Amnistía

Policías nacionales se preguntan dónde está Marlaska ante los ataques a los agentes por cumplir con su obligación

La CEP señala que el ministro está a la espera de que "escampe la tormenta y que sean los policías quienes reciban críticas por hacer su trabajo".

"¿Dónde está el ministro del Interior?, ¿por qué está tan callado?. Resulta bochornoso y lamentable que el mayor responsable político de la seguridad pública en España esté escondido, sin dar la cara por los policías. Resulta escandaloso que este ministro se mantenga silente, esperando a que escampe la tormenta y que sean los policías quienes reciban críticas por hacer su trabajo. Resulta indignante que quien tanto corre para sacar réditos políticos de nuestros éxitos profesionales, en comparecencias y ruedas de prensa, no diga nada ahora. Y resulta muy llamativo que nadie, ningún partido, le pida explicaciones por las directrices, los criterios generales -no los operativos, los tácticos- que guiaron el dispositivo de ayer noche. Con los policías, señor ministro, hay que estar a las duras y a las maduras"

La Confederación Española de Policía (CEP), ante los incidentes ocurridos ayer noche en las inmediaciones de la sede del PSOE, señala que "toda protesta es legítima en democracia. Lo ocurrido ayer noche -la expresión pública de una censura y condena hacia una posible amnistía a independentistas catalanes- no es nada anormal en un Estado en el que las libertades públicas amparan la queja ciudadana. La concentración de ayer noche estaba comunicada y era conocida por la Delegación del Gobierno. En consecuencia, era legal y cumplía los requisitos previstos. La actitud de los ciudadanos que asistieron a esa protesta fue mayoritariamente pacífica y respetuosa. Sólo una minoría, violenta y exaltada y situada en la cabecera de esa concentración, trató de rebasar el vallado policial, agredió a los compañeros, encendió bengalas (poniendo en peligro al resto de personas) y lanzó objetos contundentes. Esos impresentables, que sabían perfectamente lo que buscaban, provocaron la intervención policial. Esa actitud la hemos visto otras muchas veces, en actos de protesta saboteados por extremistas de izquierda o de derechas para desviar el foco de atención sobre el motivo de la convocatoria. Y entonces, como ahora, pedimos a los organizadores de este tipo de actos que rechacen y condenen la violencia de los camorristas profesionales, que no han logrado empañar la actitud cívica del resto de asistentes".

Agregan que "la intervención policial tiene todo nuestro apoyo. Podrá gustar o no, pero obedece a criterios técnicos. Se recurrió a la progresividad en el uso de medios, se utilizaron aquellos que permitían disolver a la masa pacífica en la que se cobijaban los violentos sin que hubiese heridos, se avisó antes de intervenir por megafonía y se hizo lo necesario para restablecer el orden. Se ha hecho miles de veces y había razones objetivas para intervenir y hacerlo con el menor impacto posible. El orden público es un ámbito policial polémico. Los policías somos conscientes de ello. Siempre que hay una intervención, se desatan las críticas o los elogios. Pero si algo podemos garantizar es que los policías que estaban de servicio ayer noche en la calle Ferraz hicieron lo que profesionalmente creyeron más oportuno. La prioridad fue separar a los violentos de la masa pacífica y hacerlo con el menor impacto posible. Defendemos a los compañeros y lo vamos a seguir haciendo siempre. Siempre. No por corporativismo mal entendido. Sino porque la Policía española es una de las más cualificadas del mundo y aplica en todas sus actuaciones ese mismo criterio profesional. Y sobre todo, porque los policías no actuamos al servicio de nadie -más que de la democracia, del Estado de Derecho y de todos y cada uno de los españoles y españolas- ni para gustar más o menos. Lo hacemos para garantizar la convivencia y lo hacemos por convicción, en situaciones en las que nadie más se atreve a intervenir. Somos la Policía que acabó con ETA, la que más droga interviene en Europa, la que esclarece delitos a diario, la que protege a víctimas, la que ha tenido que enterrar los cadáveres de tantos compañeros asesinados por el terrorismo en España o fuera de España. Somos hombres y mujeres, padres y madres, hijos e hijas que a diario estamos allí donde nadie más quiere estar. Quien quiera juzgarnos, que nos acompañe en un turno de servicio cualquiera".