Agresión sexual
Ocho años de cárcel por violar a su prima en Ferrol: “Estaba borracha, no tenía fuerzas para quitármelo de encima”
Le pidió que durmiera con ella porque se encontraba mal y él se aprovechó de su estado de embriaguez
La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a ocho años de prisión a un hombre por agredir sexualmente a su prima en el domicilio familiar que compartían en la ciudad de Ferrol.
El tribunal considera probado que el acusado se aprovechó de la situación de embriaguez en la que se encontraba la víctima para mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, con penetración vaginal y anal. Además de la pena de cárcel, se le imponen medidas de alejamiento y libertad vigilada durante catorce años, así como la inhabilitación para trabajar con menores.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 12 de marzo de 2023, después de que ambos salieran juntos por la noche. Al regresar al domicilio familiar, la joven, visiblemente afectada por la ingesta de alcohol, según consta en la sentencia, pidió a su primo que se acostara con ella por si tenía que vomitar. Poco después, se quedó dormida.
Fue entonces cuando, según el fallo, el procesado se subió encima de ella, comenzó a besarla, tocarla y la penetró vaginalmente, a pesar de que la víctima le repetía que parara. Más tarde, ya de nuevo dormida por su estado de ebriedad, el acusado volvió a agredirla sexualmente, esta vez por vía anal. La joven volvió a despertarse por el dolor, insistiendo otra vez en que cesara, sin éxito.
El testimonio de la víctima fue considerado por el tribunal como “sincero, consistente y persistente”. En su relato, la joven dejó claro que no consintió en ningún momento y que no tenía fuerza para apartar al agresor.
Mensajes de WhatsApp
Los jueces también valoraron como pruebas de gran valor incriminatorio los mensajes de WhatsApp que la víctima envió a un amigo dos días después, en los que relataba lo sucedido con angustia y remordimiento: “Yo intentaba quitármelo de encima pero no podía. Estaba tomada. No tenía fuerza. Lloraba, le decía que me hacía daño”.
El acusado admitió haber mantenido relaciones sexuales con su prima, pero sostuvo que fueron consentidas. No presentó ninguna prueba que lo avalase más allá de su palabra. Durante el juicio reconoció que abandonó el domicilio al día siguiente, después de que el hermano de la denunciante le pidiera que se marchara.
La sentencia destaca la especial gravedad del caso por la relación de convivencia entre víctima y agresor, lo que, a juicio del tribunal, facilitó la comisión de los hechos y dificultó la denuncia por parte de la joven.
De hecho, la víctima tardó más de cuatro meses en acudir a la policía, un retraso que los magistrados no consideran relevante para restar veracidad a su testimonio, ya que, según el fallo—, responde a patrones habituales en casos de violencia sexual intrafamiliar, marcados por la vergüenza, el miedo y la presión social.
La Audiencia Provincial impone además al condenado la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 200 metros durante catorce años, la inhabilitación para comunicarse con ella por cualquier medio durante el mismo período, y la inhabilitación especial para trabajar con menores. También deberá cumplir seis años de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión. La víctima no ha reclamado ninguna indemnización.
La sentencia no es firme. Puede recurrirse ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.