Tribunales

Reclama su absolución ante el TSXG tras matar a su vecina en Pontevedra con el coche

José Carlos Eirín, condenado a 22 años de cárcel, alega que se quedó dormido y denuncia indefensión en el juicio

El condenado por el crimen de Jéssica Méndez, durante la vista.
El condenado por el crimen de Jéssica Méndez, durante la vista. Europa Press

José Carlos Eirín, condenado a 22 años de prisión por asesinar con su coche a Jéssica Méndez en marzo de 2022 en Barro (Pontevedra), ha solicitado su absolución o la nulidad de la sentencia ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Su defensa ha presentado un recurso basado en nueve motivos, entre ellos la supuesta indefensión por no permitirse al acusado declarar al final del juicio y la interpretación de mensajes en el móvil de la víctima, que, según el condenado, demostrarían que no existía una situación de vigilancia hacia ella.

"La relación era de 'hola y adiós', no había ánimo de matar. Lo más probable es que me quedase dormido", alegó Eirín ante el tribunal, negando la intencionalidad del impacto. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la acusación particular se han opuesto a cualquier modificación de la condena, calificando lo sucedido como una "cacería".

Los hechos probados según el jurado

El Tribunal del Jurado consideró acreditado que, sobre las 09.25 horas del 17 de marzo de 2022, en la carretera N-550, a la altura de la aldea de Constenla, Eirín dirigió intencionadamente su coche contra el vehículo de Jéssica, que estaba detenido esperando para incorporarse a la vía principal. Según el jurado, el acusado actuó con el propósito de acabar con la vida de la joven.

Asimismo, se consideró probado que los hechos estuvieron motivados por razones de género, ya que el jurado entendió que la indiferencia de Jéssica hacia Eirín, especialmente tras iniciar una relación sentimental con otra persona, desató la situación de control y vigilancia previa que desembocó en el crimen.

La postura de la defensa y el rechazo de la Fiscalía

La defensa ha insistido en que no se demostró intencionalidad en el acto y ha argumentado que el acusado colaboró con la Guardia Civil desde el principio. Además, sostiene que la falta de oportunidad para que Eirín declarase al final del juicio afectó a su derecho a una defensa plena.

Frente a estos argumentos, la Fiscalía y la acusación particular han subrayado que el juicio se desarrolló conforme a derecho y que los hechos probados por el jurado son concluyentes. El Ministerio Público ha rechazado que la ausencia de una declaración final del acusado tuviese influencia alguna en la sentencia condenatoria.

El TSXG deberá ahora decidir si acepta el recurso presentado por la defensa de José Carlos Eirín o mantiene la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Pontevedra.