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Recetas
El ingrediente secreto que se encuentra a menudo en el pollo frito que es ideal para hacer unas galletas cremosas
Este contribuye a una textura más suave y cremosa, reduciendo la dureza que podría aportar la harina de trigo sola

En el mundo de la cocina, los ingredientes versátiles suelen esconderse a simple vista, desempeñando un papel fundamental en recetas que, a primera vista, parecen no tener nada en común. Tal es el caso de la maicena, un ingrediente común en la preparación del pollo frito crujiente y también la clave para conseguir unas galletas cremosas y perfectamente texturizadas.
La maicena, también conocida como almidón de maíz, es famosa por su capacidad para crear una capa ligera y crocante en el pollo frito. Este polvillo blanco actúa como un agente de recubrimiento que, al mezclarse con harinas tradicionales, ayuda a mantener la jugosidad de la carne mientras aporta ese crujido característico tan deseado.

El uso de la maicena en galletas
Sin embargo, su magia no termina en las recetas saladas. En la repostería, la maicena es un verdadero comodín. Cuando se incorpora a masas de galletas, contribuye a una textura más suave y cremosa, reduciendo la dureza que podría aportar la harina de trigo sola. Además, ayuda a mantener la forma de las galletas durante el horneado, logrando bordes definidos y un interior tierno.
Los chefs y reposteros experimentados suelen utilizar maicena para equilibrar la consistencia de sus creaciones, desde galletas de mantequilla hasta los delicados y famosos macarons. Su capacidad para absorber humedad y controlar la estructura de las masas la convierte en un ingrediente imprescindible en cualquier cocina.
Así que, la próxima vez que disfrutes de un pollo frito perfectamente crujiente o unas galletas cremosas que se derriten en tu boca, recuerda que el secreto podría ser el mismo: un poco de maicena, el ingrediente que conecta dos mundos culinarios de manera inesperada.
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