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Sánchez cierra su campaña elevando el desafío: “Gobernar es ganar”

Carga contra Ciudadanos acusándole de un “ejercicio de sectarismo que pagará caro” en las urnas.

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y el candidato a la Generalitat, Ximo Puig. Foto: Kike Taberner
El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y el candidato a la Generalitat, Ximo Puig. Foto: Kike Tabernerlarazon

Carga contra Ciudadanos acusándole de un “ejercicio de sectarismo que pagará caro” en las urnas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado campaña hoy en Valencia de la mano del president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que también concurre a los comicios el 28 de abril para revalidar el cargo. El candidato socialista ha elevado el desafío a los votantes, no pidiendo ya ganar, sino gobernar, porque el PSOE es consciente de que ser primera fuerza en las generales no le garantiza mantener la Moncloa. “Ganar no significa gobernar. Gobernar es ganar. No vaya a ser que seamos la primera fuerza el domingo y amanezcamos el lunes con Casado como presidente, Rivera al frente de un ministerio y la ultraderecha a los mandos”, ha advertido.

Sánchez ha apelado una vez más a concentrar el voto en torno a su partido para frenar la “involución” que suponen las “tres derechas”. Un temor que han ido sembrando y azuzando durante toda la campaña y que el 28-A podría hacerse realidad, según los números que manejan los socialistas. El presidente del Gobierno ha pedido “no especular” ni “jugar con el voto”, “porque los que quieren involucionar lo tienen claro”.“Si nos votan a nosotros, venceremos a la suma de las tres derechas”, ha destacado. Sánchez casi ha pedido un voto, ya no solo en las urnas, sino de confianza a todos aquellos que dudan entre su partido y otras formaciones como Unidas Podemos o Ciudadanos. “En esta ocasión tienen que votar al PSOE”, les ha demandado.

Todo parece indicar que, aunque Sánchez demanda una mayoría solvente, necesitará apoyos para poder gobernar. La suma preferente de los socialistas se articula con el PNV y los de Pablo Iglesias. Sin embargo, nada asegura que no vaya a requerir también a Albert Rivera, a quien el candidato socialista ha dedicado duros reproches, señalando que “pagará caro su ejercicio de sectarismo”. “Estamos muy cerca. Necesitamos todos los votos”, ha pedido el líder socialista en el colofón de una campaña larga, en la que se juega su sillón en la Moncloa.