Audiencia Nacional

La Guardia Civil ve una "clara humillación" a las víctimas en la Semana Grande de Bilbao

Tras una denuncia de Dignidad y Justicia, señala en un informe el enaltecimiento de presos de ETA por parte de la comparsa "Txori Barrote"

Pegatina repartida en la caseta de "Txori Barrote" con la foto de los 19 etarras
Pegatina repartida en la caseta de "Txori Barrote" con la foto de los 19 etarrasArchivo

La Guardia Civil considera que la exhibición de un mural con fotos de 19 presos de ETA en la «txozna» (caseta) de la comparsa «Txori Barrote» durante la «Aste Nagusia» (Semana Grande) de Bilbao del pasado agosto, «enalteciendo su figura», supuso una «clara humillación» a las «víctimas directas o indirectas» de los terroristas. Así lo asegura en un informe –al que ha tenido acceso LA RAZÓN– remitido al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que investiga la posible existencia de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas tras la denuncia interpuesta el 23 de agosto por el presidente de Dignidad y Justicia (DyJ), Daniel Portero. Como ha sucedido en años anteriores, el presidente de la asociación de víctimas se quejó de que en ese panel de fotos (que también se repartió en pegatinas) se incluía a los asesinos de su padre, el fiscal jefe de Andalucía Luis Portero, a quien ETA mató en Granada el 9 de octubre de 2000. Dyj también pidió a la Audiencia Nacional que investigase la venta de objetos y comida a favor de los presos etarras tanto en la «txozna» de «Txori Barrote» como en la de «Kaixo» y el destino del dinero recaudado.

Tras recibir la denuncia, el magistrado Joaquín Gadea –juez de refuerzo del juzgado de García Castellón– pidió informes al respecto a Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza. Ahora, el Instituto Armado desgrana a lo largo del documento, y sus correspondientes anexos, el historial de los presos homenajeados y los motivos por los que concluye que no se trata de «acciones aisladas fruto de la improvisación de sus organizadores», dado que existen numerosos precedentes por los mismos motivos (plasmados en una decena de diligencias judiciales). Este tipo de acontecimientos, deja claro la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Guardia Civil, constituyen una «pauta regular» de la izquierda abertzale que denota «una estrategia organizada y dirigida a la reivindicación de los intereses de los presos de ETA».

De "Txeroki" a "Gadafi"

Los agentes han identificado las fotografías de los etarras Ángel María Tellería; Arkaitz Aguirregabiria; Asier Mardones; Beatriz Etxebarria; Fernando García Jodrá (condenado por el asesinato del exministro socialista Ernest Lluch); el exjefe «militar» de ETA Garikoitz Aspiazu, «Txeroki»; Harriet Iragui y Jon Igor Solana (condenados por el asesinato de Luis Portero); Ibai Beobide, «Manex»; Iker Olabarrieta; Iñigo Zapirain (condenado por matar al brigada Luis Conde y al policía Eduardo Puelles); Iurgi Garitagoitia; Javier Abunza; Jon Mirena San Pedro; el exdirigente de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, «Gadafi», condenado, entre otros, a 156 años de cárcel por su participación en el asesinato del guardia civil Ricardo Couso; Liher Aretzabaleta; Óscar Barreras; Raúl Ángel Fuentes y Unai Fano. Todos ellos, constatan los autores del informe, están actualmente en prisión y fueron condenados «por delitos graves de terrorismo».

Desde su creación en octubre de 1996, apunta la Guardia Civil, la actividad de «Txori Barrote» ha estado dirigida «a mostrar su apoyo y reivindicar derechos para los presos de ETA» en el marco de las fiestas de Bilbao, «lo que ha sido profusamente denunciado por las asociaciones de víctimas del terrorismo».

Simbología de Gestoras

En cuanto a la última edición de la Semana Grande de Bilbao, el informe señala que la «iconografía y leyendas» que figuraban en la caseta de la comparsa denunciada se corresponde con la simbología utilizada en su día por la ilegalizada Gestoras Pro-Amnistía, recogida en la actualidad por las organizaciones de apoyo a los presos de ETA Sare y Etxerat.

El informe policial incide en el hecho de que la instalación de estas «txoznas» obedece a «consignas basadas en aspectos como la propaganda, la recaudación y la visibilidad y difusión del colectivo de presos de ETA, enalteciendo de este modo su figura». Algo que, subraya, acarrea la «consiguiente repercusión y el efecto de esta sobre las víctimas directas o indirectas de sus delitos, pudiendo considerarse además una clara humillación hacia su persona».

Portero denunció la exhibición «pública y ostentosa» de 19 relojes con los nombres de pila de presos de ETA. Pero la Guardia Civil descarta que las horas marcadas en esos relojes (con el nuevo logotipo de Etxerat, dos puntas de flecha encontradas) tengan un significado especial, dado que «se encontraban en movimiento».

La Guardia Civil recalca que no es la primera vez que «Txori Barrote» es denunciada por hechos similares, pues resulta «frecuente» desde su creación «la exhibición de fotografías de presos de ETA y las muestras de apoyo a este colectivo, ya que se fundó como comparsa pro amnistía».

Las condenas por enaltecimiento de ETA cada vez son más escasas en la Audiencia Nacional. En su última memoria, la Fiscalía de este tribunal ya reseñaba que la disolución de la banda terrorista ha hecho que ese delito sea en la actualidad «de casi imposible condena». El año pasado, de hecho, se contabilizaron trece actos de esta naturaleza. La jurisprudencia ha reiterado la necesidad de que la exaltación de la banda terrorista o a sus miembros supongan un riesgo, aunque sea abstracto, de «la comisión de ilícitos penales», algo que no aprecian los jueces tras la disolución de ETA.