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La llamada urgente de Genoveva Casanova a su “hermana” Paloma Cuevas
El programa “Viva la vida” especuló con una presunta “estrecha” amistad entre Enrique Ponce y la ex de Cayetano Martínez de Irujo
Domingo 5 de julio por la noche. El teléfono de Paloma Cuevas suena insistentemente. Al otro lado de la línea una encolerizada Genoveva Casanova le cuenta a su “hermana”, así la considera la mexicana, que es totalmente falso lo que acaban de dar a entender en el programa “Viva la vida”, en el que especularon con una presunta “estrecha” amistad entre Enrique Ponce y la ex de Cayetano Martínez de Irujo. Se siente indignada.
Paloma le deja bien claro a su interlocutora que no se cree nada de lo que han dicho, que su confianza en ella sigue intacta y que nadie va a conseguir que rompan su relación. Son amigas y confidentes desde hace muchos años, compañeras de viaje y de anécdotas divertidas.
El lunes 6, Genoveva desvela que ha puesto el asunto en manos de un gabinete jurídico y que se muestra dispuesta a demandar al programa que “me ha difamado, y no pienso consentir que se nos haga daño a Paloma y a mí contando falsedades. Mi abogado está estudiando las medidas legales que vamos a poner contra quien corresponda”. Y Ponce puede hacer lo mismo.
Dicen que Cuevas está tranquila, que la ruptura matrimonial se veía venir desde hace tiempo, que tenía un pacto con su todavía marido para no desvelar hasta septiembre que su unión estaba acabada después de veinticinco años de amor. Al final, la pareja ha mandado a los medios de comunicación una nota en la que reconocen la ruptura. Una separación civilizada y de mutuo acuerdo. Pero la aparición de la jovencísima Ana Soria, 22 añitos, ha ensombrecido todo. Eso sí, el torero acalla rumores y asegura que no sale con esa chica almeriense desde hace año y medio, aclara que se siente ilusionado con ella, pero que su relación comenzó hace pocos meses. La familia Soria está encantada con el idilio. Todos son muy taurinos y admiran profundamente a Enrique.
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