Londres

Malestar en Londres por el derecho de veto español sobre Gibraltar: «No nos dejaremos intimidar»

El apoyo europeo a las tesis de España sobre Gibraltar en las negociaciones del ‘Brexit’ ha causado malestar entre diputados conservadores británicos

Para el ministro principal, el “borrador” de las directrices “sugiere que España trata de salirse con la suya, hipotecando la futura relación entre la UE y Gibraltar”. Se trata de “un desafortunado intento por parte de España de manipular al Consejo Europeo para sus propios y limitados intereses políticos.

El apoyo europeo a las tesis de España sobre Gibraltar en las negociaciones del ‘Brexit’ ha causado malestar entre diputados conservadores británicos, informa la BBC.

Andrew Rosindell, que preside el Grupo Parlamentario sobre Gibraltar en el que están representados todos los partidos, ha reaccionado al borrador de directrices generales para la negociación escrito por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtiendo de que Reino Unido no se dejará “intimidar” por España.

“El pueblo británico debe permanecer y permanecerá unido”, ha dicho al ‘Daily Telegraph’. “Cualquier acuerdo deberá aplicarse de forma equitativa al conjunto de la familia británica y esto incluye a Gibraltar”.

El borrador escrito por Tusk tras consultar con las capitales europeas reza textualmente en su párrafo 22 que “una vez que Reino Unido deje la Unión, ningún acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido se podrá aplicar al territorio de Gibraltar sin el acuerdo entre España y Reino Unido”.

Fuentes europeas han confirmado que la cuestión gibraltareña queda así fuera de las negociaciones del ‘Brexit’ al considerar la UE que Gibraltar es un asunto bilateral entre dos Estados miembros. Y ahora que la UE negocia a 27 “sólo una de las dos partes”, es decir, España, está respaldada por el bloque comunitario.

Es decir, Reino Unido no podrá negociar directamente con la UE la relación futura que Gibraltar pueda tener con la Unión, que era lo que pretendía con desesperación el Ejecutivo gibraltareño, que representa a una población que votó de manera abrumadora en contra del Brexit.

“Los amigos de Gibraltar mirarán esto atentamente. `No habrá claudicación!”, ha advertido el diputado Bob Neill, que preside un comité de los Comunes que examina las relaciones entre el Reino Unido y sus territorios de ultramar.

Otro diputado conservador que representa a Gibraltar en el Parlamento Europeo, Ashley Fox, ha subrayado que la cuestión de la soberanía “no está en discusión”. “He hablado con el ministro principal (Fabián Picardo) y me ha dicho que Gibraltar pagará cualquier precio antes que renunciar a la soberanía británica”, mantuvo.

Paralelamente, el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha acusado hoy al Gobierno español de intentar “manipular” al Consejo Europeo en la directrices para negociar el “brexit” para beneficiar a sus intereses políticos.

En un comunicado, el Gobierno de Gibraltar ha criticado así las directrices del Consejo Europeo, según las cuales ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podría aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo entre España y Reino Unido.

Para el Ejecutivo gibraltareño, “los asuntos relacionados con el acceso continuado al mercado del Reino Unido, así como a los acuerdos comerciales con el resto del mundo, están fuera del alcance de los parámetros finales de negociación que establecerá el Consejo Europeo a finales de abril”.

En el comunicado, indica que las negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE “incluyen de manera clara a Gibraltar, a pesar de los esfuerzos de España para excluir al Peñón de las mismas”.

Picardo ha señalado que “la propuesta de eliminación innecesaria, injustificada e inaceptable de Gibraltar y de su pueblo responde a las predecibles maquinaciones de España, algo que el pueblo gibraltareño ya previó y que es una de las razones por las que votó de forma masiva para permanecer en la Unión Europea”.

Para el ministro principal, el “borrador” de las directrices “sugiere que España trata de salirse con la suya, hipotecando la futura relación entre la Unión Europea y Gibraltar” y añade que se trata de “un desafortunado intento por parte de España de manipular al Consejo Europeo para sus propios y limitados intereses políticos. El “brexit” - ha señalado- ya es lo suficientemente complicado como para que España lo complique aún más”.

La postura del Gobierno británico

Por su parte, el Gobierno británico ha reiterado hoy su “firme” compromiso con Gibraltar y subrayó que “jamás” cederá la soberanía sin consentimiento de los gibraltareños. El ministerio británico para la Salida de la UE señaló en un comunicado que la primera ministra, la conservadora Theresa May, ya expresó esta posición al informar el pasado miércoles de que había activado el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que dio inicio al periodo de dos años de negociaciones con Bruselas.

May dijo el miércoles que el Reino Unido es “absolutamente firme en su apoyo a Gibraltar, su pueblo y su economía”.

“Hemos sido firmes en nuestro compromiso de no entrar jamás en disposiciones por las que el pueblo gibraltareño vería transferida la soberanía a otro Estado en contra de su voluntad, ni entrar en un proceso de negociaciones sobre la soberanía que no cuente con la aprobación de Gibraltar”, afirmó.

La jefa del Gobierno subrayó que Gibraltar estará “cubierto” por las negociaciones británicas del “brexit” y aseguró que se involucrará en el proceso al Gobierno del Peñón.

El portavoz de Exteriores del Partido Liberal Demócrata, Tom Brake, instó por su parte a May a “presentar urgentemente un plan que asegure la protección de los ciudadanos de Gibraltar, incluyendo sus empresas y sus comunidades”.

“Es nuestra obligación proteger nuestros territorios de ultramar y cualquier intento de restar importancia a este asunto sería una negligencia del deber del Gobierno”, afirmó.

El ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, ya dejó claro el miércoles que España, una vez que el Reino Unido salga de la UE, no admitirá “ninguna disposición que perjudique” su posición sobre la soberanía de Gibraltar o que influya “grave y desproporcionadamente en los intereses económicos españoles”.