Acaip-UGT
Funcionarios de prisiones condenan la agresión sexual de un interno a una compañera
Denuncia Acaip-UGT que no se puso en marcha ninguna medida, pese a que hay informes de la fijación del preso por las trabajadoras de Sevilla II
El sindicato Acaip-UGT ha mostrado su pública condena por la agresión física sexual que sufrió el lunes una compañera funcionaria de prisiones a manos de un preso en la cárcel Sevilla II.
La agresión sexual se produjo durante la bajada a las celdas cuando el interno que se negaba a realizar las actividades rutinarias de la jornada se ha abalanzado contra una funcionaria y le ha agarrado fuertemente los pechos.
La trabajadora ha logrado zafarse, pese a que el recluso ha continuado su intento de agredirla, mientras le profería insultos sexuales.
La situación ha podido quedar finalmente controlada gracias al auxilio que le han dado otros compañeros. El interno agresor ha sido trasladando a aislamiento a la espera de que se tome algún tipo de medida disciplinaria en su contra.
Desde Acaip-UGT denuncia que este apresado ya había mostrado en anteriores ocasiones la fijación que sentía por las trabajadoras del centro penitenciario.
De hecho, desvelan, hay informes previos que alertaban sobre su comportamiento en este sentido sin que nunca se hubiesen tomado ningún tipo de precauciones.
Denuncian, asimismo, este colectivo profesional que ni la dirección del centro, ni la secretaría general de Instituciones Penitenciarias están valorando "debidamente" en el tipo de políticas que implantan "el riesgo que existe dentro de las prisiones, provocando una doble inseguridad en los centros
Esta agresión sexual a una funcionaria se suma, recuerdan desde el sindicato profesional, a los numerosos los actos violentos contra los trabajadores de cárceles que no dejan de aumentan.
Especialmente, apuntan, "se ha producido un alarmante aumento de las agresiones de carácter sexual contra trabajadoras por parte de internos". Lo relacionan con que no se atienden a "las señales de alarma que se dan desde los módulos" y se suele actuar a posteriori, "una vez se ha producido el acto" contra su libertad sexual.
Con los datos en la mano, exponen que el pasado 2023 más del triple de las que se produjeron en 2021 y un 12% más que el año inmediatamente anterior, 2022.
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