Sabina: la clave fue la rapidez de la operación

Cuando el cantante fue llevado a Hospital Ruber Internacional le hicieron todo tipo de pruebas, y en una de ellas descubrieron que sufría un hematoma intracraneal que había que operar inmediatamente. Y eso hicieron la mañana siguiente a primera hora. Esa rapidez de decisión fue muy acertada y claramente elogiable.

Sabina sigue ingresado y, desgraciadamente, no podrá cumplir su deseo de regresar a los escenarios lo antes posible. Si su estado evoluciona satisfactoriamente deberá guardar reposo durante los próximos cinco meses. Y, luego, ya veremos.

Por el momento, los doctores que le atienden han restringido el régimen de visitas. Que sepamos, son muy pocos los que han podido verle en estos días: su pareja sentimental, Jimena, sus dos hijas, Rocío y Carmela, su gran amigo Joan Manuel Serrat (con el que, como saben nuestros lectores, estaba cantando cuando sufrió el accidente que le causó el delicado problema neurocraneal), el periodista Jesús Mañana, con el que le une una fuerte amistad desde hace años, y alguno de sus músicos.

Cuando le dijeron a Sabina que debía permanecer unos cuantos días en el Ruber, lo primero que preguntó fue que si podía seguir fumando y que cuándo estaría en condiciones de regresar a los escenarios. Alguien de su círculo más íntimo tendría que explicarle claramente que a su edad, cumplió 71 años el mismo día del percance, tiene que cuidar más y mejor su salud. Porque sus excesos del pasado y sus antiguas adicciones le han pasado factura.