De imprimir piezas en una misión a la realidad aumentada: el Ejército del Aire mira al futuro
La Base Aérea Conectada, Sostenible e Inteligente busca aumentar la operatividad de las flotas
El teniente general José Luis Pardo, jefe del MALOGJesús G. FeriaLa Razón
El Ejército del Aire lleva tiempo preparándose para ser más eficientes. Con la reducción presupuestaria por la crisis de 2008 ya se dieron cuenta de que tendrían que hacer más con menos y optimizar recursos y personal para no perder operatividad. «Ahí nació el germen de la Base Aérea Conectada, Sostenible e Inteligente (BACSI), un paso dentro de la transformación digital del Ejército del Aire». Son las palabras del teniente general José Luis Pardo Jario, jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire (MALOG), quien destacó que este proyecto lo que busca es «ser más productivos y aumentar la operatividad de nuestras flotas».
Y todo, mirando a ese futuro, por lo que esta transformación en la que están inmersos se nutre de herramientas de la industria 4.0, como la Inteligencia Artificial, la digitalización de procesos, la impresión aditiva o el 5G.
Un plan, el de BACSI y la digitalización que, como las amenazas y retos, cambia día a día. De momento, gracias a una gestión público-privada, han conseguido desarrollar 36 proyectos que «ya están funcionando». Y algunos han demostrado ya su éxito.
Durante la vuelta al mundo que los Eurofighter españoles dieron con Francia y Alemania en el «Pacific Skies» desplegaron en Alaska un contenedor con una impresora 3D con la que fabricaron piezas y pudieron seguir volando. «Alemanes y franceses quedaron sorprendidos», dice mientras detalla otro ejemplo, como la realización de inspecciones mediante realidad aumentada dirigidas desde España.
Y no paran, «no podemos», apuntó para detallar que siguen explorando avances como el gemelo digital, el mantenimiento predictivo, el sostenimiento 4.0, la conectividad global o la protección de la fuerza y la ciberseguridad.
Ciberseguridad y los satélites más avanzados
Pedro Pablo Pérez y Miguel Ángel García PrimoJesús G. FeriaLa Razón
Cumplir con los objetivos que plantea el Ejército del Aire requiere, como en Tierra o la Armada, contar con el apoyo de la industria nacional. En este caso, dos empresas mostraron los productos con los que acompañan a los aviadores en ese camino a un futuro digitalizado y seguro.
Una de ellas es Hisdesat, encargada de las capacidades espaciales militares con sus satélites, los cuales van a sustituirse por los nuevos SpainSat de nueva generación.
«Van a proporcionar una mejora sustancial en la cantidad y calidad de las comunicaciones seguras», apuntó Miguel ángel García Primo, CEO de la compañía, destacando que son los satélites de comunicaciones más avanzados del mundo» y que darán apoyo por 16 años «con más seguridad contra las amenazas del futuro». Ambos, controlados desde un centro de control desde el que podrán responder casi al instante a cualquier petición y «dar respuesta a cualquier necesidad».
Por su parte, Pedro Pablo Pérez, de TRC, habló de sus programas de ciberseguridad y antidrones, a los que también le han aplicado la Inteligencia Artificial para dar aún más protección tanto a las bases como a los propios uniformados. Su empresa, 100% nacional, ofrece algo clave para los militares: «Agilidad y capacidad de adaptación en tiempo récord».