PSOE

Sánchez vuelve a la carga contra la "derecha económica" y se lanza a por cuatro años más de Gobierno

El candidato socialista acusa a Feijóo de una "investidura fake" y esquiva el debate sobre el modelo territorial

Pedro Sánchez, lejos de mostrar voluntad por rebajar la tensión con el PP para abordar pactos de Estado, ha dado este sábado señales de que su intención va a ser seguir con un tono beligerante, sin dejar prácticamente espacios para el acuerdo. De hecho, Sánchez ha ido más allá del PP y también ha cargado contra toda la "derecha económica y sus terminales mediáticas" porque, a su juicio, se sitúan siempre "acríticamente" al lado de los populares. El candidato socialista, que ha dicho que aspira a revalidar el Gobierno con una legislatura de cuatro años, ha cargado duramente contra el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, a quien ha acusado de un intento de "investidura fake" y de "hacer perder un tiempo precioso" a España a pesar que eso tampoco impide que Sánchez negocie en paralelo con los independentistas para intentarlo posteriormente.

Sánchez, por lo visto este sábado en un acto en Málaga, un mes y una semana después de las elecciones del 23 de julio, parece decidido a continuar con el mismo plan que la pasada legislatura: es decir, seguir con sus alianzas con los independentistas porque entiende que los electores le han dado la razón. "La España progresista existe, se manifestó el 23J y exige respeto. Quiere ser escuchada y merece estar representada", ha advertido Sánchez, en un mensaje dirigido a la "derecha económica y sus terminales mediáticas". En todo caso, el presidente del Gobierno en funciones ha esquivado cuáles son sus planes: de hecho, ha obviado prácticamente el tema de mayor actualidad, que es el modelo territorial y no ha hecho más referencia que apelar a la "España de la convivencia con diálogo entre territorios". Tampoco parecía el lugar más propicio porque estaba en Andalucía y tampoco parece que vayan a casar los intereses de los andaluces en cuanto a modelo territorial con el de los nacionalistas vascos y catalanes, que son quienes impulsan el debate y a quienes Sánchez tiene que satisfacer para lograr sus apoyos.

Sin prácticamente referencias para la carpeta territorial porque el discurso de Sánchez ha estado casi monopolizado por los ataques al PP y por la agitación del miedo a Vox. "Después de las elecciones hay algunas certezas que podríamos sacar: la primera de las conclusiones es que nadie duda de que si Feijóo y Abascal hubieran sumado una mayoría cuál sería el Gobierno que habría hoy en España", ha afirmado. "Cuanto antes se hagan cargo de la realidad emanada del 23J, mejor para la sociedad española", ha añadido, en referencia al intento de investidura de Feijóo. "Mintieron durante cuatro años y ahora vuelven a mentir con una investidura fake", ha dicho, antes de acusar al candidato del PP de hacer "perder un tiempo precioso a España" a pesar de que la fecha escogida del 26 de septiembre surge, también, como consecuencia de la elección del 23 de julio para las generales ya que se intenta evitar una repetición electoral en Navidad. Sánchez, además, ha vuelto a pedir a Feijóo que, antes del 31 de diciembre, se avenga a llegar a un pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

"Nos ofrecen una legislatura de dos años. Nosotros ofrecemos no dos sino cuatro años de legislatura para avances y conquistas sociales", ha exclamado Sánchez, antes de criticar que el PP apela al "transfuguismo" para que diputados socialistas voten a favor de Feijóo en el debate de investidura del 26 de septiembre (el candidato popular está a solo cuatro votos de la mayoría absoluta). Además, Sánchez ha replicado al discurso de los populares a favor de la igualdad entre españoles para evitar que el PSOE pacte una amnistía con los independentistas que exima de responsabilidades penales a los separatistas del "procés": "Igualdad no es uniformidad. La igualdad se construye con las políticas sociales que ha puesto en marcha este gobierno".

Rubiales

Sánchez también ha pasado muy por encima por el polémico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y lo ha hecho para tratar de tapar los problemas de gestión de su Gobierno para abordarlo (Rubiales ha quedado apartado gracias a la Fifa). "Estoy convencido que hay mucha gente que se pregunta, ¿habrá causado daño a la imagen de exterior de España? La marca España es la reacción ejemplar de las jugadores de la selecciones y la reacción espectacular de la sociedad española que ha dicho junto a ellas que se acabó", ha expuesto.

"Nuestras jugadoras han ganado dos veces: una en el campo y luego dando al mundo una lección de igualdad entre hombres y mujeres", ha afirmado el presidente del Gobierno en funciones, quien, sin citar a Rubiales, se ha referido a él. "Uno no puede aspirar a representar a España y dejar mal a España con actitudes y con discursos que nos abochornan y que no nos representan", ha afirmado, en alusión a que tiene que dimitir.