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Alimentación
Tortilla de patatas vegana: sin huevo y apta para celíacos
Este clásico español tiene una versión sin productos animales, pero con todo el sabor

Este sábado 1 de noviembre se celebra el Día Mundial del Veganismo, cuyo objetivo es promover el estilo de vida vegano, fomentar el respeto hacia los animales y el medio ambiente, y difundir información sobre los beneficios del veganismo para la salud y el planeta. Aunque existen muchos mitos y prejuicios respecto a la cocina sin productos animales, la cocina vegana puede adaptar fácilmente otras recetas tradicionales.
Y es que el plato más representativo de la gastronomía española, la tortilla de patata, tiene su propia versión 100% vegetal. Además de estar deliciosa, es acta para celíacos o alérgicos al huevo, y sin sacrificar nada del sabor original del plato nacional por excelencia. Para cocinarla no hacen falta más de cuatro ingredientes, ya que la clave de esta preparación siempre ha estado en la técnica.
Con un poco de maña, en España somos capaces de sacarle el máximo rendimiento, textura y gusto a uno de los productos más humildes del campo como es la patata. En esta ocasión, la receta es totalmente vegana para adaptar la cocina de toda la vida a una dieta que cada vez más gente sigue en nuestro país.
Cómo preparar la versión vegana de la tortilla de patatas
Ingredientes (para cuatro personas:)
- 4 patatas medianas.
- 1 cebolla (opcional).
- 6 cucharadas de harina de garbanzo.
- 200 ml de agua.
- Sal al gusto.
- Aceite de oliva virgen extra.

Preparación paso a paso
Aunque la elaboración de la tortilla de patatas vegana es bastante sencilla, cada paso debe ejecutarse con maestría. Lo primero es pelar las patatas y cortarlas en láminas finas. Es recomendable lavar las patatas en agua fría para eliminar el exceso de almidón y después escurrirlas y secarlas bien con un paño seco. Las variedades más utilizadas para las tortillas son la 'Monalisa' y la 'patata agria', ya que fríen bien sin romperse.
Si se le quiere añadir cebolla a la preparación (no entraremos aquí en el eterno debate sobre si debe llevarla o no, es una cuestión de gustos), esta debe picarse preferiblemente en juliana muy fina no en dados. De esta forma se consigue una caramelización más homogénea, que le aporta un toque de dulzor muy agradable a la tortilla.
A continuación se fríe la patata y la cebolla en abundante aceite de oliva, hasta que los vegetales queden bien tiernos, pero sin llegar a dorarse. Una vez cocinadas, se escurren las patatas y la cebolla y se reservan aparte. En la versión vegana de la tortilla, el punto de sal no se recomienda añadir en este momento.
Como sustituto del huevo se utiliza una mezcla de harina de garbanzo y agua. Es aquí cuando se debería añadir la sal para que se integre mejor. Se añaden los ingredientes en un cuenco y se remueve bien hasta que quede una masa sin grumos, de una consistencia similar al huevo batido. Una vez lista se integran las patatas y la cebolla, dejando reposar la mezcla 5 minutos para que la harina absorba bien los sabores.
Ya solo queda calentar una sartén antiadherente con un chorrito de aceite, verter la mezcla y cocinar a fuego medio-bajo durante 5 minutos por lado, aproximadamente. Es importante que la harina quede bien cocinada también por el centro. Esta tortilla de patata vegana puede disfrutarse tanto en caliente como en frío, y es ideal para tapas, bocadillos o como plato principal.
Se trata de una versión 100% vegetal de uno de los clásicos españoles que conserva el espíritu original, pero sin utilizar ingredientes de origen animal. Al utilizar harina de garbanzo, no contiene gluten, lo que lo hace una preparación ideal también para las personas celíacas.
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