
Méritos e infamias
Oriol y Puigdemont afinan la matraca
La reunión de los dos líderes del fracasado "procés" en Waterloo arranca un nuevo proceso de chantaje al Gobierno de Pedro Sánchez

Andan preocupados en el Gobierno, o eso nos hacen creer, por lograr una estabilidad con Junts, pero es todo mentira. No sé si cochina, pero Puigdemont sí que tima como a un chino a nuestro presidente cada vez que le sale del jipijapa, y en estos días lo ha vuelto a conseguir. Mientras los correveidiles y los analistas hacen sesudos malabares sobre el futuro de la PNL amenazante, Don Waterloo recibe con gozo a Oriol Junqueras en su casita unifamiliar. Y sonríen, se dan la mano, y posan contentos porque saben que detrás de la pantomima se esconden los tristes trapicheos de gánsteres a los que acostumbran. Es lamentable el panorama de país que nos zampamos cada mañana, se nos atraganta como si fuera un bollo suizo, reseco por la deslealtad y la mentira, en medio de la garganta. “¡Majogo!”, piensa Pedro Sánchez, añusgado y sólo, cada vez que sus jefes catalanes le dicen por dónde tiene que discurrir la legislatura. Pese al atasco, a María Jesús Montero le salen las cuentas lo suficientemente bien como para atizar la propaganda tanto que en un delirio nos cuenta que somos ya la cuarta economía europea. Con esto de los cincuenta años de la flebitis mortal en El Pardo copiamos hasta las estrategias de marketing de los años del Desarrollismo: estaba López-Bravo, estaba López-Rodó, estaba López de Letona y ahora tenemos a López-Montero…, qué nostalgia la verdad, qué fantasía de Gobierno nos hemos regalado. Con todo el circo montado, la foto no puede ser más patética para cualquiera con un mínimo de dignidad: los dos máximos responsables del coñazo del “procés” se hacen la foto para relanzar la “unidad independentista” y afinar la matraca de un nuevo show del que nadie quiere ni hablar en Cataluña. Sobre estos dos, uno indultado y otro prófugo de la Justicia española, se cimenta el imaginario gobierno más progresista de la democracia española. Veremos cómo esta foto no nos saldrá gratis, costará lo mismo que la presidencia de Sánchez.
✕
Accede a tu cuenta para comentar