Planes de futuro
La semana trágica de Tamara Falcó: “A mi novio le gustan todas”
Decidida a luchar por su relación con Iñigo Onieva, tras salir a la luz su presunta infidelidad, la hija de Isabel Preysler vive un torbellino de emociones: de hacer planes de futuro con él a a que su relación se tambalee sólo ha pasado una semana.
De la creencia de que era el hombre a su vida a dudar de un futuro en común, no han pasado ni siete días. El via crucis de Tamara Falcó no ha hecho más que comenzar sí, como apuntan algunas informaciones, el atractivo ingeniero por el que se desvive la Marquesa de Griñón es un “Don Juan” del siglo XXI. Y es que, según ha reconocido a su círculo íntimo la propia Tamara, “a mi novio le gustan todas”. Así ha sido la semana trágica de Tamara Falcó.
Martes, 11 de mayo. Tamara acudía a la presentación del libro “Familias sin filtro. 15 preguntas para 15 mujeres”, prologado por Irene Villa y, hablaba como nunca sobre su relación con Iñigo Onieva. Reconocía estar “super contenta” después de siete meses de relación y aseguraba que aunque aún era pronto para hablar de boda, “Los dos coincidimos en que la familia es lo más importante”.
Jueves 13 de mayo. Tamara acudía al Hotel Emperatriz, situado en el Paseo de la Castellana, donde tenía lugar una sesión de fotos para la revista Telva. Una colaboración con una conocida marca de cosmética a la que acudió acompañada de una íntima amiga, Casilda Finat. Según contó Jose Antonio Avilés el pasado domingo en Viva la Vida, “Tamara llegó destruída” y no pudo evitar las lágrimas delante del equipo de producción del reportaje. El motivo de su desgracia, según trasladó Avilés, tenía nombre de hombre: Iñigo Onieva.
Alguien del equipo de producción del reportaje, compuesto por estilistas, peluquero, maquillador, además del fotógrafo y otros profesionales, la escuchó confesar llorando: “¡Ya no puedo más. A él le gustan todas!”. Aún no había salido a la luz la noche loca del ingeniero con una bellísima venezolana pero, según este testimonio, Tamara ya tenía dudas sobre la lealtad de su chico.
Sábado, 15 de mayo. Fani Carbajo, ex concursante de la Isla de las Tentaciones, asegura en el programa ‘Viva la vida’ que, el sábado anterior, había coincidido en una fiesta en una casa privada en El Viso con Iñigo Onieva. Según su relato, el ingeniero estaba besándose con una chica venezolana, muy guapa: “Estaban todo el rato juntos, besándose, bailando, riendo, sin cortarse un pelo”. Aseguró incluso que Iñigo incluso intentó un acercamiento con ella en un momento de la velada y que ella le paró los pies “porque no es mi tipo”.
Al mal tiempo, buena cara.
Pero, mientras Fani Carbajo relataba con todo tipo de detalles la presunta infidelidad de Onieva a la Marquesa de Griñón, ambos se encontraban en la boda de unos amigos. Era el propio Iñigo quien subía en uno de sus stories una imagen en la que se veía a Tamara sentada en una mesa al aire libre durante la celebración del enlace. Vestida de rojo, miraba a cámara sonriente. Poco después, Tamara compartía la misma imagen en su cuenta de Instagram, en un claro intento de acallar los rumores de crisis en la pareja.
Tras la boda, el domingo 16 de mayo, la pareja hacía oídos sordos al escándalo y se mostraban unidos en sus redes sociales, disfrutando de su desayuno en una terraza. Era Onieva, de nuevo, el que compartía una imagen del copioso desayuno compuesto de una tostada de jamón, un zumo de naranja, un vaso de agua y una taza de café. Minutos más tarde, Tamara subía una imagen en la que aparece ella sentada a la misma mesa. Por si aquello no fuera suficiente para acabar con los comentarios maliciosos sobre la lealtad y el amor de Iñigo Onieva, la marquesa de Griñón subía unas imágenes con las que han zanjado los rumores de ruptura, en las que la pareja aparece, besándose, en la terraza de su hotel. La publicación coincidía con la emisión de Viva la Vida, dónde José Antonio Avilés desvelaba que Tamara Falcó estaba “destruída” por los celos y que no se fiaba de Onieva porque “le gustan todas”.
Lunes, 17 de mayo. Los reporteros esperan en la casa que comparten Tamara e Iñigo en Madrid para obtener las primeras imágenes de la pareja tras el escándalo. La primera en salir es la Marquesa de Griñón que se dirige a sus clases de chef en el prestigioso “Cordon Bleu”. Enfadada por la presencia de las cámaras, la hija de Isabel Preysler se muestra arisca y enfadada y sale, a la carrera, de las incómodas preguntas. Se acabó su locuacidad y amabilidad con los medios de comunicación que la han convertido en lo que hoy es.
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