Política

España

¿Hacia unas terceras elecciones?

Los expertos creen que la presión de los ciudadanos obligará a los partidos a buscar un pacto de gobierno aunque no descartan una repetición electoral.

Los expertos creen que la presión de los ciudadanos obligará a los partidos a buscar un pacto de gobierno aunque no descartan una repetición electoral.

Este domingo los españoles están llamados de nuevo a las urnas, en las que serán las cuartas elecciones en cuatro años. Todos los partidos prometen que llegarán a acuerdos para desbloquear la situación tras los comicios, aunque lo cierto es que durante el debate del pasado lunes, las formaciones no dieron pistas sobre los posibles pactos. Es más, el PSOE volvió a proponer que se modifique la Ley Electoral para que gobierne la fuerza más votada en caso de bloqueo. Y es que todas las encuestas auguran una fragmentación parlamentaria similar, si no mayor, que tras las elecciones del pasado abril: el riesgo de nuevas elecciones en 2020 es alto.

VERÓNICA FUMANAL

Presidente de la Asociación Comunicación Política (Acop)

Imposible una gran coalición

La incógnita sobre cómo realmente se va a poder efectuar una mayoría parlamentaria sigue en el aire. Es verdad que Pedro Sánchez confirmó cuál es su única opción: que el resto le apoye para dejar votar a la lista más votada, mientras que Iglesias confirmó que sigue optando por el gobierno de coalición. Las dos fuerzas que lo dejaron un poco más en el aire fueron Albert Rivera, que ha cambiado su posicionamiento, y luego estaría el PP, que todavía no está sometido a la presión que estará sometido después para que pueda abstenerse o dejar gobernar al PSOE porque viendo un poco la tendencia de las encuestas, el PP tampoco pierde la esperanza de que al final pueda salir una jugada como la de Andalucía con un ascenso brutal de Vox. Lo que está claro es que con los números que tenemos ahora, la abstención del PP no sería suficiente. Es decir que si el PSOE saca en torno a los 120 diputados, y el PP 100, si los populares se abstienen, el PSOE no puede gobernar, y eso pasó en las elecciones de Rajoy. La abstención del PSOE llegó después de que el PP armara una mayoría con Cs. Creo que políticamente es muy complicado que el PSOE llegue a un acuerdo con UP y que el PP se abstenga. La posibilidad de una gran coalición yo no la veo en España porque elimina el sistema de alternancia política que hemos tenido hasta ahora. Si te fijas en Alemania el PSD está totalmente reducido, el de Angela Merkel tampoco está bien en las encuestas y quienes están emergiendo son otros partidos como los Verdes o los xenófobos de AFD.

EDUARDO GONZÁLEZ VEGA

Consultor del Centro Internacional de Gestión y Marketing Político (CIGMAP)

La repetición, posible pero no deseable

La abstención será una de las claves de estas elecciones. Parece difícil que se repita la participación de la vez anterior, por lo que su movilización puede ser una de las claves, especialmente para la izquierda, que tiene votantes desencantados por no haber podido formar gobierno y dar una nueva oportunidad a sus rivales. Sobre el posible bloqueo, parece que es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos tras el debate electoral. Ningún candidato propuso nada convincente o distinto que genere una posible solución. Quizá, y esperemos que así sea, estos últimos días de campaña podríamos tener novedades al respecto, y quien tome la iniciativa podría marcar la agenda de este tramo final. En cuanto a unas posibles terceras elecciones, es probable pero no deseable. La presión de los ciudadanos es alta, y los partidos deberán buscar soluciones o perderán más crédito aún ante la sociedad, algo peligroso a estas alturas. En función de los resultados podría ser probable un cambio de liderazgo en algún partido con mal resultado, así que es un escenario con varias hipótesis que no podemos adelantar.

LUIS TEJERO

Consultor de asuntos públicos de MAS Consulting

El 11N necesitamos negociadores

Los debates electorales no son el escenario más propicio para anticipar futuros acuerdos, tanto por su propio formato como por una visión generalizada de la políticas casi como una competición deportiva en la que necesariamente unos ganan y otros pierden. Durante más de dos horas, el plató de televisión se convierte en un ring y los candidatos se enfundan los guantes de boxeo para intercambiar golpes dialécticos. Se trata más de buscar las diferencias que de encontrar puntos en común, por eso el debate del lunes pudo trasladar la impresión de que será difícil superar el bloqueo. Los aspirantes salen a ganar. Sin embargo, también saben que sería difícil explicar a sus respectivos votantes una nueva repetición electoral en 2020. Una vez que pase la cita con las urnas, los candidatos que ahora parecen inflexibles deberán mostrar cintura y transformarse obligatoriamente en negociadores.

MARÍA CORRÉS MARTÍN

Consultora política y miembro del Colegio de Politólogos de Madrid

La izquierda teme la abstención

Nadie quiere unas terceras elecciones. Sin embargo, nuestra ley electoral está diseñada para que un partido requiera una mayoría absoluta de 176 escaños o simple en segunda vuelta. Y con los número en la mano y un escenario tan fragmentado desde 2015, personalmente, creo que no será fácil la formación de gobierno. Los partidos tienen que entender que se acabó el tiempo de las mayorías y que se tienen que poner de acuerdo. La repetición electoral le ha salido mal a Pedro Sánchez, quien por cierto, en el debate del lunes dejó claro que no es capaz de dar la cara por su gestión ya que le vimos como ausente y sin mirar directamente a su interlocutor. Sobre las posibles coaliciones veo difícil una gran coalición a la alemana porque no hay entendimiento entre Sánchez y Casado, aunque sería positivo para los grandes temas de Estado. Por otro lado, creo que Pablo Iglesias la usa para meter miedo porque sabe que ese escenario es muy poco probable. De cara a la próxima cita electoral, estoy casi convencida de que habrá una menor movilización porque el electorado está harto. Y esa abstención perjudica a la izquierda, según todas los estudios. De ahí que el «sorpasso» a la izquierda sea posible y que los socialistas estén tan preocupados.