Pedro Sánchez está en un momento delicado y tiene su tabla de salvación en el PSC: por eso, se ha volcado en la campaña electoral catalana con el objetivo de que Salvador Illa obtenga el mejor resultado posible y pueda conquistar la Generalitat. En este sentido, Sánchez ya ha estado en tres actos electorales (Barcelona, Sant Boi y Montmeló) y, según ha podido avanzar LA RAZÓN, reaparecerá por sorpresa este jueves en Vilanova i la Geltrú, un municipio de la costa catalana. Además, la intención es estar el viernes también en el cierre de campaña en Barcelona, por lo que el presidente del Gobierno se va a volcar en las últimas 48 horas para tratar de arañar el máximo número de votos posibles para los socialistas catalanes.

Con este movimiento, Sánchez busca dar un golpe de efecto y, sobre todo, tratar de anular a los independentistas en un momento en que Junts empezaba a estrechar distancias en las encuestas. Todo apunta a que el PSC tiene el suelo en los 40 escaños, pero Illa es consciente de que va a necesitar más fuerza para poder optar a la Generalitat y gobernar con geometría variable (sea con las izquierdas de Esquerra y Comunes o, incluso, pactar puntualmente con las derechas de Junts y PP).

Con la presencia de Sánchez en las últimas 48 horas de campaña, el foco mediático se va a concentrar en buena medida en el PSC y, con ello, los socialistas van a tratar de apelar al voto útil en un momento en que el independentismo está desmovilizado o fatigado de las promesas incumplidas de ERC y Junts.

El acto se celebrará en Vilanova, un tradicional bastión del PSC que perdió en las últimas legislaturas en detrimento de los independentistas, pero que recuperó Juan Luis Ruiz en las municipales de hace un año y ahora gobierno con once de los 25 concejales del municipio.