PSOE
Las tribulaciones de Sánchez ante su sudoku más endiablado
Al presidente le espera un Comité Federal complicado: el turno de palabra, a puerta cerrada tras su discurso, se espera amplio
El 5 de julio de 2025 pasará a la historia de los Comités Federales del Partido Socialista. Pase lo que pase, el máximo órgano del PSOE entre congresos marcará un antes y un después, como aquel ya lejano comité del 1 de octubre de 2016. El secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo afronta casi en solitario, aunque escucha las opiniones de sus colaboradores, de sus ministros, y de los responsables territoriales. Solo Salvador Illa, como desveló LA RAZÓN, se reunió con Sánchez en La Moncloa. Al menos que se sepa.
En el Pleno, el presidente del Gobierno está obligado a dar las explicaciones, quizá más amplias, de las que dará el secretario general en el Comité Federal. Su silencio ha lanzado todo tipo de especulaciones en un partido que está en estado de shock, con desánimo en los grupos más cercanos a Sánchez y que vive aguantando la respiración. Los escenarios que se abren ahora son varios.
Resistir
Pedro Sánchez defiende con vehemencia esta posición. En su discurso ante el Comité Federal defenderá cambios estructurales en el partido y la creación de contrapesos en la gestión económica, introducirá cambios en los Estatutos, donde se contemplará la expulsión de militantes que contraten prostitutas, planteará cambios en la Ejecutiva Federal y se presentará como víctima de la situación. El presidente expondrá su voluntad de seguir al frente del Gobierno, sin cambios, y encapsulará la crisis al partido.
Sin alternativa
Sánchez se aferra a la resistencia, «resistir es vencer», por la falta de alternativa de Núñez Feijóo. Su moción de censura nació muerta y en dos días pasó de establecer contactos a criticar con dureza a los socios. El PNV y Junts no darán el paso porque Vox es el socio necesario y para ambas formaciones tendría duras consecuencias electorales apoyar a Feijóo. El PNV suma además las malas relaciones con el PP por su oposición a recuperar el Palacete incautado por la Gestapo en París, el euskera en Europa y el Gobierno de coalición en Euskadi con el PSE. Junts «no dejará caer a este Gobierno».
Moción de confianza
«No la veo», dijo Sánchez a sus más íntimos colaboradores y desató los nervios en su círculo más inmediato. El presidente sigue negando esta posibilidad a expensas de que los socios la pueden plantear en el debate del 9 de julio, aunque desde algunos sectores se reformula con «moción de confianza y presupuestos».
Paso al lado
En los primeros días de la crisis sectores «sanchistas» planteaban un paso al lado del presidente, que anunciara una convocatoria electoral para dentro de un año y reorganizara el Gobierno. Esta opción cuenta con una oposición directa del presidente que teme verse asediado por temas judiciales en su entorno personal.
Congreso Extraordinario
En este momento no hay un candidato alternativo a Pedro Sánchez que garantice un relevo ordenado y apunte a un nuevo PSOE en una campaña electoral. No es fácil el camino, pero, sin embargo, la opción de demandar un Congreso Extraordinario puede surgir en el Comité Federal. El congreso no sería un camino de rosas, pero ayudaría a apuntalar al PSOE si en los próximos días se conocen nuevos casos o nuevas imputaciones.
Cambio de Gobierno y de presidente
Se planteó en los primeros días, pero ha ido perdiendo fuelle por las dificultades que entraña consolidar de nuevo la mayoría de Gobierno ya que este nuevo presidente debería someterse a una investidura. Este nuevo presidente convocaría elecciones en 2026.
Dimisión y elecciones
Esta opción defendida por el «PSOE caoba» es rechazada por el presidente y por una gran mayoría del partido. Sólo Garcí-Page, Javier Lambán, Felipe González y Alfonso Guerra, junto a líderes del pasado, defienden esta posibilidad. Para la mayoría, «sería un suicidio» y, además, «no han sido capaces de unir fuerzas en torno a un candidato. La mayoría del partido considera que estos críticos siguen a la derecha.
Candidato amortizado
En el PSOE no tienen dudas de que, si Sánchez se presentara a un congreso, podría ser de nuevo avalado por las bases. Sin embargo, en los cuadros medios se defiende la necesidad de «aprender del pasado» para iniciar un «cambio ordenado» porque se considera que Pedro Sánchez es un candidato amortizado. Esta sensación ya se percibió en abril de 2024 cuando el presidente se recluyó en La Moncloa para decidir su futuro.
Solución rápida
Eso es lo que demandan los alcaldes socialistas y los candidatos autonómicos. Exigen que la hoja de ruta se implante y se defienda para evitar que el deterioro haga mella en las elecciones de 2027.
Ciertamente, Sánchez afronta un Comité Federal complicado. El turno de palabras, a puerta cerrada, se espera amplio porque una buena parte de sus miembros pedirá hablar.