Negociación

Sánchez y Díaz salvan el escollo de la reducción de la jornada laboral y pasan por alto Cataluña

La reducción a las 37,5 horas llegó de madrugada y no es completa: en dos años de implantación, No tocan el CGPJ y Sumar renuncia a la herencia universal, a topar la cesta de la compra e hipotecas

Pacto a medianoche. Con premura, aunque el acuerdo ya estaba «maduro» desde hace días, según un ministro socialista, y por ello, no veían lugar a retrasarlo más. No había sorpresa en que PSOE y Sumar llegaran a una alianza finalmente, pero Sumar quiso escenificar primero lo contrario. El escollo principal llevaba encallado varias semanas y no fue hasta este lunes a medianoche cuando se imprimió blanco sobre negro la reducción laboral con número redondo –las 37,5 horas semanales– y el compromiso de una fecha concreta –en dos años–, condición imprescindible para que Sumar diera el «ok» al PSOE para rubricar un acuerdo de coalición y olvidar de lleno otras promesas importantes por las que Yolanda Díaz había clamado en campaña electoral.

El texto pactado entre Sánchez y Díaz, se salda, sin embargo, sin ninguna mención a la negociación de la amnistía que el PSOE está fraguando con los partidos independentistas. Según fuentes de la negociación, Cataluña no es una cuestión que afecte a la dinámica programática entre los dos socios. En el acuerdo tan solo se menciona que «abordaremos el conflicto político catalán, impulsando la vía política a través del diálogo, la negociación y el acuerdo entre las partes que permita superar la situación actual».

PSOE y Sumar anunciaron su acuerdo para reeditar la coalición de Gobierno casi a las ocho de la mañana con un documento programático de 48 páginas que sería firmado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el museo Reina Sofía con fotos de sintonía entre ambos líderes incluidas. El grueso del pacto electoral acaba reforzando al socio minoritario y hasta el presidente del Gobierno en funciones lo dejó ver en su intervención de la presentación. Fue Yolanda Díaz la primera que presentó el acuerdo de manera a minuciosa en toda la parte social y laboral, mientras que, después, Pedro Sánchez le reconocía la exhaustividad y se refería continuamente a su socia de manera muy cercana. Ambos presentaron un pacto de coalición «para cuatro años de legislatura» y celebraban que «era un día grande».

Díaz monopolizó así el discurso laboral del Gobierno comprometiéndose a pasar de las 40 a las 37,5 horas de trabajo a la semana, pero no ya en 2024, como pedía Sumar, sino de «forma progresiva», retrasando a 2025 el objetivo final. Será entonces cuando se «constituya una mesa con los interlocutores sociales que evalúe los resultados de la reducción y siga avanzando en la disminución de la jornada legal, teniendo en cuenta las características de los distintos sectores de actividad», entre otros. Según fuentes de la negociación eso se hará a través de un anteproyecto de ley para modificar el Estatuto de los Trabajadores. A cambio, la vicepresidenta cede en la herencia universal a los jóvenes que cumplan 18 años, a topar el precio de los alquileres o la cesta de la compra, según reconocen fuentes de la negociación, que aun así tildan el acuerdo de «muy ambicioso», más que el de 2019 firmado con Unidas Podemos.

La vicepresidenta también anunció que el nuevo Gobierno endurecerá el impuesto de Sociedades para recaudar 10.000 millones de euros. El objetivo es que las empresas paguen un tipo efectivo del 15% «sobre el resultado contable», esto es «sobre el beneficio que perciben, no el que dicen que perciben», aseguró. Díaz también abogó por «reforzar» los gravámenes a la banca y a las grandes empresas, «readaptando» el impuesto con vigencia actual. El pacto también aboga por mantener la reducción del precio de los abonos de transporte en 2024.

El acuerdo también apuesta por impulsar la «reducción de los vuelos domésticos» en rutas que exista una alternativa ferroviaria en menos de dos horas y media, a excepción de los casos «de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales». El pacto también es muy extenso en materia de sanidad. Se apostará por un plan para fortalecer la atención primaria y reducir las listas de espera para operaciones quirúrgicas. En salud mental, clave para los de Díaz, se garantiza un tiempo máximo de espera para consultas de 15 días para jóvenes menores de 21 años. La educación universal de cero a tres años también se refleja en el acuerdo y garantizará, en el Estatuto de los Trabajadores el aumento del salario mínimo interprofesional para que represente el 60% del salario medio.

La reforma de la ley de Seguridad Ciudadana será otra de las apuestas después de la reforma fallida. Prometen garantizar «el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica». La norma «priorizará la garantía de derechos y la protección de la ciudadanía», y regulará «el derecho de reunión y manifestación, la identificación y registro corporal, la utilización de técnicas preventivas y disuasorias, así como la identificación de los agentes», entre otras.

El acuerdo entre PSOE y Sumar aboga por extender hasta las 20 semanas el permiso de paternidad y maternidad. Aseguran el impulso de una ley de cuidados en coherencia con la Estrategia Europea de Cuidados. La reforma de la financiación autonómica, apuesta del Ejecutivo de coalición, incluye una cláusula para garantizar la de la Comunidad Valenciana, aunque no especifica como abordará la infrafinanciación autonómica. En materia judicial, el texto no compromete ninguna medida para renovar el CGPJ sin el PP.