Política

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La baja de paternidad "fake"

Iglesias rompió por cuarta vez su permiso de paternidad para ir a Moncloa.

Montero compareció ante los medios para dar cuenta de la Proposición de Ley registrada por su grupo para suprimir el voto rogado para los españoles que residen en el extranjero / Foto: Rubén Mondelo
Montero compareció ante los medios para dar cuenta de la Proposición de Ley registrada por su grupo para suprimir el voto rogado para los españoles que residen en el extranjero / Foto: Rubén Mondelolarazon

Iglesias rompió por cuarta vez su permiso de paternidad para ir a Moncloa.

«A uno no se le traga la tierra ni siquiera cuando está preocupado u ocupado en el cuidado de sus hijos». Fue el argumento que Irene Montero ofreció ayer en el Congreso para justificar la presencia de Pablo Iglesias en la reunión que mantuvo con el presidente del Gobierno a pesar de encontrarse disfrutando del permiso por paternidad. Iglesias y Montero anunciaron, al poco tiempo de ser padres, su decisión de compartir al cincuenta por ciento la baja de maternidad. Montero se reincorporó a principios de enero a la actividad pública y, a partir de ese momento, fue Iglesias el que pasó a disfrutar del permiso para cuidar a los mellizos que tienen en común. Una circunstancia que, sin embargo, no ha impedido que Iglesias haya seguido estando muy presente tanto por las negociaciones de los presupuestos como por la crisis que estalló hace dos semanas en su partido.

De hecho, la reunión en Moncloa no es la primera vez en la que Iglesias interrumpe su baja. El pasado día 17 de enero, a las pocas horas de que Íñigo Errejón hiciera pública su decisión de no concurrir a las elecciones autonómicas de mayo como candidato de Podemos sino como cabeza de cartel de la plataforma creada por la alcaldesa Manuela Carmena, Iglesias fue el que marcó la posición del partido. Lo hizo a través de una carta publicada en su perfil de Facebook y también mediante un mensaje de audio grabado en el que dejó clara la intención de la dirección estatal de la formación morada de concurrir a los comicios de mayo con su propia marca y de considerar a Errejón fuera de la disciplina del partido. Pocos días después, precisamente para atajar la crisis abierta tras la fuga de Errejón, se convocó el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. Pocas horas antes de esta cita, Iglesias volvió a publicar un escrito que, de alguna manera, sentó las bases de la discusión posterior de sus compañeros. Al término del Consejo Estatal, Iglesias se hizo presente. No físicamente, sino a través de una conversación telefónica. Se reservó el último turno e insistió en sus críticas al sector errejonista por haber dinamitado la unidad de la candidatura de Podemos y por haber optado por proyectos personales sin haber tenido en cuenta los órganos internos de la formación.

Pese a la constante presencia en la distancia de Iglesias durante, Montero considera que no hay razones para la polémica. Explicó que tanto ella como él están «absolutamente comprometidos con los permisos de paternidad y de maternidad». Argumentó que «una cosa es priorizar el cuidado de los hijos y otra distinta es desaparecer del mapa».