
Opinión
«El gran atasco» de Cortázar se hace realidad en el Sur
Los ministros de Transportes de Sánchez nunca se han dedicado a trabajar para solucionar problemas

En «La autopista del Sur», Julio Cortázar narra un monumental atasco que se prolonga durante varios días, afectando gravemente a la mentalidad de los viajeros y a su forma de entender y afrontar el reto que deben encarar. Este cuento, que ya de por sí tiene un título evocador y que inspiró una película llamada «El gran atasco», encaja como anillo al dedo con lo que el pasado miércoles ocurrió en la autovía del Mediterráneo, en la zona oriental de la provincia de Málaga.
Decenas de miles de ciudadanos nos vimos atrapados, sin opción alguna de escapar, en una brutal caravana de vehículos que puso de los nervios incluso a las personas más pacientes. Un accidente en un túnel mantuvo cortados dos carriles de la autovía en sentido Cádiz durante más de cuatro horas, con el consiguiente impacto emocional y económico sobre toda la provincia. No es admisible que no hubiera un equipo de intervención rápida que solucionase este incidente ni que tampoco se pusieran en marcha desvíos o carriles reversibles, como hemos pedido en muchas ocasiones.
Niños y profesores que no podían llegar a sus centros educativos, personas que llegaron muy tarde a sus puestos de trabajo, que perdieron sus vuelos o trenes, negocios que no podían abrir… Incluso se tuvo que retrasar el pleno de la Diputación de Málaga.
Un verdadero caos, una tortura, que tiene muchas consecuencias y también unos responsables con nombres y apellidos. El Gobierno de Pedro Sánchez tiene declarada la guerra a la provincia de Málaga, a Andalucía y me temo que al resto de España en donde no gobierne el PSOE o los nacionalistas. En siete años no ha invertido nada y, lo que es peor, no tiene intención ni un plan para revertir esta situación, a pesar de todas las alternativas y propuestas que hemos puesto sobre la mesa. El Ministerio y la DGT son los únicos que no han visto venir este colapso, que no es cosa de un día.
Los ministros de Transportes de Sánchez nunca se han dedicado a trabajar para solucionar los problemas de movilidad de la provincia de Málaga, que son muchos. Raquel Sánchez se encargó de planificar el desvío de las inversiones en materia de infraestructuras a Cataluña y a otros territorios para contentar a los socios independentistas del Gobierno; Ábalos… bueno, ya sabemos todos a lo que se dedicaba junto con Koldo y Jessica, lo sorprendente es que nadie del Gobierno supiera nada; y ahora tenemos un ministro, Óscar Puente, cuya principal misión es insultar y bloquear en redes sociales.
Todo esto se traduce en siete años de abandono y castigo al área metropolitana que más crece de España. La provincia de Málaga, según datos del Instituto Nacional de Estadística, aumentará en más de 300.000 habitantes en los próximos años, de modo que en 2031 se convertirá en la más poblada de Andalucía, con dos millones de habitantes. Y esta área, que comprende toda la franja costera malagueña, el área metropolitana en torno a la capital y que se extiende hasta el Campo de Gibraltar, precisa de un plan con acciones a corto, medio y largo plazo, entre las que se encuentran mejores accesos, un tercer carril en la A7 (autovía del Mediterráneo), carriles reversibles y una segunda ronda Este que alivie y evite colapsos como el sufrido el pasado miércoles, que, lamentablemente, se repiten con frecuencia.
El Gobierno frena el crecimiento de Málaga con una estrategia de «parálisis por el análisis», y es hora de pasar a los hechos, a la acción. Un tren litoral que conecte toda la Costa del Sol es una urgencia. No podemos perder ni un segundo más, porque estamos hablando de una infraestructura que utilizarían más de 60 millones de viajeros al año. Y también es prioritario liberar la autopista de peaje AP7, la más cara por kilómetro de España, o al menos bonificarla de verdad, como se ha hecho en otros territorios; ampliar y mejorar los accesos de nuestras autovías y autopistas, así como afrontar sin demora la ampliación del aeropuerto y de la estación de ferrocarril, fundamentales a la hora de entender el dinamismo y la riqueza que crea la provincia en beneficio de toda Andalucía y de España. Es la hora de Málaga y el Gobierno no puede estrangular el crecimiento de una de las zonas más dinámicas y pujantes de España.
* Francisco Saladoes presidente de la Diputación de Málaga y alcalde de Rincón de la Victoria
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