el que Génova se salía con la suya, con un mero retoque para remarcar que, en materia de pactos, «la defensa del Estado, la Nación y el orden constitucional sean objetivos irrenunciables».
No se han agitado las aguas con un «nudo gordiano» que estaba pendiente de resolver: el sistema de primarias. Saltaron las alarmas cuando Isabel Díaz Ayuso dijo que defendería «un militante un voto». Finalmente, todos están de acuerdo con un modelo híbrido, que se inspira en el sistema electoral español, por el que los afiliados votan a los compromisarios, que se presentan en nombre de una candidatura y que, en una segunda votación, eligen al presidente de la formación.
Con la casa del adversario en llamas, Feijóo ha programado un congreso más bien ligero, en el que participarán los expresidentes del Gobierno, Aznar y Mariano Rajoy, el primer ministro portugués, Luis Montenegro, y el líder de la formación en Europa, Manfred Weber. Para centrar toda la atención en los dos discursos de Feijóo, su equipo ha ido desvelando en esta semana, nombre a nombre, cómo será la configuración de la dirección que le acompañará en la nueva etapa. Una combinación de los nombres que ya estaban con algunas caras nuevas.
Cuca Gamarra será vicesecretaria de Justicia, Interior y Defensa; Alma Ezcurra, de Coordinación Sectorial; Carmen Fúnez, de Sanidad y Políticas Sociales; Jaime de los Santos, de Educación e Igualdad. Salvo sorpresa, siguen en sus puestos: Borja Sémper como portavoz nacional, Elías Bendodo, al frente de la Coordinación Local y Autonómica y Análisis Electoral, y Juan Bravo, responsable de Economía. Queda por resolver la incógnita del Senado, donde hay dudas con la continuidad de su portavoz, Alicia García.
Saldrán la aragonesa Ana Alós y, según la mayoría de dirigentes, la madrileña Paloma Martín, que lleva Desarrollo Sostenible con competencias en Energía y Vivienda. En las quinielas figura un fichaje estrella: Alberto Nadal, que podría ocupar esta cartera. Distintas personas del entorno de Feijóo confirman su incorporación. En su día, fue secretario de Estado de Energía y, también, de Presupuestos y Gastos. Su hermano, Álvaro Nadal, fue ministro de Energía.