Ángel N. Lorasque

Los malditos 15 minutos de la exhumación de Franco que temen las funerarias

Amenazas a la funeraria. Desde Nuestra Señora de la Jarosa aseguran a LA RAZÓN que desde que se publicó que ellos iban a llevar a cabo la exhumación han recibido presiones.

La tumba de Franco en el Valle de los Caídos, cuyas visitas se han multiplicado en los últimos meses / Foto: Cipriano Pastrano
La tumba de Franco en el Valle de los Caídos, cuyas visitas se han multiplicado en los últimos meses / Foto: Cipriano Pastranolarazon

Amenazas a la funeraria. Desde Nuestra Señora de la Jarosa aseguran a LA RAZÓN que desde que se publicó que ellos iban a llevar a cabo la exhumación han recibido presiones.

«Parece que no se olvidan de nosotros. Es salir el tema de Franco y no nos dejan en paz. Estamos cansados». Los propietarios de la empresa de pompas fúnebres de Nuestra Señora De La Jarosa, quienes, supuestamente, según publicaron algunos medios, iban a llevar a cabo la exhumación, no pueden más. Así nos lo cuenta Javier, socio de la funeraria. Podría decirse que se consideran un «daño colateral» de la decisión de exhumar el cuerpo del generalísimo, ya que, pese a que nos confirman que en ningún momento nadie se puso en contacto con ellos para llevar a cabo la tarea, han quedado marcados con la letra escarlata. «Nada de lo que se ha dicho de nosotros es cierto. Nunca, nadie del Gobierno se ha puesto en contacto con nosotros en este tiempo para hacerlo y lo que se ha publicado en los medios es mentira. Nosotros no haríamos ese trabajo ni por todo el dinero del mundo», explica con cierta dosis de enfado.

Y no es para menos, porque desde que salió publicada dicha información su digno trabajo que desde hace años llevan haciendo tanto en su sede de Guadarrama como en la de San Lorenzo del Escorial, se ha convertido en un infierno del que ahora empiezan a salir. «Nos han amenazado. Es más, te puedo confesar que desde que salió aquella noticia nos han llegado una veintena amenazas. Unas por teléfono, otras por email, en persona... contra nosotros y contra la empresa. Nos dicen que como se nos ocurra hacerlo... Esto solo ha servido para hacernos daño», lamenta.

«Compinches de falconeti»

Los comentarios que se extienden sobre ellos en internet confirman lo que relata Javier. «Se rumorea que se prestan a profanar tumbas a cambio de un buen dinero. Nunca pondría a mis seres queridos es sus manos», «espero que no os prestéis a este lamentable espectáculo político, y si al final profanáis su tumba espero que caiga todo el peso de la ley sobre ustedes, por desobediencia al Tribunal Supremo», «se rumorea que son asalta tumbas»» y «compinches de Falconeti para sacar al caudillo del Valle de los Caídos» son algunos de los insultos que les han caído sin que ellos en ningún momento hayan participado en tarea alguna de la exhumación. Es más, todas las miradas apuntaron a ellos simplemente por ser la funeraria más cercana al Valle de los Caídos.Javier explica que el mismo día en el que salió publicada la información hace varios meses se vieron en la obligación de ponerse directamente en contacto con el responsable de la Abadía benedictina del Valle. «Siempre hemos tenido una muy buena relación con todos ellos y, claro, al leer aquello se preocuparon. Nos dijeron que qué estaba pasando y les pedimos que confiaran en nosotros porque no era nada cierto. Ellos son nuestros clientes y están en contra de la exhumación, así que nunca se nos ocurriría hacer algo que molestara a nuestra clientela», asevera.

Es más, según nos relatan, este verano falleció uno de los monjes y fueron ellos quienes se hicieron cargo de sus restos mortales. «Sinceramente, esto es un ‘‘marrón’’, no nos vamos a meter en este berenjenal por nada del mundo. Siempre va a haber alguien que esté en contra, tanto de la exhumación como que lo dejen donde está. Las personas para las que trabajamos son todos de la zona, de San Lorenzo del Escorial, y no queremos enemistades», recalca. Pese a su confirmación de que ellos no participaran en estas labores, como experto, Javier explica que se están diciendo muchas falsedades con todo este tema, como por ejemplo que aquello de que la extracción del cuerpo de Franco podría durar cuatro horas «es una exageración». «La evacuación sería de 15 minutos. El resto sería trabajo de otros profesionales, no de los servicios funerarios. Lo más complicado es levantar la lápida, pero lo que es subir el féretro es una tarea sencilla y rápida», matiza el socio de esta empresa familiar que gestiona con Pablo Verdugo y otras ocho personas. Verdugo prefirió no intervenir en este reportaje porque quiere que les dejen de relacionar con este asunto. Han sido semanas de mucha presión mediática, «y nosotros lo único que queremos es seguir trabajando. Ahora ya estamos más tranquilos, pero han sido unos días duros», recalca Javier.

¿Quién podría hacerse entonces cargo de este último trabajo que parece que nadie quiere realizar? «Pues, sinceramente, dudo que alguien quiera hacerlo. En primer lugar, las empresas familiares no querrán entrar en la polémica, así que solo se me ocurre que lo acepte una empresa grande con sede en la Comunidad de Madrid. Aunque, la verdad, me preguntó quién quiere jugarse su negocio de esta manera y por esta tontería. No compensa a la larga», matiza. ¿Quizá si está bien remunerado?, pregunta este periodista. «Hombre, por 3.000 euros como se había dicho en un principio no habrá ningún loco que lo haga. Si alguien aceptar llevar a cabo la exhumación, el único motivo que le moverá será el económico, así que la cifra sería mucho más alta», reflexiona.

Riesgo de altercados

Él, de momento, ya advierte al Gobierno de Pedro Sánchez: «Si se les ha pasado por la cabeza ponerse en contacto con nosotros por el hecho de pensar que somos la funeraria más cercana al Valle de los Caídos, ya le digo de antemano que ni se moleste, que nosotros no lo vamos a hacer, así le ahorro el trabajo de los trámites», dice esbozando una sonrisa.

Mientras, continúan las labores de preparación de la capilla del cementerio de Mingorrubio donde será inhumado el dictador. Un proceso que, según el Gobierno, desean que se lleve a cabo «de forma decorosa, discreta y digna y sin que se convierta en un espectáculo público». Por este motivo se han incrementado las medidas de seguridad en la zona del cementerio de la colonia de El Pardo. Los agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional ya están trabajando para detectar posibles actos organizados por movimientos «antisistema» que puedan boicotear tanto el traslado del cuerpo como ocasionar actividades violentas en Mingorrubio. Es más, desde que el Gobierno de Sánchez anuncio la exhumación, estos movimientos ya han manifestado en redes sociales y vías de comunicación internas entre ellos su intención de entorpecer el proceso. Así, el distrito de Fuencarral-El Pardo , que se trata del más grande de la capital, deberá ser reforzado por miembros de Policía Municipal procedentes de otros distritos. Y más aún el cementerio de Mingorrubio que, con toda probabilidad, se convertirá en un nuevo centro de peregrinación para los que todavía son partidarios del dictador.