Extremo centro
Presunto chocho
Al presidente se le ha puesto la mirada de los mil pasos, así que toca ponerle nombre de fajador: "Famélico Sánchez"
La abogada de El Chapo Guzmán ganó una plaza como jueza penal en las elecciones judiciales. Hace unos meses, los españoles hubiéramos mirado condescendientes a nuestros amigos mexicanos. Ahora tenemos que bajarnos un par de tonos porque tal parece que aquí a las elecciones generales se presentaba directamente El Capo.
He hablado con Carmen sobre intentar llevar un diario de la peste. Se hace complicado escribir largo sobre España porque hay un tapón en las cañerías, la mierda se acumula y entre que empiezas el texto y lo terminas ha aparecido el nombre de una prostituta nueva colocada en el sector público empresarial.
Presten atención: en las últimas 48 horas, el disco duro con las conversaciones mantenidas entre Ábalos y Sánchez intentó evitar un registro policial viajando oculto en el presunto chocho de una actriz porno que había grabado un par de escenas con Jordi el Niño Polla. A mí, que disfruto con la cosa infantil de adornar lo escrito con tropos de polisemia y homonimia ante esta realidad, no me cabe nada más que teclear rápido frases cortas con descripciones de hechos en seco.
El número dos de Crying Chivite estaba en negocietes con Santos. La reflexión de la presidenta de Navarra es que no hay ningún informe que apunte a ninguna ilegalidad. Hombre, algún informe hay. No sé si La Llorosa Chivite encontrará consuelo en que en Baleares, Canarias y La Rioja hay cargos del PSOE a los que también les castañean los dientes.
Al presidente se le ha puesto la mirada de los mil pasos, así que toca ponerle nombre de fajador: «Famélico Sánchez». Los ojos se van enterrando en las cuencas y no sabemos qué llegaría a dar él por una buena libra de carne. Sabemos que pasó casi desapercibido que le escribió una carta a la militancia y que ha enviado otra carta renunciando a incrementar el gasto militar.
La semana que viene el búnker del retardo le propondrá a Pedro Sánchez repetir la jugada del Covid. Conectar con los españoles de manera directa en una rueda de prensa diaria en la que nos preguntará si acaso él no sangra.