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Torra se estrena con desafío al Estado: «Impulsaré un proceso constituyente»

Anuncia que colocará un gran lazo amarillo en la fachada del Govern y pedirá una reunión con Rajoy.

El candidato a presidente de la Generalitat, Quim Torra. EFE/ Quique García
El candidato a presidente de la Generalitat, Quim Torra. EFE/ Quique Garcíalarazon

Anuncia que colocará un gran lazo amarillo en la fachada del Govern y pedirá una reunión con Rajoy.

Cristina Rubio -Quim Torra, el candidato elegido «a dedo» por Carles Puigdemont para sucederle de forma «provisional» en el Palau de la Generalitat, ofreció ayer su primera entrevista como «presidenciable» en la que desgranó la hoja de ruta a seguir si sale elegido por el pleno del Parlament que empieza hoy. «Creo que tiene que haber un Govern eficaz. Cataluña tiene un reto monumental enfrente, estamos hablando de una crisis humanitaria, tenemos a gente en el exilio y en la cárcel», relató Torra nada más empezar. Una situación que, a su juicio, obliga al próximo Ejecutivo independentista a «iniciar un proceso constituyente» que cumpla con el «mandato del 1-O».

Una declaración de intenciones que sigue a la perfección el discurso marcado por el propio Carles Puigdemont después de las elecciones del 21-D. En la entrevista, de hecho, Torra destacó en varias ocasiones el carácter «excepcional» y «provisional» de su posible presidencia e incluso asintió con la cabeza cuando la presentadora de TV3 le habló de «bicefalia» compartida con Puigdemont al frente de la Generalitat.

En el pleno de hoy, sin embargo, Torra no resultará elegido al necesitar mayoría absoluta –el independentismo suma 66 escaños, dos por debajo–, por lo que se celebrará una segunda sesión el lunes en la que dependerá de la CUP para sumar mayoría simple. El bloque constitucionalista ya ha dejado claro su «no» a Torra con críticas unánimes por su «activismo político» y su «sectarismo».

Ex responsable de Òmnium Cultural, abogado y editor cultural sin carnet de partido –podría convertirse en el primer presidente independiente de Cataluña desde la restauración de la autonomía– y persona de la más estrecha confianza de Puigdemont, Torra habló incluso de colocar un lazo amarillo en la fachada de la Generalitat y en «la silla del Govern» para resaltar el carácter «simbólico de la legislatura».

En cuanto a los primeros pasos a seguir si resulta elegido por el Parlament, Torra desveló que pedirá dos reuniones, una con Mariano Rajoy y otra con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. «Esta apuesta de mano tendida y diálogo la tendremos siempre», aseguró antes de añadir, eso sí, que el principal obstáculo es que el Ejecutivo del PP no quiere reconocer al Govern como un «interlocutor válido».

En un discurso medido que osciló entre la llamada a seguir con el proceso independentista y la «mano tendida al diálogo» con el Estado, Torra no quiso contestar a la pregunta de si se plantea desobedecer al TC. «Sólo contemplo la posibilidad de obedecer lo que mande el Parlament», se limitó a decir para luego reiterar que «el mandato del 1-O» obliga al nuevo Ejecutivo a «iniciar un proceso constituyente».

El candidato de Junts per Catalunya también fijó otro objetivo prioritario: crear un comisionado para «investigar las consecuencias» de aplicar el artículo 155 e impulsar un plan de choque para restaurar los efectos nocivos que, a su parecer, ha tenido la intervención de la autonomía catalana. «La ciudadanía tiene que saber lo que ha estado pasando estos meses», aseguró. Se da la casualidad de que este plan lleva perfilado desde hace varios días por el entorno de Puigdemont para mantener el pulso con el Estado.

«Después hay dos ejes muy importantes: uno de políticas públicas para prevenir riesgo de fractura del país, y otro sobre la internacionalización del procés». El primero busca revertir de una vez los efectos de los recortes que impulsó Convergència en la época de Mas para contar con el beneplácito de Esquerra y en especial de la CUP. El segundo, en cambio, busca mantener el foco en la figura de Puigdemont, en libertad bajo fianza en Berlín.

De hecho, Torra detalló que su Govern tendrá tres vías de acción política: en el extranjero a través de la estructura que liderará el ex presidente con el llamado Consell de la República; a través de las instituciones catalanes, con mención especial a los ayuntamientos independentistas; y a través «de la ciudadanía movilizada».

Torra, quien pidió disculpas por sus polémicos tuits en contra de los «españoles», no quiso detallar ningún aspecto más del futuro Govern. No obstante, en este aspecto las quinielas parecen bastante claras: Elsa Artadi podría ser portavoz del Govern y ocupar una consejería de peso; Pere Aragonès, nuevo hombre fuerte de ERC, será vicepresidente y responsable de Economía; Jordi Turull y Josep Rull, ambos en prisión, podrían volver a ocupar una cartera como gesto simbólico.