"Sí es sí"

Moncloa negocia «in extremis» con Montero ante un "crítico" 8-M

Sánchez anuncia una nueva ley de paridad que es una transposición obligatoria de una directiva europea que apoyó el PP

Moncloa se enfrenta a un 8-M «incómodo», «crítico», reconocen fuentes del Gobierno, e «in extremis» mantiene abierto un canal de negociación con la ministra de Igualdad, Irene Montero, para intentar acercar posturas sobre la reforma de la ley del «solo sí es sí». La mediación la está haciendo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. A pesar de que Podemos ya ha adelantado su «no» en la votación que tendrá lugar mañana sobre la toma en consideración de la propuesta de reforma planteada por el Grupo Socialista, en el entorno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, siguen presionando a los morados, sin respuesta afirmativa.

La iniciativa socialista es una contestación al estado de alarma que ha creado una Ley que facilita las excarcelaciones de agresores sexuales antes de cumplir íntegros sus años de cárcel, y aunque supone una vuelta a la horquilla de penas de la legislación anterior, no corregirá el goteo de rebajas de condenas hasta que el cambio legal no entre en vigor. Las cifras, por tanto, seguirán aumentando en estas semanas ya de precampaña electoral.

El PSOE, que está en estado de «susto o muerte», no sabe cómo sortear su urgencia de corregir la ley aprobada por el Consejo de Ministros y tener que enfrentarse un día antes del 8-M a una votación parlamentaria en la que necesitará los escaños del PP y de Vox para sacar adelante su propuesta, mientras que sus socios parlamentarios no solo le dan de lado, sino que además le caldean la calle ante una jornada de reivindicación de la mujer que ha dejado de ser festiva para los socialistas. La dirección del PSOE tiene enfrente al feminismo radical de Podemos, pero también al feminismo tradicional socialista, que con la ley del «solo sí es sí» o la «ley trans» se siente abandonado, y hasta «traicionado», por quien hoy dirige su partido.

Improvisación

Tal es la presión que Pedro Sánchez recurrió este fin de semana a improvisar el anuncio de una ley de paridad para los altos puestos de dirección de las empresas, o las listas electorales, que en un acto del PSOE con motivo del 8-M presentó a bombo y platillo. Al PP le ha faltado tiempo para acusar al presidente del Gobierno de estar engañando a la opinión pública al anunciar que impulsa una norma que no es sino una adaptación a lo que exige Europa, y que apoyó el PP en el Parlamento europeo.

Se refieren a la nueva ley para impulsar la igualdad de género en las cúpulas empresariales,de noviembre de 2022, y que el Gobierno español tiene la obligación de trasladar a la legislación española. El PP recordó ayer que el 7 de junio de 2022 el Consejo y el Parlamento europeo alcanzaron un acuerdo. El 16 de junio se votó en la comisión del Parlamento el acuerdo provisional, con el voto a favor de los populares. Ya el 17 de octubre el Consejo dio su visto bueno definitivo a la Directiva y el 17 de noviembre, la semana antes del Pleno, se aprobó de manera definitiva en comisión, también con el voto a favor de los populares.

Mientras, a las puertas de la votación, Podemos aumenta la presión sobre el PSOE, más aún si cabe, y en un acto en el que cuestionaron directamente que el ala socialista del Gobierno sea feminista, el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias dejó una amenaza velada a Sánchez: “A ver qué se encuentran en la manifestación del 8-M”, advirtió en el acto en el que reapareció en él plano político, junto a la ministra Ione Belarra y el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

La artillería morada para este 8-M ya está en marcha. Están acusando a los socialistas de defender el pacto con el PP y con Vox para tumbar la Ley de Libertad Sexual y la exigencia del consentimiento de la mujer como prueba suficiente para poder sostener la denuncia de que ha sido agredida sexualmente. Creen que la foto de la bancada del PP y de Vox, aplaudiendo que salga adelante la toma en consideración de la reforma gracias a sus escaños, les beneficia entre sus círculos feministas y entre sus bases, que son, a fin de cuentas, los votos que quieren mantener a salvo para las próximas elecciones generales.

Además, el «caso Tito Berni» no lo van a desaprovechar, y en la munición contra los socialistas con motivo de la celebración del Día de la Mujer incluyen también el mensaje de que Sánchez ha tenido que expulsar a un diputado «por corrupto y putero», a falta de lo que todavía quede por conocerse de la investigación abierta.

La ley del «sí es sí» se ha convertido en el asunto de mayor confrontación entre los dos socios en un momento de especial debilidad del PSOE por el daño que le hace la alarma social por las excarcelaciones de violadores y por el escándalo del «caso mediador». Fuentes de Moncloa se resisten a dar por perdida la batalla de convencer a Podemos en el debate parlamentario y quitan valor a la votación del martes recordando que luego tienen por delante toda la tramitación parlamentaria.