Crónica
Alfredo Fraile fue el que “inventó” a Julio Iglesias
No buscaba brillar y todo se lo brindaba a Julio Iglesias, seguro, convencido de su acierto lanzador. No se equivocó y fue un bombazo musical
Alfredo Fraile era machadianamente «un hombre bueno». Un ejemplo para quienes le tratamos, conocimos, quisimos y disfrutamos. «Inventó», para bien y también para mal, a Julio Iglesias. Nos lo metía y vendía como fuera, consciente, seguro y convencido de que no le fallaba su olfato descubridor. Lo hizo universal y seductor para todos los sexos y clases. Afable y elegante, señorial –luego vimos que no correspondía con el auténtico triunfador en ciernes–, Fraile nos conquistaba personalmente como no lo hacía su inexpresivo pupilo. Lo hizo un astro mundialmente aplaudido siempre con la sombra protectora, aconsejadora y leal del desinteresado manager que le encargaba trajes con los bolsillos cerrados para evitar que en ellos Julio metiera las manos y pareciese un pasmao. Alfredo no buscaba brillar y todo se lo brindaba a Julio, seguro, convencido de su acierto lanzador. No se equivocó y fue un bombazo musical, algo nuevo y diferente –aunque inexpresivo, insisto– con aquellas canciones dulzonas y pegajosas como «Por el amor de una mujer». Lo convirtió en un suceso internacional. Julio se lo creyó, estaba en su derecho, y se hartó de recibir sus consejos, recomendaciones y tanta protección. Acabó despidiéndole y desde entonces Julio –Julito siempre lo llamó– declinó. Alfredo se ha ido pero seguirá con nosotros. No lo olvidaremos.
A los problemas de Ortega Cano –el antaño «Ose» de la Jurado, que muy andaluza se comía la jota– ahora se añade un nuevo juicio que retrasaría la libertad de su hijo, preso por saltarse una orden de alejamiento. Esto aumenta su inquietud y preocupación, ya que confiaba que «el niño», ya casi treintañero, ojo, quedase libre empezando abril. Un mazazo descorazonador. Si José Fernando pierde el juicio a celebrar el 19 de abril, podría pasar más tiempo ingresado y no quedar libre de momento. Tremendo, porque debido a la pandemia el ex matador no ha podido ver a su hijo de 28 años más que por videollamada. Lleva internado cuatro años. No es lo mismo e incluso perturba más. Si «Josefer» pierde ese juicio, podría seguir más tiempo ingresado en el psiquiátrico de San Juan de Dios (Ciempozuelos), mientras Ortega reconoce padecer fuertes subidas de tensión y dolores estomacales producidas por los inacabables disgustos.
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