Política

Relevo en el PSOE

Pedro Sánchez impondrá a Díaz con 504 delegados la «plurinacionalidad»

Las listas de unidad pactadas en los «congresillos» de este fin de semana en las federaciones socialistas permitirán al nuevo líder tener una mayoría de votos en el cónclave de junio para imponer al partido sus tesis, vía enmienda.

Pedro Sánchez volvió ayer al Congreso, como nuevo líder del PSOE, por primera vez desde que dejó su escaño
Pedro Sánchez volvió ayer al Congreso, como nuevo líder del PSOE, por primera vez desde que dejó su escañolarazon

Las listas de unidad pactadas en los «congresillos» de este fin de semana en las federaciones socialistas permitirán al nuevo líder tener una mayoría de votos en el cónclave de junio para imponer al partido sus tesis, vía enmienda.

504. Este es el número mágico para controlar el 39º Congreso del PSOE. Es la cuota de delegados que le correspondería a la candidatura de Pedro Sánchez si se extrapolase fielmente el resultado de las primarias. Es, por ende, la mayoría absoluta de los 1.004 socialistas con derecho a voto para aprobar las enmiendas al proyecto político y económico del partido. El umbral para sacar adelante propuestas como el reconocimiento constitucional de la plurinacionalidad de España o el blindaje del secretario general para que sólo las bases puedan apartarlo de Ferraz. El proceso de elección de delegados culmina entre hoy y mañana en los distintos «congresillos» que se están celebrando en todas las federaciones. El bloque susanista se ha difuminado y ya sólo existen ciertos conatos críticos en los que, sin entrar a rivalizar más, se pedirá la votación de las listas para evitar alumbrar una candidatura de unidad que le entregue el PSOE en bandeja a Pedro Sánchez.

Con la vista puesta en sus propios procesos internos, los dirigentes territoriales han preferido no confrontar con la nueva dirección, aunque esto suponga que las tesis pedristas acaben imponiéndose. En concreto, Sánchez no tendrá problemas para aprobar sus enmiendas relativas a un modelo territorial que no comparte una mayoría del partido y que dará un vuelco a los postulados del PSOE contenidos en la Declaración de Granada. Cuando su candidatura prometió el reconocimiento en el artículo 2 de la Constitución de España como una nación de naciones culturales, fueron varios los barones territoriales que salieron al paso para criticar estas tesis. El extremeño Guillermo Fernández Vara se opuso a un país configurado como un «Estado plurinacional de 17 trozos». También el castellanomanchego Emiliano García-Page le espetó en su día a Sánchez que España «es una única nación». Ambos han pactado ahora listas de unidad y parece que tienen garantizada su reelección. La única que se resiste es Susana Díaz, consciente de que los delegados que logre «rascar» en Andalucía a Sánchez pueden ser decisivos para articular alianzas con Patxi López. Atendiendo a las primarias ella tendría 401 y el ex lendakari, 99. Estos porcentajes no se mantendrán, pues habrá permeabilidad entre las candidaturas, sobre todo hacia la ganadora.

En los primeros momentos, algunos pedristas plantearon que los líderes territoriales susanistas, derrotados en primarias, deberían abandonar la secretaria general en sus congresos, aunque podrían seguir al frente de sus gobiernos. «A mí nadie me ha hecho esta propuesta», comenta a LA RAZÓN el presidente extremeño. Es más, Fernández Vara –cuyo territorio aportará 53 delegados al Congreso– afirma que «mucha gente que ha votado a Pedro me ha llamado para animarme a presentarme». La misma situación se produce en Castilla La Mancha, 69 delegados, una vez que la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y el líder de Albacete, Manolo González, ambos pedristas, han realizado declaraciones dando apoyo a García Page.

Sin embargo, la situación es muy diferente en Aragón (44 delegados), la Comunidad Valenciana (95) y Asturias (45). En esta última comunidad, el enfrentamiento entre Lastra y Javier Fernández es «muy cainita», como lo califican fuentes socialistas del Principado. El pesimismo en las filas de Javier Fernández es evidente y ayer se evidenció con su decisión de no presentarse a la reelección. Tampoco repetirá como candidato a las elecciones.

En Aragón es posible un acuerdo de lista unitaria entre los partidarios de Susana Sumelzo y el presidente Javier Lambán. Un consenso que no se repetirá en el congreso regional. «Si Lambán se presenta puede perder, porque tiene un problema de credibilidad», comenta un líder aragonés partidario de Susana Díaz que añade: «Si Sumelzo se presenta puede ganar el congreso regional». Sin embargo, entre los seguidores de Díaz se plantea una alternativa. Un nuevo candidato al congreso, procedente del susanismo y del grupo de Lambán, que pueda aglutinar sus fuerzas «si se presenta un candidato alternativo, se puede ganar el congreso. Con Lambán, no». Esta alternativa se está fraguando y exigiría la renuncia de Lambán a la Secretaría General, aunque seguiría en el Gobierno.

En la Comunidad Valenciana, Ximo Puig se ha tomado un tiempo de «reflexión», porque la victoria de los partidarios de Sánchez ha sido abrumadora. Es posible un acuerdo de lista unitaria y habrá que ver cómo se resolverá el liderazgo del partido, aunque todo apunta a que Puig también abandonará la Secretaría General. En Castilla y León (53 delegados), también parece que hay un principio de acuerdo para una lista única. Un acuerdo que deja sin mayoría al ex presidente Zapatero en León. En su provincia, los sanchistas tendrán 8 delegados, 7 los susanistas y un representante de Patxi López.