Inmigración irregular

Salvamento Madrid: nudo de conexión con otros 19 centros

LA RAZÓN visita el centro de coordinación de Salvamento Marítimo en medio del colapso migratorio en Canarias. Reciben llamadas de familiares u ONGs que informan de dónde están las embarcaciones a la deriva

Sala de control del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Madrid. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 25 10 2023
Manuel Barroso, jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento Marítimo.© Alberto R. Roldán / Diario Alberto R. RoldánFotógrafos

A más de 2.000 kilómetros de distancia de El Hierro, epicentro de las llegadas irregulares este otoño, se sitúa el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento de Madrid (CNCS), uno de los 20 con los que cuenta el organismos estatal que se encarga de gestionar cualquier tipo de emergencia que se produce en la zona de Búsqueda y Salvamento Aéreo (SAR), es decir, espacios del mar delimitados que están a cargo de un país en el caso de que haya que llevar a cabo una misión de rescate o ayuda a una embarcación. Ahora la crisis migratoria ocupa casi todos sus recursos pero su misión es salvar vidas sea cual sea la emergencia. LA RAZÓN pasa una tarde en su oficina en la capital para conocer de primera mano cómo trabajan y a qué destinan sus recursos.

Un pantalla de gran tamaño preside la sala de control en la que varios profesionales están pendientes de las llamadas y avisos que llegan hasta el centro. Cada trabajador está detrás de una mesa con hasta tres pantallas de ordenador en las que se visualizan distintas áreas de responsabilidad. La tensa calma es interrumpida por el sonido de una alarma. «No es un aviso; se trata de una prueba de una embarcación que comprueba que funciona el sistema de alerta», nos dice el personal. El centro de Madrid no tiene nada que ver con los que están a nivel de costa, que es de donde salen las unidades aéreas o marítimas cuando se produce un aviso. «En cierto modo este centro hace de nodo con el resto y también a nivel internacional». España dispone de un perímetro costero de cerca de 8.000 kilómetros y el área de responsabilidad de Salvamento se extiende sobre una superficie marina de un millón y medio de kilómetros cuadrados, lo que equivale a tres veces el territorio nacional. Esta superficie total se subdivide a su vez en 4 zonas: Atlántico, Estrecho, Mediterráneo y Canarias.

Octubre acaba de marcar un récord de llegadas de inmigrantes a Canarias en un mes: 14.976 personas, lo que supone una cifra nunca antes vista en el desembarco de pateras al archipiélago, ya que ni en la crisis de los cayucos en 2006 había llegado tanta gente en un solo mes, según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior. Con estas cifras no hay duda de que la mayoría de los recursos de Salvamento Marítimo están destinados al socorro y rescate de aquellas personas que se lanzan desesperadamente al mar.

A pesar de que sus instalaciones se encuentran alejadas de las zonas tensionadas también desde Madrid juegan un papel importante. Explican que en sus oficinas pueden recibir información telefónica de un buque que avista una embarcación tipo patera en un zona determinada, una llamada satelitaria desde la propia embarcación o cualquier otro tipo de alerta exterior. «Desde aquí contactamos con el centro de coordinación que está más cerca para que gestione y coordine esa emergencia», describen. Asimismo, también hacen de enlace con otros países. «Si un cayuco sale de zona marroquí desde aquí se contacta con Rabat y se le dice que hay una embarcación que ha salido de sus costas para que en función de los convenios se dé la mejor respuesta».

Según los datos del Cabildo de la Isla de El Hierro, han llegado 9.000 inmigrantes en lo que va de año, unas cifras que nunca se habían visto y que están saturando sus recursos. Los cayucos son las embarcaciones que usan para alcanzar suelo español y se caracterizan por poder transportar a un número alto de personas en comparación con otras como las neumáticas, que se emplean para rutas más cortas.

Desde Salvamento Marítimo aseguran que se ha detectado que muchas de ellas viajan con GPS para no perderse en la inmensidad del mar y ser capaces de alcanzar El Hierro, un pequeño islote de 270 kilómetros cuadrados en medio del Atlántico. Se trata de una travesía larga de hasta cuatro días que pueden convertirse en siete en caso de que se extravíe y pierda el rumbo.

Nos dicen que hay varias formas de avistamiento. Por un lado, a través del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior de la Guardia Civil. En otras ocasiones alguien está paseando y ve cómo se aproxima y, a veces, familiares llaman desde el país de origen para alertar de que un cayuco navega a la deriva. En este último caso, encontrar la embarcación es complicado porque hay que contrastar los datos y adivinar dónde se localiza. «En este caso, lo mejor es usar medios aéreos».

La flota aérea de Salvamento Marítimo está compuesta por 11 helicópteros y 3 aviones, uno de ellos tiene su base en Gran Canaria. Además, disponen de cuatro buques polivalentes, así como 10 remolcadores, 4 tipo «Guardamar» y 55 de intervención rápida denominadas «Salvamares». En el caso de El Hierro, nos dicen, los cayucos son embarcaciones navegables en las que no hay peligro inmediato para quienes llegan. Es común que les guíen hasta tierra firme, sin interferir. «En El Hierro, de cada diez rescates, escoltamos a ocho embarcaciones y dos son rescatadas», señalan desde Salvamento Marítimo . «Intentamos no interferir para evitar problemas». Una vez allí las ONGs se hacen cargo. Considerados el 112 del mar y recién cumplidos sus 30 años de vida, Salvamento Marítimo tiene ojos en Madrid que salvan vidas a miles y miles de kilómetros de distancia.