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Esto es lo que les espera a Irene Montero y Pablo Iglesias cuando sean padres

Como todos los mortales sabrán de primera mano qué son las noches sin dormir y los desvelos que dan los hijos

Pablo Iglesias e Irene Montero en el Congreso
Pablo Iglesias e Irene Montero en el Congresolarazon

Poco o casi nada imaginan Irene Montero y Pablo Iglesias lo que se les viene encima. Desde luego mucha felicidad pero también muchos cambios en sus vidas que les harán perder la paciencia más de una vez. Pero con calma pero sobre todo tiempo, todo pasa y al final hasta puede que repitan.

Hace unos días la diputada Irene Montero (Podemos) anunció a través de su red social, Facebook, que estaba embarazada de dos “criaturas” (no sabemos si son mellizos o gemelos aunque eso poco importa). Tampoco sabemos si se ha quedado embarazada de manera natural o ha sido por una FIV ya que las posibilidades de embarazos gemelares son relativamente bajas en la especie humana, uno de cada 90 casos corresponden a mellizos y uno de cada 250, a gemelos. Esta cifra nada tiene que ver con lo que vemos en la calle ya que ha aumentado considerablemente en los últimos años el nacimientos de gemelos pero por el aumento de los tratamientos de fecundación in vitro donde las posibilidades de que sean dos, aumentan. Esto se debe a que cada día más mujeres postergan la maternidad más allá de los 35 años cuando la reserva ovárica ha descendido considerablemente.

No parece ser el caso de la pareja habida cuenta de la juventud de ella (la edad del padre influye bastante menos a la hora de lograr el embarazo). Irene tiene tan solo treinta años, una edad más que perfecta para concebir. Al menos desde la biología está en un momento perfecto con todo su cuerpo dispuesto para hacer lo que lleva años preparándose para que suceda: gestar. En cuanto a lo que la sociedad entiende, también está en un momento óptimo ya que no se la considera una “niña” pero tampoco una madre “añosa”. Irene quizás no lo sabe todavía pero quedarse embarazada con 30 años será, con casi toda seguridad, una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida. Cuando tenga cincuenta, y hoy día esa edad es ser “joven”, sus hijos ya estarán en época universitaria. Desde todos los ámbitos es una edad idónea para ser madre. Incluso en el caso profesional.

Irene Montero se queda embarazada dos años antes de la media de las españolas en su primera maternidad que se sitúa ahora mismo y según datos del Instituto Nacional de Estadística en los 32 años (datos de 2016).

Seguimiento del embarazo

Dependerá mucho de si se lo llevan en la seguridad social o en la privada. Teniendo en cuenta al partido al que pertenece es bastante probable que use la primera opción. Y aquí vienen algunas noticias que a muchas mujeres impacientes les disgusta. Pese a ser una sanidad envidiable, la española tiene un pequeño inconveniente en el seguimiento del embarazo para la mayoría de las mujeres y es que solo se hacen tres ecografías, una por trimestre lo que para las que son un poco impacientes esto es un problema. En la sanidad privada las mujeres se hacen cuantas ecografías quieren y suelen ser una cada mes. Desde el punto de vista del diagnóstico no es necesario pero para la tranquilidad de una madre, lo es. Las ecografías importantes son 3. La de la semana 12, la de la 20 y la de la 35.

En la semana 12 (que ya ha superado) se ven cosas tan importantes como el indicio del síndrome de Down que se calcula en base a una estadística en una prueba llamada triple screening que, entre otras cosas, pone en valor la edad de la gestante. Muchas mujeres mayores de 37 se encuentran con la noticia en esta ecografía de que su bebé puede tener dicho síndrome. En la semana 20 tendrá una prueba muy importante donde se valorarán los órganos. Si en dicha prueba se encontraran graves complicaciones incompatibles con la vida entraría dentro del plazo que la ley española permite para abortar.

Esta ecografía de la semana 20, junto a la de la semana 12 le hará entender tanto a ella como a su pareja, que ser padres es un camino precioso pero lleno de miedos. Miedos y sufrimiento a que a tu hijo le suceda algo. Dicho camino empieza en el embarazo y dura para siempre. Eso sí, te acostumbras. Pero es, quizás, la parte menos agradable de la maternidad.

En el caso de Irene Montero, al estar embarazada de dos bebés, tendrá derecho a más ecografías, especialmente cuando haya rebasado la semana 34 cuando puede que hasta sean semanales ya que los embarazos gemelares rara vez llegan a término, esto es a la semana cuarenta. Es más, en los embarazos múltiples se considera que se ha llegado a término en la semana 36 a diferencia de los únicos que entran en término en la semana 37.

Lo más probable es que los médicos que se encarguen de llevar su embarazo califiquen su embarazo de alto riesgo, algo a todas luces innecesario y que generará en la diputada la posibilidad de sentir ansiedad. Es una mujer joven y sana y, aunque su embarazo sea de dos, no necesariamente es de alto riesgo. Sobre todo porque es joven y, aparentemente, una mujer totalmente sana.

Tal y como dice el parto es nuestro en su página web si los profesionales sanitarios inciden mucho en ese término, acabarán por agobiar a la madre sin ninguna necesidad por lo que se llama el efecto nocebo de las visitas prenatales. Algo que se explica muy bien aquí. Irene Montero quizás sea consciente (a lo mejor no) de la necesidad de que ciertos protocolos no sean tan rígidos ya que es más evidente que no todas las mujeres necesitan las mismas pruebas en el embarazo.

Otra prueba que probablemente deberá hacer Irene y que no será de su agrado y no siendo estrictamente necesaria si no se presentan verdaderas dudas, es la de la curva del azúcar llamada Test de O´Sullivan. También y según el o la obstetra que le toque, hará la prueba en ayunas o no. Cuando lo aconsejable pero no extendido por el “dichoso protocolo” es no hacer ayunas. En este enlace de la endocrina África Villaroel, lo explica perfectamente. Si Montero da con un profesional actualizado, se librará de hacerla en ayunas lo cual es bastante mejor sobre todo para no vomitar todo y volver a empezar.

El parto

A Irene Montero le pueden pasar dos cosas: que tenga un parto espontáneo y natural o que se lo programen (esto es inducido con oxitocina sintética) que empiece con la intención de que sea vaginal y termine en cesárea, algo menos probable por estadística en la pública que en la privada. Puede que le toque un obstetra que prefiera esperar acontecimientos (es decir a que ella misma se ponga de parto y acuda al centro hospitalario) o que le toque otro que prefiera no arriesgarse, máxime si tenemos en cuenta que su paciente es una figura pública y tendrá todas las miradas puestas en él cuando llegue el momento.

Sería raro aunque no imposible que dejen “en paz” a Irene una vez haya rebasado la semana 39 sin que se lo provoquen. Es decir, una vez pasado ese tiempo no tendrá la posibilidad como sí sucede con un único bebé, de esperar a que se ponga de parto incluso llegando a la semana 42. Que un parto sea inducido tiene sus inconveniente, entre ellos que necesite el uso de una epidural que, a su vez, le pueda paralizar el parto y que, a su vez haga necesaria la cesárea. Es mucho especular y aventurarse en el futuro pero lo que sí es cierto dentro de los embarazos gemelares, el de mellizos (embarazo bicorial, biamniótico) es el que se considera de menor riesgo y, añade, sobre el parto, en casi todos los hospitales suelen intentar parto vaginal si los dos bebés están en cefálica o si al menos lo está el que sale primero. Si el primer bebé está de cabeza y el segundo de nalgas y este último no cambia de posición durante el parto, lo más posible es que el parto acabe en cesárea.

Montero podrá sufrir antes y durante el parto prácticas poco recomendadas por la OMS y que en España superan con creces las tasas que se piden tales como la maniobra de Kristeller, la de Hamilton, episiotomías y las nada deseables cesáreas si no son estrictamente necesarias.

Irene Montero podrá sufrir al dar a luz (esperemos que no) la nada deseable práctica de ciertos hospitales de separar a la madre del bebé. Especialmente si estos nacen prematuros, más probable cuando el embarazo es gemelar. Si esto sucede, Montero deberá saber que tiene todo el derecho del mundo a permanecer todo el tiempo que quiera en la UCI del hospital haciendo el método canguro, es decir, teniendo en su pecho a los bebés todo el tiempo que quiera. Tanto ella como su pareja.

En el caso de que nazcan a término y sin necesidad de pasar por la incubadora, Irene ha de saber que la separación del bebé supone un estrés para ella y para los recién nacidos. Que lea mucho sobre este tema y que se informe le hará evitarlo.

Post parto

En el post parto no hay clases sociales que valgan e Irene Montero, que es una mujer privilegiada, disfrutará o no de la subida de las hormonas de la felicidad que traen consigo la oxitocina y también experimentará la terrible bajada de las mismas días más tarde. Además de los posibles dolores que le podrán quedar si tiene un parto con episiotomía o cesárea, a esto habrá que unirle que un recién nacido las primeras semanas de vida es absolutamente demandante de pecho y brazos o, en su defecto, de biberón y brazos. Y en el caso de ella, serán dos. Lógicamente su pareja, Pablo Iglesias, tendrá un papel fundamental a la hora de acompañarla y ayudarla pero ambos cuentan con una desventaja: son primerizos.

Si Irene opta por la lactancia materna, algo que no todas las madres de dos hacen, entonces el caos será un pelín más por una razón obvia: solo ella podrá dar de comer a los bebés. Pero puede lograrlo como lo han hecho tantas otras mujeres si se organiza y cuenta con la ayuda que toda mujer recién parida debería tener (sobre todo del padre). Ayuda para las tareas del hogar, para hacer la comida, para sacarle los gases a un bebé mientras el otro come, o para cambiarle el pañal (las primeras semanas hacen una media de diez deposiciones diarias). Una media de veinte pañales al día que la feliz pareja enseguida sabrá lo que cuestan.

A todo esto habrá que sumar las noches en vela porque los bebés al principio duermen como mucho dos o tres horas del tirón, incluida la noche. Aunque haya excepciones, esto es así en casi todos. Y no tienen por qué ponerse de acuerdo entre los dos gemelos para hacerlo a la par. Así que la tónica general será para ambos de agotamiento.

Depresión postparto

La depresión postparto le sucede, según un estudio publicado hace más de un año por la marca Suavinex, a un 35,14% de las mujeres, mientras que hasta el 90% de ellas afirma haber tenido alguno de los síntomas.

La depresión postparto es un asunto de salud mental muy serio y de tratamiento complejo por la espera si se hace vía seguridad social ya que las listas de espera son demasiado largas y las consultas duran apenas diez minutos. Una mujer con depresión postparto necesita atención profesional de forma urgente por un psiquiatra perinatal adecuado o un psicólogo perinatal. Y por lo privado las consultas cuestan una media de 90 euros siendo necesarias varias, algo que no todas las familias pueden costearse cuando es algo de vital importancia atenderlo.

Si Irene Montero entra dentro de esa categoría de mujeres afectadas, esperemos que no, quizás sea después mucho más consciente de lo que probablemente sea ahora: de modificar vía parlamentaria la atención deficitaria que tenemos ahora ene ste asunto tan importante.

Ayudas económicas

Ni Irene Montero ni su pareja y padre de los bebés tienen dificultades económicas para llegar a fin de mes ya que entre ambos ganan una media de diez mil euros mensuales. Aún así y en una medida incomprensible (debería ser por renta y no por familia), recibirán un pago único de 2,943.60 euros de parte de la SS. Irene Montero disfrutará si quiere por ley de 18 semanas de baja por maternidad donde seguirá percibiendo su salario íntegro salvo las seis primeras semanas que será el doble por ser madre de dos.

Irene Montero, a diferencia de las madres autónomas, podrá disfrutar plácidamente de su baja sin pensar en el dinero ya que seguirá cobrando lo mismo mientras que una madre autónoma, cobrará una media de mil euros al mes si cotiza por una SS de unos 300 euros. De ahí que la mayoría de las mujeres autónomas no se acojan a su derecho de baja maternal porque no les queda más remedio, con los problemas psicológicos que ello acarrea para la madre.

Si Irene decide no cogerse la baja por maternidad puede cedérsela al padre aunque este ya dispone por ley desde el 1 de enero de 2017 de 30 días de baja. No es probable por estadística que lo haga aunque por poder, puede.

Por supuesto como madre trabajadora que es y hasta que los bebés cumplan 3 años, Irene Montero percibirá mensualmente 100 euros por cada hijo. Eso o desgravarse el total de la cuantía, 2400 euros, en la declaración de la renta. Como ella prefiera. Esa ayuda le corresponde a ella y no al padre.

Gastos nada más nacer los bebés

Sin embargo todo ese dinero que entre ambos ganan, más las ayudas, les vendrán estupendamente bien porque tener hijos cuesta dinero. Dos, cuesta mucho más. Si bien es verdad que todo el mundo se vuelca con los primerizos con regalitos, al final el desembolso económico es grande. Tendrán que comprar:

-Carrito gemelar

-Dos sillitas reglamentarias para el coche

-Dos cunitas o moisés (aunque también podrán dormir con ellos si hacen colecho)

-Ropita para los primeros meses. Al menos muchos bodies y pijamitas pero también ropa para salir a la calle

-Si no da el pecho, leche maternizada que cuesta una media de 15 euros por bote y cada bebé suele consumir uno a la semana. En su caso 30 euros a la semana por cuatro semanas que tiene el mes. Si logra dar el pecho, además de los múltiples beneficios, se ahorrarán un pico.

-Un buen acopio de pañales que cada dos por tres hay que renovar

Vuelta al trabajo. ¿Con quién dejamos a los bebés?

Una vez transcurridas las 18 semanas que siempre se pueden ampliar si se juntan vacaciones de verano y se acumulan las horas de lactancia (aunque se dé biberón), Irene Montero deberá acudir de nuevo a sus largas e interminables jornadas en el Congreso de los Diputados. Deberá decidir junto a su pareja qué hacer.

Tiene tres opciones.

-Excedencia. Por ley puede alargar la baja maternal sin cobrar en forma de excedencia el tiempo que ella quiera. No parece probable que lo haga dado el carácter de su profesión aunque no sería ni la primera ni la última mujer del planeta que cambie su perspectiva sobre qué es lo que más le importa, una vez convertida en madre. Montero es una mujer muy apasionada de su trabajo y que, pese a su juventud, ha llegado ya muy alto en política por lo que sería poco probable que se apartara de la política por la maternidad. Sea lo que sea la decisión que tome deberá ser escrupulosamente respetada.

-Persona en casa. Lo mejor para los bebés tan pequeños es quedarse en su casa. Además los de la pareja nacerán entre septiembre y octubre lo que les hará pasar los primeros meses de sus vidas (los más vulnerables) en pleno invierno lo que implica que salir a la calle cada mañana a un entorno hostil no será lo mejor para ellos.

No todas las familias pueden permitirse esa ayuda en casa y no les queda más remedio que dejarlos en una guardería, eso en el caso de que obtengan plaza en una pública o, en el caso de que sea privada, se lo puedan pagar. En el caso de la pareja Montero-Iglesias, pueden permitírse perfectamente una persona en casa. Eso sí, las jornadas en el Congreso de los Diputados son larguísimas y a veces se sale de madrugada,por lo que la fórmula ideal sería una persona interna. El salario medio es de 900/1000 euros al mes (en 13 pagas) y se libra dos días a la semana (generalmente los fines de semana). Se conceden 30 días de vacaciones repartidos a convenir y, por supuesto, es de obligado cumplimento el pago de la seguridad social de la persona empleada. Si optan por una persona externa, es decir, que no pernocte en la casa, deberán pagar más o menos el mismo salario más las horas extras (10 euros la hora) que, en el caso de ambos, serían muchas por sus trabajos.

-Guardería. Sería poco probable que usase una guardería cualquiera de su barrio, privada o pública teniendo la del Congreso que cuesta 150 euros al mes y abre desde las 08.00 AM a las 21.00PM, un horario a todas luces muy poco ajustado a las necesidades de unos bebés. Pero si eso es lo que ellos desean, por 300 euros al mes podrán dejar a sus bebés ahí.

Conclusiones

El dinero no será problema para ellos porque se sitúan muy por encima de la media del resto de los españoles pero la organización y la infraestructura les afectará como a cualquier hijo de vecino. Sus vidas darán un giro para bien porque los hijos son siempre una alegría y la mayoría de las personas adoran a los suyos y los quieren con locura y ellos no serán una excepción.

Como pareja se verán el uno al otro de otra forma diferente. Pero sobre todo y lo más importante es que su vida volverá a ser como antes y, si son conscientes de lo afortunados que son lucharán por mejorar las condiciones de los que no son tan afortunados para poder atender a sus hijos cuando les toca volver al trabajo. No todo el mundo puede pagarse una guardería y las plazas en las públicas escasean. No todos los padres pueden costearse vacunas como la de la meningitis (cuatro dosis a 100 euros por dosis y si son gemelos multiplique por dos).

El viaje que emprenden es para siempre incluso si algún día terminan como pareja. Y es de ambos. Como apasionante que es, personalmente les deseo lo mejor en su futura andadura como padres que serán deseando que se conviertan en unos grandes defensores de lo que también es la maternidad: un asunto de Estado de primerísima importancia y necesidad.

Y por supuesto todo lo que la vida les deparará como padres es mucho más que lo relatado en este artículo porque según van creciendo los hijos, las necesidades de estos van cambiando. Lo que sí es seguro es que ninguno de los dos volverá a ser el mismo y su forma de ver la vida, tampoco será igual.