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Restaurante Suba, comida de altura con vistas inmejorables en Lisboa

Todo se conjuga para que el comensal sienta que no va a ser una comida más. Antes, al contrario, descubrirá que la exclusividad y singularidad de este hotel se traslada a estas mesas

Comer con estas vistas es una experiencia inolvidable. Foto cortesía del Hotel Verride.
Comer con estas vistas es una experiencia inolvidable. Foto cortesía del Hotel Verride.La Razón

No tengo dudas. Uno de los hoteles más exclusivos de la capital portuguesa es el célebre Verride Palacio Santa Catarina, un impresionante cinco estrellas, situado en un precioso palacio del siglo XVIII, en la zona del barrio alto, donde se encuentra uno de los más famosos “miradouros” lisboetas, regalando unas panorámicas inigualables sobre la desembocadura del rio Tajo.

Pues bien, en un espacio tan singular con vistas difíciles de superar en la ciudad, en la parte alta de este palacio descubrimos un templo del buen comer llamado Suba.

Todo se conjuga para que el comensal sienta que no va a ser una comida más. Antes, al contrario, descubrirá que la exclusividad y singularidad de este hotel se traslada a estas mesas.

Tenemos dos opciones, ambas muy recomendables. Comer dentro del restaurante o, si el tiempo lo permite, en la terraza de la planta superior. Pocos lugares en Lisboa pueden presumir de unas vistas como estas.

El restaurante es por muchas razones, además de la gastronómica, idílico. Cuidada decoración con ramos de flores naturales que endulzan y aromatizan el ambiente, cálidos y acogedores tonos blancos envolviendo este escenario sin par, preciosa mantelería y cubertería, grandes ventanales que parecen recordarnos constantemente dónde nos encontramos, una distribución de las mesas en las que el comensal tiene como fondo el puente 25 de abril y la imagen del Cristo Rey de Almada (en la otra parte de la orilla del Tajo), un esmerado servicio y una relación calidad/precio ciertamente extraordinaria.

Fachada del Hotel en Lisboa
Fachada del Hotel en LisboaLa Razón

Además de la carta, disponemos de sus menús degustación, un menú vegetariano o un menú ejecutivo que diversifica y amplía la oferta al comensal. Fabio Alves está al mando de estos fogones con un equipo al que me atrevo a calificar de sobresaliente.

Los tiempos, las elaboraciones, el tratamiento de la materia prima, la diversidad en el menú degustación que probé, la sensación de comer en un lugar único o el magnífico trato que el comensal recibe desde que entra por la puerta de este palacio son señas de identidad de un equipo de profesionales cuyo único antojo es que sintamos el privilegio de comer en Suba.

Quien les escribe tuvo la suerte de disfrutar de estas cocinas y puede, por tanto, escribir estos párrafos con el mejor de los avales: la experiencia propia. Nada hay más sólido que esto para aconsejar un restaurante.

Una comida creativa, moderna, de vanguardia, que no olvida las tradiciones. Pasado y sofisticación de la mano. Todo ello, unido a una cuidada presentación y a una muy elaborada carta de vinos para acompañar.

La cuidada presentación de sus platos es una seña de identidad de Suba
La cuidada presentación de sus platos es una seña de identidad de SubaLa Razón

Los galardones no se han hecho esperar y los reconocimientos, de justicia, van llegando a las estanterías de hotel y del restaurante. Por ejemplo, Suba ganó en el 2019 dos premios otorgados por Haute Grandeur Global Restaurant Awards (https://hautegrandeur.com/). Concretamente, Best Luxury Boutique Hotel Restaurant in Portugal y Best Portuguese Cuisine in Portugal.

Suba forma parte de una incontestable apuesta de la propiedad de este hotel por la gastronomía de altura a precios atrayentes. El escenario perfecto para una velada muy especial.

Una propuesta gastronómica que une, también hay que decirlo, aires románticos y envolventes. Se posiciona también, por derecho propio, como un restaurante perfecto en el que celebrar, por ejemplo, un aniversario.

Puedo decir que Suba es más que un restaurante; es degustar magníficos platos (muy trabajados y estudiados); es sentarse en la terraza y admirar lo que frente a nuestros ojos se encuentra mientras que, en una extensa carta de cócteles, elijo uno para abrir boca; es subir a la planta más alta de hotel para, bajo el mástil que sujeta una gran bandera de Portugal ondeando al viento, apreciar una panorámica de 360 grados de una de las ciudades más bellas de Europa.

Las vistas del restaurante son una delicia para los sentidos
Las vistas del restaurante son una delicia para los sentidosLa Razón

Suba y Verride van por caminos paralelos. La elegancia, la exclusividad y la singularidad que ofrece Verride Palacio Santa Catarina va indisolublemente unida a una cocina de altura donde lisboetas y foráneos pueden disfrutar de estas obras culinarias a precios competitivos.

Podría ir detallando cada una de las elaboraciones que probé en esa cena inolvidable, pero en esta ocasión rompería ese hechizo -que existe también en gastronomía- consistente en el descubrimiento, en el asombro, en la admiración y en la sorpresa. Por esta razón, no deseo adelantar nada más.

El impresionante escenario, a groso modo, lo he detallado. La función de esta particular obra de teatro gastronómica únicamente avanzo que les encantará.

Así pues, solo falta una cosa: que saboreen el concienzudo trabajo que se realiza en Suba. Merecerá la pena. Seguro que me darán la razón.