«Quién es el hijo de perra al que se le ha ocurrido que Zulueta sea la mediadora»

La abogada Arantza Zulueta, una de las máximas responsables del KT del «Frente de Cárceles» de ETA, recibía duras críticas por parte de muchos reclusos por sus posiciones maximalistas que, curiosamente, no se había aplicado a ella misma. Según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, si hay algo que no perdonan los reclusos es que alguien les pida una sacrificio cuando ha salido de la cárcel precisamente por no mantener esas posturas inflexibles. Éste es el caso de la letrada, que estuvo en prisión y que, hasta su detención el miércoles por la Guardia Civil, estaba en libertad tras haber abonado una fianza que le permitió abandonar el centro penitenciario por un anterior arresto, en 2010.

En concreto, un recluso comentaba: «Sí, sí. Me hace gracia lo de la Zulueta... La más dura de todos. Andaba poniendo crucecitas, esto, lo otro, dependiendo de cómo andábamos nosotros...

Sí, no había que entrar por los cacheos, no había que pagar fianzas, no había... Me gustaría saber cómo ha salido. Si es sólo la fianza, tiene que ir a firmar y entregar el pasaporte, o hay más detrás... Antes, era la que decía que no había que pagar, que había que ir a las visitas y no entrar, y todo eso».

El papel de Zulueta, como representante de las posturas más fieles a ETA y a la violencia terrorista, se manifiesta con rotundidad desde hace varios años en los comentarios de los presos de ETA, especialmente de aquellos del sector más posibilista, que verían con buenos ojos una iniciativa en la que pudieran cumplir y someterse a la ley, de la misma forma que en su día lo hizo Sortu, para acceder a los beneficios penitenciarios que la ley establece para aquellos que rompen con la disciplina terrorista. De ahí las críticas, a que lo que no permitía a los demás para ella sí que servía, en este caso el pago de una fianza.

Sin embargo, según las citadas fuentes, el papel de la letrada ha sido clave para que el colectivo de presos haya aceptado las líneas rojas que ETA ha marcado (no arrepentimiento, no desvinculación con ETA y no petición de perdón), líneas rojas que, a pesar del comunicado del 28 de diciembre pasado, no son suficientes para que los presos se acojan a los beneficios que la ley prevé. Ante esta situación, las críticas de los reclusos hacia ella no se han hecho esperar.

Un recluso comentó durante una visita que «salieron aquellas declaraciones de Barrena [Pernando Barrena, portavoz de Sortu] en "Argia"y tal, en las que decía que "los presos, igual que nosotros, tendrán que aceptar ciertos pasos y tal..."y, bueno, les mandaron ese mensaje suave, pero claro. Internamente, los mensajes serán mucho más claros, quiero decir que a Arnaldo y al otro y tal, mucho más claros, "oye tú, aquí esto y lo otro y tal". Y, aun así, cuando se forma una comisión con otros partidos políticos, con otros agente, para hablar y tal, ¿quiénes van en nombre del colectivo? Arantxa Zulueta, Mitxel Sarasketa"». Es decir, el recluso no se sentía representado por la abogada.

Otro preso, condenado por varios asesinatos, comentó a un familiar que le visitaba en la cárcel que «sí, lo sé. Es que tuvimos contacto con Arantxa [Zulueta] y nos dijo que no había podido estar contigo, pero que te iba a hacer llegar información». Es decir, que, pese a ser su abogada, no acudió a visitarle y optó por mandarle la información por correo. Según las citadas fuentes, últimamente sólo se reunía con los miembros destacados de los reclusos del «colectivo».

Un preso disidente con la línea de Zulueta criticaba que fuera ella la que se reuniera con los partidos políticos y no otros representantes más «posibilitas»; y otro, con más de cien años de condena, señalaba, tras recibir la visita de los abogados con sus consignas: «Yo me caliento y le digo esto quien lo ha montado, y esto para qué...qué se creen que estamos aburridos aquí dentro o qué...la única que queda es la vieja esa la Arantxa, ésa... si ésa ni me arrimo al cristal...quién es el hijo de perra que se la ha ocurrido esto... mi conciencia muy tranquila».