Terrorismo
Guerra policial sin descanso contra los «ciberyihadistas»
Los terroristas se sirven de las redes sociales para difundir contenidos con el objetivo de adoctrinar a los más jóvenes, incluidos los menores de edad
En las últimas semanas se han desarrollado en España una serie de operaciones contra el yihadismo cuyo denominador común era el adoctrinamiento de jóvenes, incluso menores de edad, a través, entre otros medios, de la acción de los que se ha dado en llamar «muyahidines virtuales», que difunden las ideas y consignas de las bandas yihadistas a través de las redes sociales.
Es una guerra que se libra en silencio, frente a los ordenadores, en los que los «ciberpatrulladores» (agentes de las Fuerzas de Seguridad especializados) tratan de localizar y centrar a los miembros del «cibercalifato» del Estado Islámico (Daesh, Isis) y sus homónimos de Al Qaeda.
Los yihadistas no hacen otra cosa que seguir las órdenes de los cabecillas de Isis que, en una reciente publicación, advertían de que la juventud musulmana se «enfrenta a un ataque doctrinal y moral, a actividades sistemáticas y vigorosas, para separarlos de su religión en general y de la adoración de la yihad en el camino de Dios en particular», con los señuelos de la «libertad personal» y «evolución». La respuesta –agregaban– está en seguir las ideas-fuerza que les hacen llegar a través de las redes sociales. Y ofrecían ejemplos de los «primeros jóvenes» que abrazaron el Islam.
Estas operaciones policiales obligan a los cabecillas yihadistas encargados de ello a tratar de perfeccionar sus sistemas de encriptación y a intentar identificar a los que se infiltran en sus redes como unos aspirantes a «lobos» solitarios.
Con todo, la labor de los expertos antiterroristas está logrando causar, dentro de la obsesión propia de los fanáticos, que ven enemigos por todas partes, debates en los que se llega a cuestionar si las plataformas creadas por el propio Estado Islámico, como «Horizons», que apareció por primera vez en 2016 en una página oficial de Isis, son elementos seguros o están en manos de los «infieles». Es bueno que ocurran estas cosas, porque causan confusión e inseguridad entre los terroristas.
"No hay confianza en internet"
Horizons se presentaba como un nuevo sistema seguro ante la injerencia de las potencias extrajeras, para que los terroristas pudieran comunicarse entre ellos a través de Internet. Las cosas han cambiado y, esta misma semana, un militante del Estado Islámico lanzaba la alerta en una página oficial de la banda. «No hay confianza en internet», subrayaba en medio de señalamientos sobre si un determinado usuario era, en realidad, un agente de inteligencia infiltrado.
Y lanzaba una advertencia: «Simplemente diga que quiere inmigrar (a zonas de combate) o que quiere donar dinero a sus hermanos y se encontrará hablando con los servicios de inteligencia de todo el mundo y todas las personas le dirán que pueden ayudar. Pero, al poco tiempo, te encuentras en la prisión más cercana con un interrogador».
Horizons, que se presentaba como un sistema fiable para «burlar al enemigo» y poder comunicar, con la mayor seguridad posible, las noticias, mensajes y propaganda que a diario difunde la banda terrorista, ya no lo es tanto. Un éxito policial, sin duda.
Aquel mensaje triunfalista que se lanzó se ha difuminado: «Nuestros equipos de soporte técnico están enteramente preparados para guiar a los hermanos y que puedan resolver los problemas técnicos y de seguridad». «Pedimos a Alá que nos guíe a lo que es justo y nos ayude contra el enemigo», subrayaban ahora.
Evitar atentados terroristas
Otro de los que desconfían en estos momentos de esta plataforma, escribía también esta semana: «Quiero comentarles a los hermanos lo que sé sobre esta institución, y la verdad es que sé mucho, pero mencionaré lo suficiente para entender la situación de esta institución y otras que usan el nombre del Estado Islámico en Internet e incluso en los consejos musulmanes. Sepa primero que esta institución no está afiliada de ninguna manera con el Estado Islámico, y los funcionarios de Isis no saben quién realmente la dirige. La institución ha utilizado el nombre (Técnico del Estado) para brindar asesoramiento técnico a los partidarios del Estado sin permiso de cualquier persona en el Estado, por lo que los hermanos en la Oficina Técnica Central, ya en 2016, hicieron una advertencia oficial en su contra». Y añadía: «Les menciono esta información porque es útil para aquellos que quieren protegerse y proteger su trabajo de los servicios de inteligencia globales», subrayaba. «Hoy en día, ya no es posible formar equipos de ingeniería y trabajar estrechamente para desarrollar y difundir políticas, debido a las prioridades cambiantes en este momento», concluía.
El combate entre los «ciberpatrulladores» y los «ciberyihadistas» se desarrolla las 24 horas del día los 365 días del año. Es incalculable el número de atentados terroristas que se han evitado gracias al trabajo de los agentes, que no son valorados de forma suficiente por la opinión pública.
La amenaza, creciente, que supone el yihadismo solo se percibe cuando ocurre una desgracia en forma de ataque o atentado y los terroristas se salen con la suya. Entonces, la ciudadanía se asusta, pero, a los pocos días, todo ha pasado. No es así y las redes sociales, en las que se libra esta particular batalla, son una prueba de ello.
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